De Corazón a corazón: Heb 13,1-5 ("Permaneced en el amor fraterno"); Mc 6,14-29 (Herodes, que había decapitado al Bautista, decía: "Juan ha resucitado")

Contemplación, vivencia, misión: "Todo va por amor", decía Santa Teresa. Es la característica del cristianismo: "Amad, perdonad" (sermón de la montaña), "amaos como yo os he amado" (mandamiento nuevo). Lo difícil es concretar este amor en nuestras circunstancias de aquí y ahora: el prójimo concreto, no el "siguiente"; la comunidad o familia en que me encuentro, sin añoranzas del pasado ni imaginaciones futuristas. Vivir y anunciar este amor, comporta el riesgo de ser mal interpretado: el "Precursor" (Juan Bautista) pagó este anuncio con su vida.

*En el día a día con la Madre de Jesús: La Virgen había meditado en su corazón las palabras de Zacarías sobre Juan: "Tú, niño, irás delante del Señor a preparar sus caminos" (Lc 1,76). Ahora nos acompaña para hacernos "exégesis viviente" y anunciadores del evangelio como fe vivida, precursores del Señor.
AÑO DE LA FE: "Os mantenéis inconmovibles en vuestra fe, como si estuvierais clavados en cuerpo y alma a la cruz del Señor Jesucristo, y os mantenéis firmes en la caridad por la sangre de Cristo" (San Ignacio de Antioquía, Carta a los cristianos de Esmirna)