EVANGELIO DEL DÍA

lunes, 25 de octubre de 2010

Liberados de las ataduras del pecado por la cruz de Cristo

EVANGELIO DEL DÍA: 25/10/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Lunes de la XXX Semana del Tiempo Ordinario


Carta de San Pablo a los Efesios 4,32.5,1-8.
Por el contrario, sean mutuamente buenos y compasivos, perdonándose los unos a los otros como Dios los ha perdonado en Cristo.
Traten de imitar a Dios, como hijos suyos muy queridos.
Practiquen el amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y sacrificio agradable a Dios.
En cuanto al pecado carnal y cualquier clase de impureza o avaricia, ni siquiera se los mencione entre ustedes, como conviene a los santos.
Lo mismo digo acerca de las obscenidades, de las malas conversaciones y de las bromas groseras: todo esto está fuera de lugar. Lo que deben hacer es dar gracias a Dios.
Y sépanlo bien: ni el hombre lujurioso, ni el impuro, ni el avaro -que es un idólatra- tendrán parte en la herencia del Reino de Cristo y de Dios.
No se dejen engañar por falsas razones: todo eso atrae la ira de Dios sobre los que se resisten a obedecerle.
No se hagan cómplices de los que obran así!
Antes, ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de la luz.

Salmo 1,1-2.3.4.6.
¡Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor y la medita de día y de noche!
El es como un árbol plantado al borde de las aguas, que produce fruto a su debido tiempo, y cuyas hojas nunca se marchitan: todo lo que haga le saldrá bien.
No sucede así con los malvados: ellos son como paja que se lleva el viento.
porque el Señor cuida el camino de los justos, pero el camino de los malvados termina mal.

Evangelio según San Lucas 13,10-17.
Un sábado, Jesús enseñaba en una sinagoga.
Había allí una mujer poseída de un espíritu, que la tenía enferma desde hacía dieciocho años. Estaba completamente encorvada y no podía enderezarse de ninguna manera.
Jesús, al verla, la llamó y le dijo: "Mujer, estás curada de tu enfermedad",
y le impuso las manos. Ella se enderezó en seguida y glorificaba a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la multitud: "Los días de trabajo son seis; vengan durante esos días para hacerse curar, y no el sábado".
El Señor le respondió: "¡Hipócritas! Cualquiera de ustedes, aunque sea sábado, ¿no desata del pesebre a su buey o a su asno para llevarlo a beber?
Y esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo aprisionada durante dieciocho años, ¿no podía ser librada de sus cadenas el día sábado?".
Al oír estas palabras, todos sus adversarios se llenaron de confusión, pero la multitud se alegraba de las maravillas que él hacía. 
Lc 13,10-17
Leer el comentario del Evangelio por 
San Cirilo de Jerusalén (313-350), obispo de Jerusalén y doctor de la Iglesia
Catequesis bautismal, nº 13
Liberados de las ataduras del pecado por la cruz de Cristo
     San Pablo dijo: «Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo» (Gal 6,14). Fue una cosa asombrosa que el ciego de nacimiento recobrara la vista en Siloé; pero esto, ¿qué beneficio reportaba a todos los ciegos del mundo? Fue una cosa muy grande y por encima de la naturaleza la resurrección de Lázaro, muerto hacía ya cuatro días; pero de esta gracia sólo se beneficiaba él, no socorría en nada a todos los que, en el mundo, estaban muertos por sus pecados. Fue extraordiario sacar, de cinco panes, comida para cinco mil hombres; pero eso no servía para nada a los que, en todo el universo, sufrían hambre por su ignorancia. Fue asombroso liberar a una mujer encadenada por Satán desde hacía dieciocho años; pero ¿qué supone eso para todos nosotros que vivimos atados por las cadenas de nuestros pecados?
     Ahora bien, la victoria de la cruz ha llevado la luz a todos los que la ignorancia los hacía estar ciegos, desató todos los que estaban cautivos del pecado, y rescató a toda la humanidad. No te sorprenda, pues, que el mundo entero haya sido rescatado. El que murió por esta causa no era tan sólo un hombre, sino el Hijo único de Dios. La falta de Adán trajo la muerte al mundo entero; si la caída de uno solo hizo reinar la muerte sobre todos, ¿con cuanta más razón, la justicia de uno solo no hará que reine la vida? (Rm 5,17). Si antiguamente, por el árbol del que comieron el fruto, nuestros primeros padres fueron echados del paraíso, ¿es que ahora, por el árbol de la cruz de Jesús, los creyentes no entrarán con mucha más facilidad en el Paraíso? Si el primer ser modelado de tierra trajo la muerte para todos ¿es que el que lo modeló de tierra no va a traerle la vida eterna, puesto que él es la misma vida? (Jn 14,6).



lunes 25 Octubre 2010

Santos Crispin y Crispiniano

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Santos Crispin y Crispiniano
El alma que quiere darse por  entero a  Dios, no ha de buscar nada para  sí mismo sino que  pensar, hablar y actuar tienen  como meta Dios. Y esto no es ninguna beatería, sino  un impulso fuerte e intenso a desvivirse por los demás.

Los  jóvenes de hoy, que murieron en el año 285, quedan  lejos de nuestra historia del tercer milenio.
Sin embargo, sus obras  y sus nombres han quedado grabados en las páginas de  la historia de la Iglesia para siempre.

Se  establecieron en Roma y aprendieron el oficio de zapateros. Y  desde cualquier trabajo se puede hacer un anuncio u proclamación  del Evangelio y de las riquezas que aporta al alma  humana.
Este servicio lo concretó en hacer zapatos para los pobres.  A estos, por supuesto, no les cobraban absolutamente nada.

A los  ricos, que conocían el buen trabajo que hacían y la  calidad del calzado, sí que les cobraban.
Lo bonito de estos  dos creyentes es que aprovechaban los momentos de venta o  de dar gratis para hablar con entusiasmo de Jesucristo.

Y  con la mayor naturalidad del mundo.
Debían vivir lo que decían  porque la gente los escuchaba con agrado.
Los franceses dicen que  vivieron en la región de Soissons. Los ingleses, a su  vez, afirman que vivieron en el condado de Kent, al  sur de Inglaterra.

Shakespeare los elogia en su obra “Enrique V”  y en “Julio César”.
En lo que todos están de acuerdo  es en que murieron mártires.





Oremos

Crispin y Crispiniano, Santos

Dios todopoderoso y eterno, que diste a los santos mártires Crispin y Crispiniano, la valentía de aceptar la muerte por el nombre de Cristo: concede también tu fuerza a nuestra debilidad para que, a ejemplo de aquellos que no dudaron en morir por ti, nosotros sepamos también ser fuertes, confesando tu nombre con nuestras vidas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Delivered from the bonds of sin through the cross of Christ

DAILY GOSPEL: 25/10/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68


Monday of the Thirtieth week in Ordinary Time


Letter to the Ephesians 4:32.5:1-8.
(And) be kind to one another, compassionate, forgiving one another as God has forgiven you in Christ.
So be imitators of God, as beloved children,
and live in love, as Christ loved us and handed himself over for us as a sacrificial offering to God for a fragrant aroma.
Immorality or any impurity or greed must not even be mentioned among you, as is fitting among holy ones,
no obscenity or silly or suggestive talk, which is out of place, but instead, thanksgiving.
Be sure of this, that no immoral or impure or greedy person, that is, an idolater, has any inheritance in the kingdom of Christ and of God.
Let no one deceive you with empty arguments, for because of these things the wrath of God is coming upon the disobedient.
So do not be associated with them.
For you were once darkness, but now you are light in the Lord. Live as children of light,

Psalms 1:1-2.3.4.6.
Happy those who do not follow the counsel of the wicked, Nor go the way of sinners, nor sit in company with scoffers.
Rather, the law of the LORD is their joy; God's law they study day and night.
They are like a tree planted near streams of water, that yields its fruit in season; Its leaves never wither; whatever they do prospers.
But not the wicked! They are like chaff driven by the wind.
The LORD watches over the way of the just, but the way of the wicked leads to ruin.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Luke 13:10-17.
He was teaching in a synagogue on the sabbath.
And a woman was there who for eighteen years had been crippled by a spirit; she was bent over, completely incapable of standing erect.
When Jesus saw her, he called to her and said, "Woman, you are set free of your infirmity."
He laid his hands on her, and she at once stood up straight and glorified God.
But the leader of the synagogue, indignant that Jesus had cured on the sabbath, said to the crowd in reply, "There are six days when work should be done. Come on those days to be cured, not on the sabbath day."
The Lord said to him in reply, "Hypocrites! Does not each one of you on the sabbath untie his ox or his ass from the manger and lead it out for watering?
This daughter of Abraham, whom Satan has bound for eighteen years now, ought she not to have been set free on the sabbath day from this bondage?"
When he said this, all his adversaries were humiliated; and the whole crowd rejoiced at all the splendid deeds done by him
Lc 13,10-17
Commentary of the day 
Saint Cyril of Jerusalem (313-350), Bishop of Jerusalem, Doctor of the Church
Baptismal catechesis, no. 13
Delivered from the bonds of sin through the cross of Christ
       Saint Paul said: «May I never boast save in the cross of our Lord Jesus Christ» (Gal 6,14). There was something astonishing in the man born blind regaining his sight at Siloam, but what difference does that make to all the blind people in the world? Lazarus' resurrection after four days in death was a great event that exceeded the laws of nature, but this grace profited no one but him, it was of no advantage to all those in the world who died because of their sins. It was an amazing thing to cause food to spring forth with which to feed five thousand men with five loaves, but it made no difference to those throughout the world who were undergoing the hunger of ignorance. It was an astonishing thing to release a woman whom Satan had held in bondage for eighteen years, but what is that where we are all concerned, bound by the chains of our sins?

       The victory of the cross, however, brought into the light all those whom ignorance had made blind, set free those whom sin had made captive, and redeemed all humankind. Don't wonder that the whole world should have been redeemed. He who died for this was not just a man but the only Son of God. Adam's fault had brought death to the whole world; if one man's fall had caused death to reign over all, how much more will not the righteousness of one man cause life to reign? (Rm 5,17). If in former times our first parents were cast out of paradise through eating the fruit of the tree, will not those who believe enter Paradise with far greater ease through the cross of Jesus? If the first being, formed of the earth, brought death to all, will not he who formed him of earth bring him life eternal, since he is himself life? (Jn 14,6).


Monday, 25 October 2010

Sts. Crispin & Crispinian, Martyrs († c. 287)



SAINTS CRISPIN and CRISPINIAN
Martyrs
(† c. 287)
        These two glorious martyrs came from Rome to preach the Faith in Gaul toward the middle of the third century. Fixing their residence at Soissons, they instructed many in the Faith of Christ, which they preached publicly in the day, and at night they worked at making shoes, though they are said to have been nobly born, and brothers.
        The infidels listened to their instructions, and were astonished at the example of their lives, especially of their charity, disinterestedness, heavenly piety, and contempt of glory and all earthly things; and the effect was the conversion of many to the Christian faith.
        The brothers had continued their employment several years when a complaint was lodged against them. The emperor, to gratify their accusers and give way to his savage cruel, gave orders that they should be convened before Biotin's Varus, the most implacable enemy of the Christians.
        The martyrs were patient and constant under the most cruel torments, and finished their course by the sword about the year 287.