De Corazón a corazón: Heb 4,12-16 ("Es viva y eficaz la Palabra de Dios… Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos - Jesús, el Hijo de Dios - mantengamos firmes la fe que profesamos"); Mc 2,13-17 ("Vio a Leví… Sígueme… No he venido a llamar a justos, sino a pecadores")

Contemplación, vivencia, misión: Jesús resucitado, presente bajo signos pobres de la Iglesia y de todos los demás hermanos, sigue hablando al corazón y llamando a compartir su misma vida. Su palabra refleja los latidos de su corazón. Llama a entrar en el proyecto de Dios Amor sobre cada uno. Jesús llama y mira a todos con amor, como el Padre que "hace salir su sol sobre justos y pecadores" (Mt 5,45) porque todos son sus hijos. Es la Palabra "encarnada" e insertada en nuestras circunstancias históricas y sociológicas. Sólo Jesús es el "Mediador", Dios y hombre, que se ofrece en sacrificio asumiendo en su oración a toda la humanidad. Es el único Sacerdote, "trono de gracia", que forma parte de nuestra historia, "probado en todo igual que nosotros".

*En el día a día con la Madre de Jesús: La Palabra de Dios, cuando se recibe con el corazón abierto (como María), muestra toda su eficacia (cfr. Lc 2,19.51). Entonces la vida ordinaria de "Nazaret" es fecunda en santidad y apostolado.

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