EVANGELIO DEL DÍA

viernes, 20 de agosto de 2010

"Whoever humbles himself will be exalted"

DAILY GOSPEL: 21/08/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68


Saturday of the Twentieth week in Ordinary Time


Book of Ezekiel 43:1-7.
Then he led me to the gate which faces the east,
and there I saw the glory of the God of Israel coming from the east. I heard a sound like the roaring of many waters, and the earth shone with his glory.
The vision was like that which I had seen when he came to destroy the city, and like that which I had seen by the river Chebar. I fell prone
as the glory of the LORD entered the temple by way of the gate which faces the east,
but spirit lifted me up and brought me to the inner court. And I saw that the temple was filled with the glory of the LORD.
Then I heard someone speaking to me from the temple, while the man stood beside me.
The voice said to me: Son of man, this is where my throne shall be, this is where I will set the soles of my feet; here I will dwell among the Israelites forever. Never again shall they and their kings profane my holy name with their harlotries and with the corpses of their kings (their high places).

Psalms 85(84):9-10.11-12.13-14.
I will listen for the word of God; surely the LORD will proclaim peace To his people, to the faithful, to those who trust in him.
Near indeed is salvation for the loyal; prosperity will fill our land.
Love and truth will meet; justice and peace will kiss.
Truth will spring from the earth; justice will look down from heaven.
The LORD will surely grant abundance; our land will yield its increase.
Prosperity will march before the Lord, and good fortune will follow behind.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Matthew 23:1-12.
Jesus spoke to the crowds and to his disciples,
saying, "The scribes and the Pharisees have taken their seat on the chair of Moses.
Therefore, do and observe all things whatsoever they tell you, but do not follow their example. For they preach but they do not practice.
They tie up heavy burdens (hard to carry) and lay them on people's shoulders, but they will not lift a finger to move them.
All their works are performed to be seen. They widen their phylacteries and lengthen their tassels.
They love places of honor at banquets, seats of honor in synagogues,
greetings in marketplaces, and the salutation 'Rabbi.'
As for you, do not be called 'Rabbi.' You have but one teacher, and you are all brothers.
Call no one on earth your father; you have but one Father in heaven.
Do not be called 'Master'; you have but one master, the Messiah.
The greatest among you must be your servant.
Whoever exalts himself will be humbled; but whoever humbles himself will be exalted. 
Mt 23,1-12
Commentary of the day 
Saint Isaac the Syrian (7th Century), monk near Mosul
Ascetical discourses, 1st. series no.49
"Whoever humbles himself will be exalted"
God's providence, which is ever watchful to give each one of us what is for our good, has guided all things in our direction to lead us to humility. Since, if you take pride in the graces of providence, it will forsake you and you will fall back... Take note, then, that it belongs neither to you nor your virtue to resist evil inclinations, but that grace alone holds you in hand to keep you from being afraid... In time of testing groan and weep and call to mind your failings that you may be set free from pride and win humility. All the same, don't despair. Humbly beg God to forgive you your sins.

       Even without works, humility wipes out many faults. Without it, on the other hand, works are useless – they even lead to many evils. Therefore, obtain by your humility forgiveness for your unrighteousness. What salt is to every food, humility is to every virtue; it can break the strength of numberless sins... If we possess it, it can make us children of God and lead us to God even without the help of good works. That is why, without it, our works are of no value, our virtues are vain, and vain, too, is all our effort.


Saturday, 21 August 2010

St. Pius X, Pope (1835-1914)



SAINT PIUS X
Pope
(1835-1914)
        Joseph Sarto was born in 1835, at Riese in the province of Venice. He became Patriarch of Venice in 1893, and pope in 1903.
        The aim of his life was to "restore all things in Christ". He defended the deposit of faith, exhorted the people to take part in the liturgy, encouraged frequent communion. His motivation was always pastoral.
        He died in 1914.

«El que se humilla será enaltecido»

EVANGELIO DEL DÍA: 21/08/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Sábado de la XX Semana del Tiempo Ordinario


Libro de Ezequiel 43,1-7.
El hombre me llevó hacia la puerta que miraba al oriente,
y yo vi que la gloria del Dios de Israel venía desde el oriente, con un ruido semejante al de las aguas caudalosas, y la tierra se iluminó con su Gloria.
Esta visión era como la que yo había visto cuando el Señor vino a destruir la ciudad, y como la que había visto junto al río Quebar. Entonces caí con el rostro en tierra.
La gloria del Señor entró en la Casa por la puerta que daba al oriente.
El espíritu me levantó y me introdujo en el atrio interior, y yo vi que la gloria del Señor llenaba la Casa.
Y oí que alguien me hablaba desde la Casa, mientras el hombre permanecía de pie junto a mí.
La voz me dijo: "Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar donde se asienta la planta de mis pies. Aquí habitaré para siempre en medio de los israelitas. El pueblo de Israel no profanará más mi Nombre: ni ellos ni sus reyes con sus prostituciones, ni los cadáveres de sus reyes con sus tumbas.

Salmo 85(84),9-10.11-12.13-14.
Voy a proclamar lo que dice el Señor: el Señor promete la paz, la paz para su pueblo y sus amigos, y para los que se convierten de corazón.
Su salvación está muy cerca de sus fieles, y la Gloria habitará en nuestra tierra.
El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán;
la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo.
El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos.
La Justicia irá delante de él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos.

Evangelio según San Mateo 23,1-12.
Entonces Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos:
"Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés;
ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen.
Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo.
Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos;
les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas,
ser saludados en las plazas y oírse llamar 'mi maestro' por la gente.
En cuanto a ustedes, no se hagan llamar 'maestro', porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos.
A nadie en el mundo llamen 'padre', porque no tienen sino uno, el Padre celestial.
No se dejen llamar tampoco 'doctores', porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías.
Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros,
porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado". 
 Mt 23,1-12
Leer el comentario del Evangelio por 
San Isaac el Siríaco (siglo VII), monje cerca de Mossul
Sermones ascéticos, 1ª serie, nº 49
«El que se humilla será enaltecido»
     La providencia de Dios, que vela para dar a cada uno de nosotros lo que es bueno, ha hecho dirigir todas las cosas hacia nosotros para llevarnos a la humildad. Porque si te enorgulleces de las gracias que la providencia te ha dado, ésta te abandona y caes de nuevo... Debes, pues, saber que no es propio, ni de ti ni de tu virtud, resistir a las malas tendencias, sino que es solamente la gracia la que te mantiene en su mano para que no temas... Gime, llora, acuérdate de tus faltas en tiempo de prueba para que te veas liberado del orgullo y adquieras humildad. Mientras, no desesperes. Pide humildemente a Dios que perdone tus pecados.

     La humildad, aunque sea sin obras, borra muchas faltas. Por el contrario, sin ella, las obras no sirven de nada; nos procuran muchos males. Por la humildad, obtén pues, el perdón de tus injusticias. Lo que la sal es para todo alimento, la humildad lo es para cualquier virtud. Puede romper la fuerza de numerosos pecados... Si la poseemos, hace de nosotros hijos de Dios y nos lleva a Dios incluso sin la ayuda de las obras buenas. Por eso, sin ella, todas las obras son vanas, son vanas todas las virtudes y son vanos todos los trabajos.



sábado 21 Agosto 2010

San Pío X



San Pío X
Pontífice  José Sarto, después Pío X, nació en Riese, poblado cerca de Venecia, Italia en 1835 en el seno de una familia humilde siendo el segundo de diez hijos.   Todavía siendo niño perdió a su padre por lo que pensó dejar de estudiar para ayudar a su madre en los gastos de manutención de la familia, sin embargo ésta se lo impidió y pudo continuar sus estudios en el seminario gracias a una beca que le consiguió un sacerdote amigo de la familia.
Una vez ordenado fue vicepárroco, párroco, canónigo, obispo de Mantua y Cardenal de Venecia, puestos donde duró en cada uno de ellos nueve años. Bromeando platicaba que solamente le faltaban nueve años de Papa.   En 1903 al morir León XIII fue convocado a Roma para elegir al nuevo Pontífice.
En Roma no era candidato para algunos por no hablar francés y él mismo se consideraba indigno de tal nombramiento.   Durante la elección los Cardenales se inclinaron en principio y por mayoría por el Cardenal Rampolla, sin embargo el Cardenal de Checoslovaquia anunció que el Emperador de Austria no aceptaba al Cardenal Rampolla como Papa y tenía el drecho de veto en la elección papal, por lo que el Cardenal Rampolla retiró su nombre del nombramiento.
Reanudada la votación los Cardenales se inclinaron por el Cardenal Sarto quien suplicó que no lo eligieran hasta que una noche una comisión de Cardenales lo visitó para hacerlo ver que no aceptar el nombramiento era no aceptar la voluntad de Dios. convencido de que si Dios da un cargo da las gracias necesarias para llevarlo a cabo aceptó.     Escogió el nombre de Pío inspirado en que los Papas que eligieron ese nombre había sufrido por defender la religión.
Dentro de sus obras destaca el combate contra dos herejías en boga en esa época: Modernismo, la cual la combatió en un documento llamado Pascendi estableciendo que los dogmas son inmutables y la Iglesia si tiene autoridad para dar normas de moral; la otra herejía que combatió fue la del Janseismo que propagaba que la Primera Comunión se debía retrasar los más posible; en contraposición Pío X decretó la autorización para que los niños pudieran recibir la comunión desde el momento en que entendía quien está en la Santa Hostia Consagrada.
Este decreto le valió ser llamado el Papa de la Eucaristía.   Fundó el Instituto Bíblico para perfeccionar las traducciones de la Biblia y nombró una comisión encargada de ordenar y actualizar el Derecho Canónico.
Promovió el estudio del Catecismo.   Murió el 21 de agosto de 1914 después de once años de pontificado




Oremos  

Dios todopoderoso y eterno, que, para defender la fe católica e instaurar todas las cosas en Cristo, colmaste al Papa San Pío X de sabiduría divina y de fortaleza apostólica, concédenos que, dóciles a sus instrucciones y ejemplos, consigamos la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.



"Everything... depends on these two commandments."

DAILY GOSPEL: 20/08/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68


Friday of the Twentieth week in Ordinary Time


Book of Ezekiel 37:1-14.
The hand of the LORD came upon me, and he led me out in the spirit of the LORD and set me in the center of the plain, which was now filled with bones.
He made me walk among them in every direction so that I saw how many they were on the surface of the plain. How dry they were!
He asked me: Son of man, can these bones come to life? "Lord GOD," I answered, "you alone know that."
Then he said to me: Prophesy over these bones, and say to them: Dry bones, hear the word of the LORD!
Thus says the Lord GOD to these bones: See! I will bring spirit into you, that you may come to life.
I will put sinews upon you, make flesh grow over you, cover you with skin, and put spirit in you so that you may come to life and know that I am the LORD.
I prophesied as I had been told, and even as I was prophesying I heard a noise; it was a rattling as the bones came together, bone joining bone.
I saw the sinews and the flesh come upon them, and the skin cover them, but there was no spirit in them.
Then he said to me: Prophesy to the spirit, prophesy, son of man, and say to the spirit: Thus says the Lord GOD: From the four winds come, O spirit, and breathe into these slain that they may come to life.
I prophesied as he told me, and the spirit came into them; they came alive and stood upright, a vast army.
Then he said to me: Son of man, these bones are the whole house of Israel. They have been saying, "Our bones are dried up, our hope is lost, and we are cut off."
Therefore, prophesy and say to them: Thus says the Lord GOD: O my people, I will open your graves and have you rise from them, and bring you back to the land of Israel.
Then you shall know that I am the LORD, when I open your graves and have you rise from them, O my people!
I will put my spirit in you that you may live, and I will settle you upon your land; thus you shall know that I am the LORD. I have promised, and I will do it, says the LORD.

Psalms 107(106):2-3.4-5.6-7.8-9.
Let that be the prayer of the LORD'S redeemed, those redeemed from the hand of the foe,
Those gathered from foreign lands, from east and west, from north and south.
Some had lost their way in a barren desert; found no path toward a city to live in.
They were hungry and thirsty; their life was ebbing away.
In their distress they cried to the LORD, who rescued them in their peril,
Guided them by a direct path so they reached a city to live in.
Let them thank the LORD for such kindness, such wondrous deeds for mere mortals.
For he satisfied the thirsty, filled the hungry with good things.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Matthew 22:34-40.
When the Pharisees heard that he had silenced the Sadducees, they gathered together,
and one of them (a scholar of the law) tested him by asking,
Teacher, which commandment in the law is the greatest?
He said to him, "You shall love the Lord, your God, with all your heart, with all your soul, and with all your mind.
This is the greatest and the first commandment.
The second is like it: You shall love your neighbor as yourself.
The whole law and the prophets depend on these two commandments."
Mt 22,34-40
Commentary of the day 
Pope Benedict XVI
Encyclical « Deus caritas est », § 18 (trans. © copyright Libreria Editrice Vaticana)
"Everything... depends on these two commandments."
       There is a necessary interplay between love of God and love of neighbour... If I have no contact whatsoever with God in my life, then I cannot see in the other anything more than the other, and I am incapable of seeing in him the image of God. But if in my life I fail completely to heed others, solely out of a desire to be «devout» and to perform my «religious duties», then my relationship with God will also grow arid. It becomes merely «proper», but loveless. Only my readiness to encounter my neighbour and to show him love makes me sensitive to God as well. Only if I serve my neighbour can my eyes be opened to what God does for me and how much he loves me.

The saints—consider the example of Blessed Teresa of Calcutta—constantly renewed their capacity for love of neighbour from their encounter with the Eucharistic Lord, and conversely this encounter acquired its real- ism and depth in their service to others.

Love of God and love of neighbour are thus inseparable, they form a single commandment. But both live from the love of God who has loved us first. No longer is it a question, then, of a «commandment» imposed from without and calling for the impossible, but rather of a freely bestowed experience of love from within, a love which by its very nature must then be shared with others. Love grows through love. Love is «divine» because it comes from God and unites us to God; through this unifying process it makes us a «we» which transcends our divisions and makes us one, until in the end God is «all in all» (1 Cor 15:28).


Friday, 20 August 2010

St. Bernard of Clairvaux, Abbot and Doctor of the Church (1091-1153)



SAINT BERNARD
Abbot and Doctor of the Church
(1091-1153)
        Bernard was born at the castle of Fontaines, in Burgundy. The grace of his person and the vigor of his intellect filled his parents with the highest hopes, and the world lay bright and smiling before him when he renounced it forever and joined the monks at Citeaux. All his brothers followed Bernard to Citeaux except Nivard, the youngest, who was left to be the stay of his father in his old age. "You will now be heir of everything," said they to him, as they departed. "Yes," said the boy; "you leave me earth, and keep heaven for yourselves; do you call that fair?" And he too left the world. At length their aged father came to exchange wealth and honor for the poverty of a monk of Clairvaux. One only sister remained behind; she was married, and loved the world and its pleasures. Magnificently dressed, she visited Bernard; he refused to see her, and only at last consented to do so, not as her brother, but as the minister of Christ. The words he then spoke moved her so much that, two years later, she retired to a convent with her husband's consent, and died in the reputation of sanctity.
        Bernard's holy example attracted so many novices that other monasteries were erected, and our Saint was appointed abbot of that of Clairvaux. Unsparing with himself, he at first expected too much of his brethren, who were disheartened at his severity; but soon perceiving his error, he led them forward, by the sweetness of his correction and the mildness of his rule, to wonderful perfection. In spite of his desire to lie hid, the fame of his sanctity spread far and wide, and many churches asked for him as their Bishop. Through the help of Pope Eugenius III., his former subject, he escaped this dignity; yet his retirement was continually invaded: the poor and the weak sought his protection; bishops, kings, and popes applied to him for advice; and at length Eugenius himself charged him to preach the crusade. By his fervor, eloquence, and miracles Bernard kindled the enthusiasm of Christendom, and two splendid armies were despatched against the infidel. Their defeat was only due, said the Saint, to their own sins.
        Bernard died in 1153. His most precious writings have earned for him the titles of the last of the Fathers and a Doctor of Holy Church.

«Todo... depende de estos dos mandamientos»

EVANGELIO DEL DÍA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Viernes de la XX Semana del Tiempo Ordinario


Libro de Ezequiel 37,1-14.
La mano del Señor se posó sobre mí, y el Señor me sacó afuera por medio de su espíritu y me puso en el valle, que estaba lleno de huesos.
Luego me hizo pasar a través de ellos en todas las direcciones, y vi que los huesos tendidos en el valle eran muy numerosos y estaban resecos.
El Señor me dijo: "Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?". Yo respondí: "Tú lo sabes, Señor ".
El me dijo: "Profetiza sobre estos huesos, diciéndoles: Huesos secos, escuchen la palabra del Señor.
Así habla el Señor a estos huesos: Yo voy a hacer que un espíritu penetre en ustedes, y vivirán.
Pondré nervios en ustedes, haré crecer carne sobre ustedes, los recubriré de piel, les infundiré un espíritu, y vivirán. Así sabrán que yo soy el Señor ".
Yo profeticé como se me había ordenado, y mientras profetizaba, se produjo un temblor, y los huesos se juntaron unos con otros.
Al mirar, vi que los huesos se cubrían de nervios, que brotaba la carne y se recubrían de piel, pero no había espíritu en ellos.
Entonces el Señor me dijo: "Convoca proféticamente al espíritu, profetiza, hijo de hombre, Tú dirás al espíritu: Así habla el Señor: Ven, espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos para que revivan".
Yo profeticé como él me lo había ordenado, y el espíritu penetró en ellos. Así revivieron y se incorporaron sobre sus pies. Era un ejército inmenso.
Luego el Señor me dijo: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos dicen: "Se han secado nuestros huesos y se ha desvanecido nuestro esperanza. ¡Estamos perdidos!".
Por eso, profetiza diciéndoles: Así habla el Señor: Yo voy a abrir las tumbas de ustedes, los haré salir de ellas, y los haré volver, pueblo mío, a la tierra de Israel.
Y cuando abra sus tumbas y los haga salir de ellas, ustedes, mi pueblo, sabrán que yo soy el Señor.
Yo pondré mi espíritu en ustedes, y vivirán; los estableceré de nuevo en su propio suelo, y así sabrán que yo, el Señor, lo he dicho y lo haré -oráculo del Señor-.

Salmo 107(106),2-3.4-5.6-7.8-9.
Que lo digan los redimidos por el Señor, los que él rescató del poder del enemigo
y congregó de todas las regiones: del norte y del sur, del oriente y el occidente;
los que iban errantes por el desierto solitario, sin hallar el camino hacia un lugar habitable.
Estaban hambrientos, tenían sed y ya les faltaba el aliento;
pero en la angustia invocaron al Señor, y él los libró de sus tribulaciones:
los llevó por el camino recto, y así llegaron a un lugar habitable.
Den gracias al Señor por su misericordia y por sus maravillas en favor de los hombres,
porque él sació a los que sufrían sed y colmó de bienes a los hambrientos.

Evangelio según San Mateo 22,34-40.
Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en ese lugar,
y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
"Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?".
Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu.
Este es el más grande y el primer mandamiento.
El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas". 
Mt 22,34-40
Leer el comentario del Evangelio por 
Papa Benedicto XVI
Encíclica «Deus caritas est», § 18
«Todo... depende de estos dos mandamientos»
     Hay una interacción necesaria entre amor a Dios y amor al prójimo... Si en mi vida me falta completamente el contacto con Dios, jamás puedo ver en el otro más que el otro y no consigo reconocer en él la imagen divina. Si por el contrario, en mi vida descuido completamente la atención al otro, deseando solamente ser «piadoso» y cumplir con mis «deberes religiosos», entonces mi relación con Dios se seca. Cuando es así, esta relación es solamente «correcta» pero sin amor. Tan sólo mi disponibilidad de ir al encuentro del prójimo, a testimoniarle mi amor, me hace también sensible ante Dios. Sólo el servicio al prójimo abre mis ojos a ese Dios hecho para mí y según su propia manera de amarme.

     Los santos –pongamos por ejemplo a la beata Teresa de Calcuta- en su encuentro con el Señor en la Eucaristía, han sacado toda su capacidad de amar al prójimo de manera siempre nueva y, recíprocamente, este encuentro ha adquirido todo su realismo y toda su profundidad precisamente gracias a su servicio a los otros.

     Amor a Dios y amor al prójimo son inseparables, es un único mandamiento. Sin embargo, los dos viven del amor solícito de Dios que nos ha amado el primero. Así, no se trata ya de un «mandamiento» que nos prescribe algo imposible desde el exterior sino, por el contrario, de una experiencia de amor, dada desde el interior, un amor que, por su naturaleza, debe ser compartido con los otros. El amor crece con el amor. El amor es «divino» porque viene de Dios y nos une a Dios y, a través de este proceso de unificación, nos transforma en un Nosotros, que sobrepasa nuestras divisiones y nos hace llegar a ser uno hasta que, al final, Dios sea «todo en todos».



viernes 20 Agosto 2010

San Bernardo



San Bernardo 
Doctor de la Iglesia, Año 1153  Nace en Borgoña, Francia (cerca de Suiza) en el año 1090. Sus padres tuvieron siete hijos y a todos los formaron estrictamente haciéndoles aprender el latín, la literatura y, muy bien aprendida, la religión.

Cuando Bernardo se fue de religioso, se llevó consigo a sus 4 hermanos varones, y un tío, dejando a su hermana a que cuidará al papá (la mamá ya había muerto) y el hermanito menor para que administrara las posesiones que tenían. Y un tiempo después, también él se fue de religioso. Y más tarde llegaron además al convento el papá y el esposo de la hermana (y ella también se fue de monja). Casos como este son más únicos que raros.

San Bernardo poseía todas las ventajas y cualidades que pueden hacer amable y simpático a un joven. Inteligencia viva y brillante. Temperamento bondadoso y alegre, se ganaba la simpatía de cuantos trataban con él. Esto y su físico lleno de vigor y lozanía era ocasión de graves peligros para su castidad y santidad.    Fundador de Claraval. En el convento del Císter demostró tales cualidades de líder y de santo, que a los 25 años (con sólo tres de religioso) fue enviado como superior a fundar un nuevo convento.

Escogió un sitio sumamente árido y lleno de bosques donde sus monjes tuvieran que derramar el sudor de su frente para poder cosechar algo, y le puso el nombre de Claraval, que significa valle muy claro, ya que allí el sol ilumina fuerte todo el día.   Supo infundir del tal manera fervor y entusiasmo a sus religiosos de Claraval, que habiendo comenzado con sólo 20 compañeros a los pocos años tenía 130 religiosos; de este convento de Claraval salieron monjes a fundar otros 63 conventos.

Entre todos los predicadores católicos quizás ninguno ha hablado con más cariño y emoción acerca de la Virgen Santísima como este gran santo. Él fue quien compuso aquellas últimas palabras de la Salve: "Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María". Y repetía la bella oración que dice: "Acuérdate oh Madre Santa, que jamás se oyó decir, que alguno a Ti haya acudido, sin tu auxilio recibir".   El pueblo vibraba de emoción cuando le oía clamar desde el púlpito con su voz sonora e impresionante. "Si se levantan las tempestades de tus pasiones, mira a la Estrella, invoca a María. Si la sensualidad de tus sentidos quiere hundir la barca de tu espíritu, levanta los ojos de la fe, mira a la Estrella, invoca a María.

Si el recuerdo de tus muchos pecados quiere lanzarte al abismo de la desesperación, lánzale una mirada a la Estrella del cielo y rézale a la Madre de Dios. Siguiéndola, no te perderás en el camino. Invocándola no te desesperarás. Y guiado por Ella llegarás seguramente al Puerto Celestial". Sus bellísimos sermones son leídos hoy, después de varios siglos, con verdadera satisfacción y gran provecho.   De carbonero a Pontífice.

Un hombre muy bien preparado le pidió que lo recibiera en su monasterio de Claraval. Para probar su virtud lo dedicó las primeras semanas a transportar carbón, y el otro lo hizo de muy buena voluntad. Después llegó a ser un excelente monje, y más tarde fue nombrado Sumo Pontífice: Honorio III.    El santo le escribió un famoso libro llamado "De consideratione", en el cual propone una serie de consejos importantísimos para que los que están en puestos elevados no vayan a cometer el gravísimo error de dedicarse solamente a actividades exteriores descuidando la oración y la meditación.

Y llegó a decirle: "Malditas serán dichas ocupaciones, si no dejan dedicar el debido tiempo a la oración y a la meditación".

NO ERES MÁS SANTO PORQUE NO ERES MÁS DEVOTO DE MARÍA.   (San Bernardo)




Oremos 
Dios nuestro, que hiciste que el abad San Bernardo, encendido en el celo de tu casa, no sólo ardiera en tu amor, sino que resplandeciera en tu Iglesia para iluminarla, concédenos, por su intercesión, que, animados de ese mismo espíritu, vivamos siempre como hijos de la luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.