EVANGELIO DEL DÍA

jueves, 11 de diciembre de 2014

¿Por qué los católicos dejan la Iglesia? «Por falta de cercanía y el clericalismo», dice Francisco - ReL

¿Por qué los católicos dejan la Iglesia? «Por falta de cercanía y el clericalismo», dice Francisco - ReL

¿Por qué los católicos dejan la Iglesia? «Por falta de cercanía y el clericalismo», dice Francisco

En la entrevista concedida al diario argentino La Nación, difundida el 7 de diciembre, el Papa Francisco reveló la "receta" con la que busca recuperar a los católicos que han dejado la Iglesia.

El Santo Padre señaló que "no me gusta la palabra 'estrategia', sino que hablaría del llamado pastoral del Señor, porque si no, parece todo una ONG. Es el llamado del Señor, lo que hoy le pide a la Iglesia, no como estrategia, porque la Iglesia no hace proselitismo".

"La Iglesia no quiere hacer proselitismo porque la Iglesia no crece por proselitismo, sino por atracción, como dijo Benedicto. La Iglesia tiene que ser un hospital de campaña y salir a curar heridas, como el buen samaritano. Hay gente herida por desatención, por abandono de la Iglesia misma, gente que está sufriendo horrores", dijo.

Sobre los católicos que abandonan la Iglesia, indicó, "conozco la estadística que dieron en Aparecida (la V Conferencia General del Celam), es el único dato que tengo".

[Nota de ReL: el padre James Mallon, en el ENE2014, hablando de Nueva Evangelización con un nutrido grupo de sacerdotes de toda España, señaló: "En Aparecida por primera vez en la Iglesia se desarrolla un plan pastoral usando investigaciones y estudios que analizan por qué los católicos dejan la Iglesia y se van a los evangélicos y otros grupos religiosos. Lo explica en los párrafos 225-226". Lea las razones aquí].

El Santo Padre en su entrevista señaló que "evidentemente, hay varios factores que intervienen en eso, externos a la Iglesia. Por ejemplo, la teología de la prosperidad inspira muchas propuestas religiosas que atraen gente".

"Pero luego la gente queda a mitad de camino".

Sin embargo, destacó, "dejando afuera lo externo a la Iglesia, me pregunto: ¿cuáles son las cosas nuestras, dentro de la Iglesia, que hacen que los fieles no se sientan satisfechos? Y es la falta de cercanía y el clericalismo".

"La proximidad es el llamado hoy al católico, a salir y hacernos próximos de la gente, de sus problemas, de sus realidades. El clericalismo, se lo dije a los obispos del Celam en Río de Janeiro, frenó la madurez laical en América Latina".

Francisco indicó que "donde los laicos son más maduros en América Latina es precisamente en la expresión de la piedad popular. Pero las organizaciones laicales siempre estuvieron con el problema del clericalismo".

"Yo hablé de esto en la (exhortación apostólica) 'Evangelii Gaudium'", recordó.

El diario La Nación publicó en su edición on line amplios fragmentos de la entrevista, que puede leer en: www.lanacion.com.ar/1750280-francisco-dios-me-da-una-sana-dosis-de-inconsciencia

Lee también: Reza regularmente con tus amigos: serás feliz y crecerá la Iglesia, dicen los sociólogos


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De la masturbación en la Biblia: hoy, en el Antiguo Testamento - ReL

De la masturbación en la Biblia: hoy, en el Antiguo Testamento - ReL

De la masturbación en la Biblia: hoy, en el Antiguo Testamento

 
 
 
            Iniciamos hoy un breve enunciado que incluirá dos artículos referidos los dos a la práctica de la masturbación en la Biblia: un primero sobre el tratamiento del tema en el Antiguo Testamento, y un segundo próximamente que analizará su tratamiento en el Nuevo.
 
            Poir lo que hace al primero, se puede afirmar sin temor a equivocarse que en todo el Antiguo Testamento no existe una sola referencia explícita a la masturbación, ora masculina, ora femenina. Sí por el contrario, un pasaje que ha podido ser relacionado con dicha práctica de una manera más o menos tangencial, o mejor dicho, incluso arbitraria o equivocada: el que protagoniza Onán que, de facto, ha terminado dando nombre a la práctica, conocida como todo el mundo sabe, con el nombre de onanismo. Y eso que efectivamente, poco, o mejor dicho, nada, es lo que tiene que ver con ella. Y si no, juzguen Vds. mismos:
 
            "Judá tomó para su primogénito Er a una mujer llamada Tamar. Er, el primogénito de Judá, fue malo a los ojos de Yahvé, que le hizo morir. Entonces Judá dijo a Onán [su hermano]: «Cásate con la mujer de tu hermano y cumple como cuñado con ella, procurando descendencia a tu hermano.» Onán sabía que aquella descendencia no sería suya, y así, si bien tuvo relaciones con su cuñada, derramaba a tierra, evitando así dar descendencia a su hermano. Pareció mal a Yahvé lo que hacía y le hizo morir también a él" (Gn. 38, 1-10).
 
            Lo que Judá -por cierto, uno de los doce hijos de Jacob y padre de los judíos (pinche aquí para conocer la relación de Judá con los judíos), del que reciben el nombre- requiere de su hijo Onán es que cumpla con la práctica judía del levirato, por virtud del cual, si un judío muere sin descendencia, su hermano está obligado a yacer con la viuda para procurarle un descendiente, descendiente que no se imputa a su padre natural, aquí Onán, sino al hermano fallecido, Er en este caso.

            Pues bien, de cara a evitar las consecuencias de la orden recibida, explica el Génesis a lo que recurre el impío Onán, que no es precisamente a masturbarse, como parecería a juzgar por el comportamiento al que el personaje bíblico acaba dando nombre, sino más bien a "derramar fuera", es decir, el celebérrimo "coitus interruptus".
 
            Cabe preguntarse por los motivos de tan extraño comportamiento por parte de Onán. Y aunque el texto no da respuesta alguna a la cuestión, -seguramente por ser tan obvia para el lector coetáneo judío que era innecesario hacerlo-, no es difícil entender que no son sino de tipo sucesorio, pues proporcionar a su hermano un heredero iría, como es fácil de entender, en detrimento de los derechos del propio Onán sobre la herencia. Como quiera que sea, todo será en falso, pues Dios condena a Onán a morir por impío, exactamente igual que unos días antes lo había hecho con su hermano Er.

            El tratamiento que de la cuestión se va a hacer en el Nuevo Testamento es un poco, apenas un poco, más explícito, aunque seguirá siendo impreciso, y hasta confuso. Pero eso será motivo de estudio diferente, por lo que nos remitimos a próximas entradas. De momento, queridos amigos, no me queda sino desearles una vez más que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos, y eso sí, que no me falten mañana, que por aquí seguiremos con éste y con otros temas no menos interesantes.
 
 
            ©L.A.
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Del término "judío", distinto de semita, hebreo, israelita, israelí, sionista, etc.
 
 


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Más sobre la masturbación en el Antiguo Testamento - ReL

Más sobre la masturbación en el Antiguo Testamento - ReL

Más sobre la masturbación en el Antiguo Testamento


 
            En mi anterior entrada sobre la masturbación en el Antiguo Testamento (pinche aquí si no pudo leerla y desea hacerlo ahora) afirmaba que aparte el extrañamente relacionado con la masturbación episodio de Onán y la esposa de su hermano Er, nada se decía en la Biblia sobre las prácticas masturbatorias, ora masculinas ora femeninas. Pero lo cierto es que todavía se contienen en el Antiguo Testamento, más concretamente en el libro del Levítico, unas referencias que merece la pena analizar por su posible relación más o menos cercana con el tema.
 
            El Levítico recoge una serie de situaciones que convierten en impuro al varón, para a continuación referirse a las que convierten en tal a la mujer. Pues bien, entre las primeras que son las que aquí y ahora nos interesan, incluye el Levítico:
 
            "Yahvé habló así a Moisés y a Aarón: 'Hablad a los israelitas y decidles: Cualquier hombre que padece flujo seminal, ese flujo es impuro'" (Lv. 15, 1-2).
 
            ¿Se refiere a la masturbación? No, no en modo alguno, de lo que es buena prueba el versículo que sigue a los precedentes:
 
            "La impureza causada por su flujo se da tanto si su cuerpo deja destilar el flujo como si lo retiene: es impuro" (Lv. 15, 1-2).
 
            Si lo deja "destilar como si lo retiene". La impureza, además, no recae propiamente sobre el varón, sino sobre el flujo en sí. Que eso es así se extrae con claridad de los versículos que siguen:
 
            "Todo lecho en que se acueste el que padece flujo será impuro, y todo asiento en que se siente será impuro. Quien toque su lecho lavará sus vestidos, se bañará y quedará impuro hasta la tarde. Quien se siente sobre un mueble donde se haya sentado cualquiera que padece flujo lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde. Quien toque el cuerpo del que padece flujo lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde. Si el que tiene flujo escupe sobre un hombre puro, éste lavará sus vestidos, se bañará y quedará impuro hasta la tarde. Toda montura sobre la que haya montado el que padece flujo será inmunda. Quien toque un objeto que haya estado debajo de él quedará impuro hasta la tarde, y quien lo transporte lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde. Todo aquél a quien toque el que padece flujo sin haberse antes lavado las manos, lavará sus vestidos, se bañará en agua y quedará impuro hasta la tarde. Toda vasija de barro tocada por el que padece flujo será rota, y todo utensilio de madera será lavado con agua" (Lv. 15, 3-12)
 
            El Levítico, que como otros libros del Pentateuco amén de un libro religioso pretende ser un compendio del saber de la época que incluye ¡¡¡hasta recetas de cocina!!!, se está refiriendo aquí a toda enfermedad que incluya entre sus síntomas flujos descontrolados de semen, si es que tal existe, y desde luego, al poder altamente contagioso de un fluido corporal tan contaminante, pemítanme la palabra, como lo es el semen: ¿sabían Vds. que sólo hace unos días, cuatro estudios avalados por la OMS han determinado la supervivencia del virus del ébola en fluidos seminales en períodos que superan los tres meses después de desaparecidos los síntomas?
 
            Habla el Levítico incluso de lo que hay que hacer una vez "sanado":
 
            "Si el que padece flujo sana de él, se contarán siete días para su purificación; después lavará sus vestidos, se bañará en agua corriente y quedará puro" (Lv. 15, 13)
 
            Y no falta, naturalmente, el impuesto a pagar al Templo, institución que como las voraces maquinarias estatales hoy día, no pierde ripio a la hora de cobrarse un impuestito a cada ocasión que se tercie:
 
            "El día octavo tomará dos tórtolas o dos pichones y se presentará ante Yahvé a la entrada de la Tienda del Encuentro, para entregarlos al sacerdote. El sacerdote los ofrecerá, uno como sacrificio por el pecado, el otro como holocausto, y así el sacerdote hará expiación por él ante Yahvé, a causa de su flujo" (Lv. 15, 14-15)
 
            Amén de ello, el Levítico aún recoge otra situación menos traumática relativa a los derrames seminales, cual es la siguiente:
 
            "El hombre que haya tenido derrame seminal lavará con agua todo su cuerpo y quedará impuro hasta la tarde" (Lv. 15, 16).
 
            ¿A qué se refiere aquí? Pues bien aquí sí, podría estar refiriéndose a las prácticas masturbatorias, aunque al tercero de los libros de la Torá no le merezca la pena detenerse en mencionarlas específicamente y prefiera integrarlas dentro de un género más amplio que compartiría con las famosas poluciones nocturnas tan propias de la adolescencia, o con cualesquiera otras formas imaginables de derrame seminal.
 
            Dicho derrame, ora involuntario, ora buscado de propósito, convierte claramente a quien lo padece en impuro -"quedará impuro hasta la tarde"- obligándole a "lavar con agua todo su cuerpo" e incluso a esperar media jornada para obtener la purificación. Ahora bien, convengamos que del tono del presente versículo no se extrae ni aprobación ni condena alguna, y que el enfoque no pasa de ser, una vez más, puramente séptico, como demuestra la indicación que sigue, muy en la línea que ya constatábamos arriba de la alta trasmisión patógena que el Levítico presupone, y no sin razón, al semen:
 
            "Toda ropa y todo cuero sobre los cuales se haya derramado el semen será lavado con agua y quedará impuro hasta la tarde" (Lv. 15, 17).
 
            Tanto así que la "prescripción médica" indicada es idéntica a la que prevé para el caso de una relación menos solitaria, que incluya además la presencia de una mujer:
 
            "Cuando una mujer se acueste con un hombre y se haya producido eyaculación, se bañarán ambos y quedarán impuros hasta la tarde" (Lv. 15, 16-18).
 
            Aseveración imprecisa, que permite preguntarse si se refiere el Levítico a todo coito o solamente a aquella relación sexual en la que, sin llegar a producirse coito, el hombre derrama sobre la mujer, como el famoso coitus interruptus que podría ser práctica frecuente entre los judíos como método anticonceptivo.
 
            No es todo: las prescripciones del Levítico referidas a los derrames seminales alcanzan de manera muy específica a los sacerdotes:
 
            "Ningún descendiente de Aarón [vale decir, sacerdote, los sacerdotes judíos son los descendientes de Aarón] que sea leproso o padezca flujo comerá de las cosas sagradas hasta que se haya purificado. El que toque lo que es impuro por contacto de cadáver, o el que haya tenido un derrame seminal, o el que haya tocado un bicho o a un hombre y contraído así alguna clase de impureza; quien toque estas cosas quedará impuro" (Lv. 22, 4-6).
 
            Y una vez más, el libro provee lo que hay que hacer en caso tal:
 
            "No comerá de las cosas sagradas, sino que lavará su cuerpo con agua; puesto el sol, quedará limpio y podrá luego comer de las cosas sagradas, pues son su alimento" (Lv. 22, 6-7).
 
            Y bien queridos amigos, esto es todo por hoy… y no es poco. Deseando a Vds. que hagan mucho bien y que no reciban menos, me despido por ahora. ¡Hasta mañana!
 
 
                Quiero expresar mi agradecimiento al comentarista que firma como David Díaz Criado, que el pasado día 2 me invitaba a seguir escrutando y escrudiñando en el Levítico para encontrar las referencias que han quedado comentadas en el presente artículo. Siempre digo que esta columna la escribimos entre todos, y que son muchas las aportaciones que hacen Vds. a ella a diario. Gracias pues a él y a todos Vds..
 
 
            ©L.A.
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¿Cómo orar por la curación de los enfermos? ¿Hay que decir a Dios «si es tu voluntad»? - ReL

¿Cómo orar por la curación de los enfermos? ¿Hay que decir a Dios «si es tu voluntad»? - ReL

¿Cómo orar por la curación de los enfermos? ¿Hay que decir a Dios «si es tu voluntad»?

Fernando Poyatos, un laico que lleva muchos años en la pastoral con enfermos, ha reflexionado sobre el tema en su libro "Pastoral de la Salud: Guía espiritual y práctica" (Ediciones De Buena Tinta). Reproducimos su análisis y experiencia.

¿Debemos orar por la sanación?
Aunque Dios pueda permitir nuestro sufrimiento para purificarnos, y entonces es un sufrimiento redentor, también nos dice: «Hijo mío, en tu enfermedad no te desanimes, sino ruega al Señor, que él te curará [...], purifica tu corazón de todo pecado [es decir, confesándolo] [...]. Luego recurre al médico [...] pues lo necesitas» (Sir 38,9-10,12).

Por otra parte, «Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre» (Hb 13,8), «le traían todos los enfermos [...]. Y él los curó» (Mt 4,24), y a nosotros nos manda: «Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis» (Mt 10,8), añadiendo que sus seguidores «impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos» (Mc 16,18), si el Padre cree que es lo mejor para ellos. ¿Cómo no vamos a obedecer ese mandato ante un enfermo joven, una madre con niños o la víctima de un accidente?

Además, Dios, y muy especialmente por la oración de personas a quien ha concedido uno de los dones del Espíritu Santo, el de sanación (1 Co 12,9), continúa obrando sanaciones físicas, emocionales y espirituales, y algo tan incuestionablemente milagroso como la multiplicación espectacular de la comida. De esto conozco bien los casos ocurridos repetidamente a lo largo de los años entre los muy humildes hermanos mejicanos de Juárez a quienes conocí en 1978 con el padre jesuita Rick (Richard) Thomas (con ellos 36 años, hasta su muerte en 2006) y sor Linda Koontz . En su primera Navidad dieron de comer a más de 300 personas con lo que habían preparado calculadamente para unos 150, y pudieron luego llevar lo que sobró a dos orfanatos.

Pero también he podido comprobar muchas curaciones físicas, psíquicas y espirituales, por ejemplo, a través de los médicos de la interconfesional Fundación Médica Cristiana Internacional (EE.UU. y Canadá), en cuyo congreso relataban las maravillas que el Señor hacía en sus vidas y en las de sus pacientes.

Y cuántos católicos y no católicos siguen experimentando hoy conversiones y sanaciones de todo tipo en santuarios marianos como Medjugorje y Lourdes (en este, según nos confirma el padre Cantalamessa, la mayoría de las curaciones cuando pasa el Santísimo Sacramento por entre la gente), pues la Madre de Jesús sigue intercediendo por nosotros como lo hizo por primera vez en las bodas de Caná. Por eso advierte el padre Raniero: «Hay una vía ordinaria abierta a cada uno para encontrar hoy en la Iglesia al Jesús que pasa "curando a todos" (Hch 10,38): los sacramentos», cada uno de ellos fuente de sanación física, emocional o espiritual. Lo vemos en libros como Sanación por la Misa, del padre DeGrandis, y en el capítulo «El poder sanador de la Eucaristía», en Los milagros sí existen, de la mencionada monja clarisa sor Briege McKenna. Claro, que oraremos por la curación en proporción directa a la profundidad de nuestra vida espiritual y a cómo nos rindamos a Dios sabiéndonos pecadores que solo con su gracia podemos ser canales suyos.

Milagros que solo Dios puede hacer
En 1978, en Canadá, recé dos veces por Ray, de 81 años con cáncer de garganta, que no podía tragar ni agua y, además, necesitaba un aerosol cada cuatro horas. (Un año antes había leído el libro, hoy ya clásico, Healing (Sanación), del católico Francis MacNutt, y los de la episcopaliana Agnes Sanford, ambos ya mencionados . La primera le impuse las manos mientras dormía y dije solo: "Señor, yo sé que va a morir, ¡pero si al menos pudiera respirar normalmente! Por favor, ayúdale a respirar"; no volvió a necesitar los aerosoles, lo cual me impactó.

La segunda dije brevemente: "Señor, ya sé que está muriendo, ¡pero si por lo menos pudiera tragar esa tacita de té caliente por la que suspira a todas horas...". Y sus últimos diez días no solo tragaba su té, ¡sino los bizcochos de soletilla que yo le mojaba!

Desapareció el asma de siete años...
Pero a veces me retraigo porque mi propio pecado me quita la libertad que debo tener en mi relación con Dios y porque aún necesito mi propia sanación espiritual para ser un canal de intercesión más limpio. Sin embargo, sé que «para Dios nada hay imposible» (Lc 1,37). Cuando en aquel congreso de médicos cristianos de todas las confesiones, el Dr. William Reed, muy lleno del Espíritu, me impuso las manos y oró por mí en tres ocasiones, a los tres días me había desaparecido una terrible asma de siete años.

Miedo a pedir una sanación por un enfermo
Sin embargo, muchos tenemos miedo a pedir la sanación de un enfermo. Por supuesto que raramente pediremos la de un anciano de noventa años en fase terminal, aunque sí daremos gracias por los años de vida que le ha dado y cuanto él ha dado y recibido. Pero, ante la exhortación de Jesús, debemos vernos como meros instrumentos suyos obedientes e interceder por sanación dejándole el resultado a Dios. Y no con el miedo reflejado en las palabras "Si es tu voluntad" —indicando duda, y no la misma fe que si decimos «según tu voluntad»—, pues, como dice Agnes Sanford, así debilitamos la fe del enfermo y la nuestra; sería, dice, «como derramar la medicina en el suelo en lugar de tomarla» .

Además, ¡nos contradecimos si terminamos diciendo: "Amén", es decir, "Así sea!". Pero sí podemos muy bien decir "Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo", como nos enseñó Jesús, que no es lo mismo. Aunque, como dice ella, tampoco pidamos la total sanación si en nuestro corazón dudamos que sea precisamente la voluntad de Dios.

Pero sí lo fue cuando, en 1951, en nuestra ciudad canadiense de Fredericton, Bill Drost, un hombre joven (luego muchos años pastor pentecostal en Hispanoamérica y en Málaga), sanó en pocos días por su propia oración y la de su comunidad cuando iba a morir con una metástasis cancerosa abdominal. Y el director del hospital (a quien aún conocí como tal), ateo, escribió en el registro de altas: «Curación inexplicable».

Dos testimonios del cirujano William Reed en Cirugía del alma:
Una mujer judía de mediana edad, con una masa en el pecho derecho, vino a mí porque, como dijo, yo creía en la oración. Antes de la biopsia inicial pidió oración, lo cual le sirvió para darle seguridad antes de la operación y para consolidar la relación paciente-médico. Resultó ser cáncer y se le quitó todo el pecho [...], [pero] se le extendió y fue poniéndose cada vez peor, y volvió a ingresar. Antes de examinarla por rayos, pidió de nuevo oración, y en medio de la oración pedí a Jesús que la sanara [...]. Nada más terminar, empezó a mejorar. Ni al día siguiente ni a la semana había residuo alguno de neoplasia. La paciente inmediatamente creyó que Jesús es el Mesías (pp. 56-57).

En una carta de 1995 me informaba sobre la sanación de su cuñado cuando, al instante de desconectarle los médicos de cuanto le mantenía clínicamente vivo, él y el hijo del enfermo le impusieron las manos y empezaron a orar. Y me decía: Es realmente asombroso que se esperase que muriera, pero realmente, cuando se le desconectó de todo, empezó inmediatamente a ponerse bien [...]. Estoy convencido de que cuando oramos siempre le pasa algo espiritualmente a la persona por quien oramos, es decir, a nivel del espíritu, y que esta sanación se extiende paulatinamente por el psicosoma.

Ayudar al enfermo a estar en condiciones de esa petición
Quisiera insistir en que cuando los enfermos nos dicen cuánto le piden a Dios para que los ponga bien, en muchos casos debemos ayudarles a plantearse si realmente están en condiciones para hacerlo, porque podemos pedirle a Dios que nos cure, que nos dé, pero ¿qué le damos a Él nosotros? Cuando les sorprende la pregunta les explico que para conectar mejor con Dios debemos procurar estar "en gracia de Dios", empezando por vivir dentro de la Iglesia y observando, como mínimo, el precepto dominical, y cuando le fallamos, como le pasa al más bueno, levantarnos recurriendo a su perdón a través de la Confesión. Pero acordarnos de Dios solo a la hora de pedirle algo es pretender manipularle, rezándole y a la vez negándonos a vivir como Él nos pide, una contradicción sin sentido.
 


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Google cumple su amenaza y cierra Google News en España para no pagar tasa alguna a los periódicos :: Periodismo :: Internet :: Periodista Digital

Google cumple su amenaza y cierra Google News en España para no pagar tasa alguna a los periódicos :: Periodismo :: Internet :: Periodista Digital

Google cumple su amenaza y cierra Google News en España para no pagar tasa alguna a los periódicos

Google cumple su amenaza. El próximo 16 de diciembre de 2014 cerrará su servicio de noticias Google News en España, en respuesta a la nueva Ley de Propiedad Intelectual aprobada por el Gobierno Rajoy.

La normativa, aprobada por el Ejecutivo para contentar a los diarios en papel cada día más necesitados de financiación y con mayores deudas, obliga al poderoso buscador a pagar a los medios cuyo contenido reproduce total o parcialmente.

"Lamentablemente, como consecuencia de una nueva ley española, pronto tendremos que cerrar Google News en España", ha comunicado Richard Gingras, jefe de Google News, a través de uno de los blogs oficiales de la tecnológica.

"Esta nueva legislación obliga a cada publicación española a cobrar los servicios como Google News cuando muestra aunque solo sea un extracto muy pequeño".

"Dado que Google News no gana dinero (no mostramos publicidad en el sitio), este nuevo enfoque simplemente no es sostenible".

El grupo ha optado cerrar su plataforma de noticias en España antes de que las nuevas disposiciones entren en vigor en enero.

La nueva ley sobre propiedad intelectual fue aprobada a finales de octubre de 2014 y, en virtud de la normativa aprobada, se obliga a Google al pago de un canon a los medios de comunicación por cada contenido que enlace.

La compañía se enfrenta a los editores de periódicos en varios países europeos, que la acusan de abusar de su posición dominante y le piden pagar por el uso de su contenido.

EL TRASFONDO DE LA POLÉMICA

El artículo 32.2 de la nueva Ley de Propiedad Intelectual que modifica la norma, de 1987 (aunque ha sufrido ya otras modificaciones) establece la llamada "tasa Google" o "canon AEDE" (por haber sido propuesto por la Asociación de Editores de Diarios Españoles, AEDE).

La nueva ley dice que los agregadores de noticias como Google News tendrán que pagar esa "compensación equitativa" a los editores por reproducir "fragmentos no significativos de contenidos, divulgados en publicaciones periódicas o en sitios Web de actualización periódica y que tengan una finalidad informativa, de creación de opinión pública o de entretenimiento".

Tras conocer el proyecto de ley, la AEDE (que agrupa a los principales medios de comunicación de publicaciones periódicas impresas), celebró que esta modificación de la Ley de Propiedad Intelectual fuera "el paso más importante que ha dado un gobierno en España para la protección de la prensa".

España no es el primer país que impone una tasa a Google y a otros agregadores por difundir los contenidos de los medios de comunicación.

Alemania, Francia o Bélgica han aprobado normativas similares, pero la clave estriba en que la ley española incluye la precisión de que la tasa es "irrenunciable" para los editores.

Esto es, que los medios no pueden renunciar a cobrar el tributo y aparecer así en el agregador. Es lo que ocurrió en el caso alemán, donde la ley no lo especificaba y finalmente la mayoría de los grupos editoriales autorizaron al buscador a seguir usando sus contenidos de forma gratuita.

En Francia, Google llegó a un acuerdo con los editores en 2013, por el cual la empresa californiana se comprometió a pagarles 60 millones de euros en concepto de "fondo de ayuda a la transición digital" como armisticio en el conflicto que les enfrentaba por la difusión de contenidos.

Algo parecido ocurrió en Bélgica, donde se prohibió al buscador en 2011 la difusión de imágenes y textos de diarios belgas (como Le Soir y La Libre Belgique). Después de seis años de litigios, a finales de 2012 los periódicos volvieron a Google News.

Ambas partes firmaron, eso sí, varios acuerdos de colaboración ayudando a los medios a mejorar sus servicios.

Los efectos de la decisión del gigante californiano de Internet para los medios de comunicación españoles son difíciles de cuantificar, pero Google asegura que su servicio de Google News genera 10.000 millones de clicks al mes en todo el mundo.

"Google Noticias añade un valor real a todas estas publicaciones al dirigir tráfico de usuarios a sus sitios web, lo que a su vez les ayuda a generar ingresos publicitarios", enfatiza el comunicado del portavoz del buscador.

El cierre de su servicio de noticias para España no afecta, eso sí, a cómo aparecerán las noticias de los medios españoles en la parte llamada orgánica del buscador, que no está sujeta a tasa alguna en la Ley de Propiedad Intelectual.



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