De Corazón a corazón: Heb 9,2-3.11-14 ("Cristo Sumo sacerdote… penetró en el santuario un vez para siempre… con su propia sangre… por el Espíritu Santo se ofreció a sí mismo"); Mc 3,20-21 ("Sus parientes decían: Está fuera de sí"). Para los santos Timoteo y Tito: 2Tm 1,1-8; Tit 1,1-5; Lc 10,1-9 (ver arriba, Año Litúrgico, Santos)

Contemplación, vivencia, misión: Quien busca sencillamente la verdad y el bien, se topa con opiniones desconcertantes. A Jesús, sus parientes le tuvieron por loco. En un mundo de "locos",      quien es cuerdo desentona. Pero lo importante es gastar y dar la vida por amor, como Jesús, "con su propia sangre". Correr la misma suerte de Jesús, sólo es posible con su presencia y aliento de Amigo que nunca falla. Sólo Jesús, que "da la vida por amor", puede asumir la historia humana, transformándola bajo la acción del Espíritu Santo. Entonces la humanidad entera puede llegar a ser una verdadera familia de hermanos, reflejo de la vida trinitaria.

*En el día a día con la Madre de Jesús: Las rupturas y tensiones las han soldado mejor los "mártires", acompañando e imitando a "la Madre de Jesús, de pie junto a la cruz" (Jn 19,25).
AÑO DE LA FE: "Esta revelación de Dios que va adelante en la historia, culmina en Jesucristo: Dios, el Logos, la Palabra creadora que está al origen del mundo, se encarnó en Jesús y mostró el verdadero rostro de Dios" (Benedicto XVI, catequesis 12 dic. 2012)