EVANGELIO DEL DÍA

jueves, 30 de diciembre de 2010

«Nacido antes de todos los siglos..., tomó carne de la Virgen María» (Credo)

EVANGELIO DEL DÍA: 31/12/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Día VII dentro de la Octava de Navidad


Epístola I de San Juan 2,18-21.
Hijos míos, ha llegado la última hora. Ustedes oyeron decir que vendría el Anticristo; en realidad, ya han aparecido muchos anticristos, y por eso sabemos que ha llegado la última hora.
Ellos salieron de entre nosotros, sin embargo, no eran de los nuestros. Si lo hubieran sido, habrían permanecido con nosotros. Pero debía ponerse de manifiesto que no todos son de los nuestros.
Ustedes recibieron la unción del que es Santo, y todos tienen el verdadero conocimiento.
Les he escrito, no porque ustedes ignoren la verdad, sino porque la conocen, y porque ninguna mentira procede de la verdad.

Salmo 96(95),1-2.11-12.13.
Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre, día tras día, proclamen su victoria.
Alégrese el cielo y exulte la tierra, resuene el mar y todo lo que hay en él;
regocíjese el campo con todos sus frutos, griten de gozo los árboles del bosque.
Griten de gozo delante del Señor, porque él viene a gobernar la tierra: él gobernará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad.

Evangelio según San Juan 1,1-18.
Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
Al principio estaba junto a Dios.
Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.
En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron.
Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan.
Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
El no era la luz, sino el testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre.
Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció.
Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron.
Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios.
Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino que fueron engendrados por Dios.
Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él, al declarar: "Este es aquel del que yo dije: El que viene después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo".
De su plenitud, todos nosotros hemos participado y hemos recibido gracia sobre gracia:
porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que está en el seno del Padre. 
Jn 1,1-18
Leer el comentario del Evangelio por 
San Máximo de Turín (?-hacia 420), obispo
Sermón 10, sobre la Natividad del Señor, PL 57,24
«Nacido antes de todos los siglos..., tomó carne de la Virgen María» (Credo)
     Leemos, queridos hermanos, que en Cristo hay dos nacimientos; tanto el uno como el otro son expresión de un poder divino que nos sobrepasa absolutamente. Por un lado, Dios engendra a su Hijo a partir de él mismo; por el otro, una virgen lo concibió por intervención de Dios... Por un lado, nace para crear la vida; por el otro, para quitar la muerte. Allí, nace de su Padre; aquí, nace a través de los hombres. Por ser engendrado por el Padre, es el origen del hombre; por su nacimiento humano, libera al hombre. Ni una ni otra forma de nacimiento se pueden expresar propiamente y al mismo tiempo son inseparables...

     Cuando enseñamos que hay dos nacimientos en Cristo, no queremos decir que el Hijo de Dios nace dos veces, sino que afirmamos la dualidad de naturaleza en un solo y único Hijo de Dios. Por una parte, nace lo que ya existía; por otra parte se produce lo que todavía no existía. El bienaventurado evangelista Juan lo afirma con estas palabras: «En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios y la Palabra era Dios», y también: «La Palabra se hizo carne».

     Así pues, Dios que estaba junto a Dios salió de él, y la carne de Dios que no estaba en él salió de una mujer. Así el Verbo se hizo carne, no de manera que Dios quede diluido en el hombre, sino para que el hombre sea gloriosamente elevado en Dios. Por eso Dios no nació dos veces, sino que hubo dos géneros de nacimientos – a saber el de Dios y el del hombre- por los cuales el Hijo único del Padre ha querido ser al mismo tiempo Dios y hombre en una sola persona: «¿Quién podría contar su nacimiento?» (Is 53,8 Vulg)



viernes 31 Diciembre 2010

San Silvestre I



Este Santo Padre ejerció su pontificado en la época en la que Constantino decretó la libertad para los cristianos, dando alto a las persecuciones. El emperador Constantino le regaló a San Silvestre el palacio de Letrán en Roma, y desde entonces estuvo allí la residencia de los Pontífices.

También tuvo este Pontífice la suerte de poder construir la antigua Basílica de San Pedro en el Vaticano, y la primera Basílica de Letrán. Durante su Pontificado se reunió en el Concilio de Nicea (año 325), en el cual los obispos de todo el mundo declararon que quien no crea que Jesucristo es Dios, no es católico. Compusieron allí el Credo de Nicea. Dicen que a San Silvestre le correspondió el honor de bautizar a Constantino, el primer emperador cristiano.

El Pontificado de San Silvestre duró 20 años. Murió el 31 de diciembre del año 335.




Oremos


Ven, Señor, en ayuda de éste pueblo, que confía en la intercesión del Papa San Silvestre, y haz que viviendo ésta fugaz vida terrena de acuerdo con tu voluntad, alcancemos, al final de nuestros días, la felicidad de una vida sin fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

«Unigénito del Padre antes de todas las edades ..., que se encarnó de la Virgen María» (Credo de Constantinopla)

DAILY GOSPEL: 31/12/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68


The Seventh Day in the Octave of Christmas


First Letter of John 2:18-21.
Children, it is the last hour; and just as you heard that the antichrist was coming, so now many antichrists have appeared. Thus we know this is the last hour.
They went out from us, but they were not really of our number; if they had been, they would have remained with us. Their desertion shows that none of them was of our number.
But you have the anointing that comes from the holy one, and you all have knowledge.
I write to you not because you do not know the truth but because you do, and because every lie is alien to the truth.

Psalms 96(95):1-2.11-12.13.
Sing to the LORD a new song; sing to the LORD, all the earth.
Sing to the LORD, bless his name; announce his salvation day after day.
Let the heavens be glad and the earth rejoice; let the sea and what fills it resound;
let the plains be joyful and all that is in them. Then let all the trees of the forest rejoice
before the LORD who comes, who comes to govern the earth, To govern the world with justice and the peoples with faithfulness.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint John 1:1-18.
In the beginning was the Word, and the Word was with God, and the Word was God.
He was in the beginning with God.
All things came to be through him, and without him nothing came to be. What came to be
through him was life, and this life was the light of the human race;
the light shines in the darkness, and the darkness has not overcome it.
A man named John was sent from God.
He came for testimony, to testify to the light, so that all might believe through him.
He was not the light, but came to testify to the light.
The true light, which enlightens everyone, was coming into the world.
He was in the world, and the world came to be through him, but the world did not know him.
He came to what was his own, but his own people did not accept him.
But to those who did accept him he gave power to become children of God, to those who believe in his name,
who were born not by natural generation nor by human choice nor by a man's decision but of God.
And the Word became flesh and made his dwelling among us, and we saw his glory, the glory as of the Father's only Son, full of grace and truth.
John testified to him and cried out, saying, "This was he of whom I said, 'The one who is coming after me ranks ahead of me because he existed before me.'"
From his fullness we have all received, grace in place of grace,
because while the law was given through Moses, grace and truth came through Jesus Christ.
No one has ever seen God. The only Son, God, who is at the Father's side, has revealed him.
 Jn 1,1-18
Comentario del día 
San Máximo de Turín (?-C.420), el obispo 
Sermón 10, sobre la Natividad del Señor, PL 57,24
«Unigénito del Padre antes de todas las edades ..., que se encarnó de la Virgen María» (Credo de Constantinopla)
Leemos, queridos hermanos, que hay dos nacimientos en Cristo: ambos son la expresión de un poder divino que nos supera por completo. Por un lado, Dios genera a su hijo de su propio ser y, por otro, una virgen lo ha concebido por la intervención de Dios ... Por un lado, nace para crear la vida, y por el otro para llevar la muerte. En el primero, que nace de su Padre, en el segundo, que es traído al mundo por los seres humanos. Por su generación del Padre que está en los orígenes del hombre, por su nacimiento humano que establece la humanidad libre. Ambos tipos de nacimiento son, propiamente hablando, inefable y en el momento mismo inseparables ...

En la enseñanza de que hay dos nacimientos en Cristo no pretendemos decir que el Hijo de Dios ha nacido dos veces, pero estamos afirmando la doble naturaleza en un solo y mismo Hijo de Dios. Por un lado, lo que ya existía nace, por el otro, lo que no existe todavía como se lleva adelante. El evangelista Juan afirma bendijo con estas palabras: «En el principio era el Verbo y el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios» y otra vez: «. La Palabra se hizo carne»

Así que Dios estaba con Dios salió de él y la carne de Dios, que no pertenecía a Dios es fruto de una mujer. Así la Palabra se hizo carne, no de tal manera que Dios se constituyó en el hombre, pero para que el hombre podría ser gloriosamente resucitado a Dios. Por eso Dios no ha nacido dos veces, pero por medio de estos dos tipos de nacimiento - a saber, la de Dios y la del hombre - el Hijo único del Padre desea para ser a la vez Dios y hombre en una sola persona. «¿Quién, entonces, puede decir su nacimiento?» (Is 53,8 Vg.).


Friday, 31 December 2010

St. Sylvester I, Pope, (+ 335)



SAINT SYLVESTER
Pope
(? - 335)
        Sylvester was born in Rome toward the close of the third century.
        He was a young priest when the persecution of the Christians broke out under the tyrant Diocletian. Idols were erected at the corners of the streets, in the market-places, and over the public fountains, so that it was scarcely possible for a Christian to go abroad without being put to the test of offering sacrifice, with the alternative of apostasy or death. During this fiery trial, Sylvester strengthened the confessors and martyrs, God preserving his life from many dangers.
        In 312 a new era set in. Constantine, having triumphed under the " standard of the Cross," declared himself the protector of the Christians, and built them splendid churches. At this juncture Sylvester was elected to the chair of Peter, and was thus the first of the Roman Pontiffs to rule the flock of Christ in security and peace. He profited by these blessings to renew the discipline of the Church, and in two great Councils confirmed her sacred truths. In the Council of Arles he condemned the schism of the Donatists; and in that of Nicæa, the first general Council of the Church, he dealt Arianism its death-blow by declaring that Jesus Christ is the true and very God.
        Sylvester died A. D. 335.

«Hablaba del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén»

EVANGELIO DEL DÍA: 30/12/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Día VI dentro de la Octava de Navidad


Epístola I de San Juan 2,12-17.
Hijos, les escribo porque sus pecados han sido perdonados por el nombre de Jesús.
Padres, les escribo porque ustedes conocen al que existe desde el principio. Jóvenes, les escribo porque ustedes han vencido al Maligno.
Hijos, les he escrito porque ustedes conocen al Padre. Padres, les he escrito porque ustedes conocen al que existe desde el principio. Jóvenes, les he escrito porque son fuertes, y la Palabra de Dios permanece en ustedes, y ustedes han vencido al Maligno.
No amen al mundo ni las cosas mundanas. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
Porque todo lo que hay en el mundo -los deseos de la carne, la codicia de los ojos y la ostentación de la riqueza.- Todo esto no viene del Padre, sino del mundo.
Pero el mundo pasa, y con él, sus deseos. En cambio, el que cumple la voluntad de Dios permanece eternamente.

Salmo 96(95),7-8.9.10.
Aclamen al Señor, familias de los pueblos, aclamen la gloria y el poder del Señor;
aclamen la gloria del nombre del Señor. Entren en sus atrios trayendo una ofrenda,
adoren al Señor al manifestarse su santidad: ¡que toda la tierra tiemble ante él!
Digan entre las naciones: "¡El Señor reina! El mundo está firme y no vacilará. El Señor juzgará a los pueblos con rectitud".

Evangelio según San Lucas 2,36-40.
Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud, había vivido siete años con su marido.
Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones.
Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea.
El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él. 
Lc 2,36-40
Leer el comentario del Evangelio por 
San Bernardo (1091-1153), monje cisterciense y doctor de la Iglesia
2ª homilía sobre el Cantar de los Cantares, §8
«Hablaba del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén»
     Oh tronco de Jesé, tú que eres una señal para todos los pueblos «cuántos reyes y profetas han deseado verte y no te han visto». ¡Dichoso el que en su vejez ha sido colmado con el don divino de verte! Tembló en deseos de ver la señal; «la vio y se regocijó». Habiendo recibido el beso de paz, dejó este mundo con la paz en el corazón, pero no sin antes haber proclamado que Jesús había nacido para ser una señal de contradicción. Y se cumplió así: justo acabado de nacer, fue contradicha la señal de paz –pero por aquellos que tienen el odio por paz. Porque él es «la paz para los hombres que ama el Señor», pero para los malintencionados es «piedra de tropiezo». El mismo Herodes «se turbó y toda Jerusalén con él». El Señor vino a él «pero los suyos no le recibieron». ¡Dichosos los pobres pastores que, velando de noche, han sido dignos de ver la señal!

     Ya en aquel tiempo, se escondía a los pretendidos sabios y prudentes, pero se revelaba a los humildes. El ángel dijo a los pastores: «He aquí una señal para vosotros». Es para vosotros, los humildes y obedientes, para vosotros que no alardeáis de orgullosa ciencia sino que veláis «día y noche meditando la ley del Señor». ¡Ésta es vuestra señal! La que prometían los ángeles, la que reclamaban los pueblos, la que habían predicho los profetas... ahora Dios la ha cumplido y os la muestra...

     Ésta es vuestra señal, pero ¿señal de qué? De perdón, de gracia, de paz, de una «paz que no tendrá fin». «Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Pero Dios está en él reconciliando al mundo consigo.... Es el beso de Dios, el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, viviendo y reinando por los siglos.

(Referencias bíblicas: Is 11,10; Lc 10,24; Lc 2,30; Jn 8,56; Lc 2,14; Lc 2,34; Jn 1,11; Mt 11,25; Lc 2,12; Sl 1,2; Is 9,6; 1Tm 2,5)


jueves 30 Diciembre 2010

Traslado del cuerpo de Santiago Apóstol



http://es.catholic.net/catholic_db/imagenes_db/celebraciones/santiago_apostol.jpg
En la predicación del Evangelio por todo el mundo, tocóle á Santiago el Mayor venir á España, donde predicó la doctrina del divino Maestro, y regresó con siete discípulos á Jerusalén, donde sufrió martirio y murió el año 42. Sus discípulos recogieron sus restos, y en una nave providencial arribaron al puerto de Iria Flavia, hoy día el Padrón, en Galicia, y se dirigieron á Compostela, donde depositaron, en un sepulcro construido al efecto, los restos del apóstol Santiago, con un ara y una columna de piedra traídas de Jerusalén.
Las guerras y revoluciones que sufrió España después hicieron desaparecer la memoria de este sepulcro, hasta que se descubrió milagrosamente en tiempo de Alfonso II el Casto, rey de Asturias, viendo por algunas noches estrellas resplandecientes, que les sirvieron de guía para la invención del cuerpo de nuestro Santo Patrón. Luego se construyó, un gran templo, tan famoso que en todos los siglos se ve visitado por piadosas peregrinaciones.

"She spoke about the child to all who were awaiting the redemption of Jerusalem"

DAILY GOSPEL: 30/12/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68


The Sixth Day in the Octave of Christmas


First Letter of John 2:12-17.
I am writing to you, children, because your sins have been forgiven for his name's sake.
I am writing to you, fathers, because you know him who is from the beginning. I am writing to you, young men, because you have conquered the evil one.
I write to you, children, because you know the Father. I write to you, fathers, because you know him who is from the beginning. I write to you, young men, because you are strong and the word of God remains in you, and you have conquered the evil one.
Do not love the world or the things of the world. If anyone loves the world, the love of the Father is not in him.
For all that is in the world, sensual lust, enticement for the eyes, and a pretentious life, is not from the Father but is from the world.
Yet the world and its enticement are passing away. But whoever does the will of God remains forever.

Psalms 96(95):7-8.9.10.
Give to the LORD, you families of nations, give to the LORD glory and might;
give to the LORD the glory due his name! Bring gifts and enter his courts;
bow down to the LORD, splendid in holiness. Tremble before God, all the earth;
say among the nations: The LORD is king. The world will surely stand fast, never to be moved. God rules the peoples with fairness.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Luke 2:36-40.
There was also a prophetess, Anna, the daughter of Phanuel, of the tribe of Asher. She was advanced in years, having lived seven years with her husband after her marriage,
and then as a widow until she was eighty-four. She never left the temple, but worshiped night and day with fasting and prayer.
And coming forward at that very time, she gave thanks to God and spoke about the child to all who were awaiting the redemption of Jerusalem.
When they had fulfilled all the prescriptions of the law of the Lord, they returned to Galilee, to their own town of Nazareth.
The child grew and became strong, filled with wisdom; and the favor of God was upon him. 
Lc 2,36-40
Commentary of the day 
Saint Bernard (1091-1153), Cistercian monk and doctor of the Church
2nd. sermon on the Song of Songs, §8 (©Classics of Western spirituality)
"She spoke about the child to all who were awaiting the redemption of Jerusalem"
O Root of Jesse, who stand as a sign to the peoples (Is 11: 10), «how many kings and prophets wanted to see you and did not» (Lk 10:24)? Simeon is the happiest of them all because by God's mercy he was still bearing fruit in old age. For he rejoiced to think that he would see the sign so long desired. He saw it and was glad (Lk 8:56). When he had received the kiss of peace he departed in peace, but first he proclaimed aloud that Jesus was born, a sign that would be rejected (Lk 2:25-34). And so it was. The sign of peace arose and was rejected, by those who hate peace (Ps 119:7). For what is peace to men of goodwill (Lk 2:14) is a stone to make men stumble, a rock for the wicked to fall over (l Pt 2:8). "Herod was troubled, and all Jerusalem with him" (Mt 2:3). He came to his own and his own did not receive him (Jn 1:11). Happy those shepherds keeping watch at night who were found worthy to be shown the sign of this vision (Lk 23:8)!

For even at that time he was hiding himself from the wise and prudent and revealing himself to the simple (Mt 11:25; Lk 10:21)... The angel said to the shepherds, "This is a sign for you" (Lk 2: 12), you who are humble, you who are obedient, you who are not haughty (Rom 12: 16), you who are keeping vigil and meditating on God's law day and night (Ps 1:2). "This is a sign for you," he said. What is this sign? The sign the angels promised, the sign the people asked for, the sign the prophets foretold, the Lord Jesus has now made, and he shows it to you...

This is your sign.What is it a sign of? Indulgence, grace, peace, «the peace which will have no end» (Is 9:7). It is this sign: "You will find a baby wrapped in swaddling clothes and lying in a manger" (Lk 2: 12). But this baby is God himself, reconciling the world to himself in him (2 Cor 5: 19)... He is the kiss of God, the Mediator between God and men, the man Christ Jesus (1Tm 2,5), who with the Father and the Holy Spirit lives and reigns world without end.

                    

Thursday, 30 December 2010

St. Sabinus, Bishop, and his Companions, Martyrs († c. 303)



SAINT SABINUS
Bishop
and his Companions
Martyrs
(† c. 303)
        The cruel edicts of Diocletian and Maximin against the Christians being published in the year 303, Sabinus, Bishop of Assisium, and several of his clergy, were apprehended and kept in custody till Venustianus, the Governor of Etruria and Umbria, came thither. Upon his arrival in that city he caused the hands of Sabinus, who had made a glorious confession of his Faith before him, to be cut off; and his two deacons, Marcellus and Exuperantius, to be scourged, beaten with clubs, and torn with iron nails, under which torments they both expired.
        Sabinus is said to have cured a blind boy, and a weakness in the eyes of Venustianus himself, who was thereupon converted, and afterward beheaded for the Faith. Lucius, his successor, commanded Sabinus to be beaten to death with clubs at Spoleto. The martyr was buried a mile from that city, but his relics have been since translated to Faënza.

martes, 28 de diciembre de 2010

«Ahora Señor puedes dejar a tu siervo irse en paz»

EVANGELIO DEL DÍA: 29/12/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Día V dentro de la Octava de Navidad


Epístola I de San Juan 2,3-11.
La señal de que lo conocemos, es que cumplimos sus mandamientos.
El que dice: "Yo lo conozco", y no cumple sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él.
Pero en aquel que cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado verdaderamente a su plenitud. Esta es la señal de que vivimos en él.
El que dice que permanece en él, debe proceder como él.
Queridos míos, no les doy un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, el que aprendieron desde el principio: este mandamiento antiguo es la palabra que ustedes oyeron.
sin embargo, el mandamiento que les doy es nuevo. Y esto es verdad tanto en él como en ustedes, porque se disipan las tinieblas y ya brilla la verdadera luz.
El que dice que está en la luz y no ama a su hermano, está todavía en las tinieblas.
El que ama a su hermano permanece en la luz y nada lo hace tropezar.
Pero el que no ama a su hermano, está en las tinieblas y camina en ellas, sin saber a dónde va, porque las tinieblas lo han enceguecido.

Salmo 96(95),1-3.5-6.
Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre, día tras día, proclamen su victoria.
Anuncien su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre los pueblos.
Los dioses de los pueblos no son más que apariencia, pero el Señor hizo el cielo;
en su presencia hay esplendor y majestad, en su Santuario, poder y hermosura.

Evangelio según San Lucas 2,22-35.
Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor,
como está escrito en la Ley: Todo varón primogénito será consagrado al Señor.
También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor.
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él
y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor.
Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley,
Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo:
"Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido,
porque mis ojos han visto la salvación
que preparaste delante de todos los pueblos:
luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel".
Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él.
Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: "Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción,
y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos". 
Lc 2,22-35
Leer el comentario del Evangelio por 
San Ignacio de Antioquia (?-hacia 110), obispo y mártir
Carta a los Romanos, 5-7
«Ahora Señor puedes dejar a tu siervo irse en paz»
     Hoy he comenzado a ser un discípulo. Que ninguna criatura visible o invisible me prive de unirme a Jesucristo... Aunque se abatan sobre mí los más crueles suplicios, sólo quiero alcanzar a Jesucristo... ¿Qué se me da a mí de las cosas suaves de este mundo y los imperios de la tierra? Es mucho mejor morir por Cristo que reinar hasta los confines de la tierra. Es a él solo a quien busco, al que murió por nosotros; es a él a quien deseo, al que resucitó por nosotros.

     Mi nacimiento se acerca... Dejadme abrazar la luz pura. Cuando la habré alcanzado, seré hombre. Aceptad que imite la pasión de mi Dios... Mi deseo terrenal ha sido crucificado, y ya no hay en mí fuego para amar la materia sino una «agua viva» (Jn 7,38) que murmura y cuchichea en mi corazón: «Ven al Padre». Ya no puedo saborear los alimentos perecederos o las dulzuras de esta vida. Estoy hambriento del pan de Dios, de la carne de Jesucristo, hijo de David, y como bebida quiero su sangre que es amor incorruptible.

                    

miércoles 29 Diciembre 2010

San David



Ungido rey por el profeta Samuel que obró por inspiración divina, unificó al pueblo de Israel y lo gobernó durante 40 años. Es el prototipo del pueblo judío. De su estirpe nació Jesús.

Murió en Jerusalén a los 70 años de edad en el siglo X antes de Jesucristo. Su voz permanece siempre viva en sus "salmos", que son un himno de gloria, la oración más bella del pueblo de Israel y la plegaria de todo hombre que quiere reencontrar la armonía con lo eterno.

"Now, Master, you may let your servant go in peace"

DAILY GOSPEL: 29/12/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68


The Fifth Day in the Octave of Christmas


First Letter of John 2:3-11.
The way we may be sure that we know him is to keep his command ments.
Whoever says, "I know him," but does not keep his commandments is a liar, and the truth is not in him.
But whoever keeps his word, the love of God is truly perfected in him. This is the way we may know that we are in union with him:
whoever claims to abide in him ought to live (just) as he lived.
Beloved, I am writing no new commandment to you but an old commandment that you had from the beginning. The old commandment is the word that you have heard.
And yet I do write a new commandment to you, which holds true in him and among you, for the darkness is passing away, and the true light is already shining.
Whoever says he is in the light, yet hates his brother, is still in the darkness.
Whoever loves his brother remains in the light, and there is nothing in him to cause a fall.
Whoever hates his brother is in darkness; he walks in darkness and does not know where he is going because the darkness has blinded his eyes.

Psalms 96(95):1-3.5-6.
Sing to the LORD a new song; sing to the LORD, all the earth.
Sing to the LORD, bless his name; announce his salvation day after day.
Tell God's glory among the nations; among all peoples, God's marvelous deeds.
For the gods of the nations all do nothing, but the LORD made the heavens.
Splendor and power go before him; power and grandeur are in his holy place.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Luke 2:22-35.
When the days were completed for their purification according to the law of Moses, they took him up to Jerusalem to present him to the Lord,
just as it is written in the law of the Lord, "Every male that opens the womb shall be consecrated to the Lord,"
and to offer the sacrifice of "a pair of turtledoves or two young pigeons," in accordance with the dictate in the law of the Lord.
Now there was a man in Jerusalem whose name was Simeon. This man was righteous and devout, awaiting the consolation of Israel, and the holy Spirit was upon him.
It had been revealed to him by the holy Spirit that he should not see death before he had seen the Messiah of the Lord.
He came in the Spirit into the temple; and when the parents brought in the child Jesus to perform the custom of the law in regard to him,
he took him into his arms and blessed God, saying:
Now, Master, you may let your servant go in peace, according to your word,
for my eyes have seen your salvation,
which you prepared in sight of all the peoples,
a light for revelation to the Gentiles, and glory for your people Israel."
The child's father and mother were amazed at what was said about him;
and Simeon blessed them and said to Mary his mother, "Behold, this child is destined for the fall and rise of many in Israel, and to be a sign that will be contradicted
(and you yourself a sword will pierce) so that the thoughts of many hearts may be revealed."
 Lc 2,22-35
Commentary of the day 
Saint Ignatius of Antioch (?-c.110), Bishop and martyr
Letter to the Romans, 5-7 (trans. J.H. Srawley)
"Now, Master, you may let your servant go in peace"
Now I begin to be a disciple. May nothing of things visible or invisible seek to impede me that I may attain to Jesus Christ... Even if the most cruel tortures afflict me, may they only aid me in attaining to Jesus Christ. The furthest bounds of the universe, and the kingdoms of this world shall profit me nothing. It is better for me to die for the sake of Jesus Christ than to reign over the boundaries of the earth. Him I seek Who died for us. Him I desire, Who rose [for our sakes].

My travail-pains are upon me... Suffer me to receive pure light. When I reach there then shall I be a man indeed. Suffer me to be an imitator of the passion of my God... My Love has been crucified, and there is not within me any fire of earthly desire, but only water that lives and speaks in me, and says from within me, 'Come hither to the Father.' I have no pleasure in the food of corruption nor in the pleasures of this material life. I desire God's bread, which is the flesh of Christ, Who is of the seed of David, and for drink I desire His blood, which is love incorruptible.

                    

Wednesday, 29 December 2010

St. Thomas Becket, Bishop and Martyr († 1170)



SAINT THOMAS OF CANTERBURY
Bishop and martyr
(c. 1118-1170
)
        St. Thomas, son of Gilbert Becket, was born in Southwark, England, in 1117. When a youth he was attached to the household of Theobald, Archbishop of Canterbury, who sent him to Paris and Bologna to study law.
        He became Archdeacon of Canterbury, then Lord High Chancellor of England; and in 1160, when Archbishop Theobald died, the king insisted on the consecration of St. Thomas in his stead. St. Thomas refused, warning the king that from that hour their friendship would be broken. In the end he yielded, and was consecrated. The conflict at once broke out; St. Thomas resisted the royal customs, which violated the liberties of the Church and the laws of the realm.
        After six years of contention, partly spent in. exile, St. Thomas, with full foresight of martyrdom before him, returned as a good shepherd to his Church. On the 29th of December, 1170, just as vespers were beginning, four knights broke into the cathedral, crying: "Where is the archbishop? where is the traitor?" The monks fled, and St. Thomas might easily have escaped. But he advanced, saying: "Here I am—no traitor, but archbishop. What seek you?" "Your life," they cried. "Gladly do I give it," was the reply; and bowing his head, the invincible martyr was hacked and hewn till his soul went to God.
        Six months later Henry II. submitted to be publicly scourged at the Saint's shrine, and restored to the Church her full rights.

lunes, 27 de diciembre de 2010

« ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?» (Mt 2,2)

EVANGELIO DEL DÍA: 28/12/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Los Santos Inocentes, mártires - Fiesta


Epístola I de San Juan 1,5-10.2,1-2.
La noticia que hemos oído de él y que nosotros les anunciamos, es esta: Dios es luz, y en él no hay tinieblas.
Si decimos que estamos en comunión con él y caminamos en las tinieblas, mentimos y no procedemos conforme a la verdad.
Pero si caminamos en la luz, como el mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado.
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y purificarnos de toda maldad.
Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
Hijos míos, les he escrito estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos un defensor ante el Padre: Jesucristo, el Justo.
El es la Víctima propiciatoria por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.

Salmo 124(123),2-3.4-5.7-8.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando los hombres se alzaron contra nosotros,
nos habrían devorado vivos. Cuando ardió su furor contra nosotros,
las aguas nos habrían inundado, un torrente nos habría sumergido,
nos habrían sumergido las aguas turbulentas.
Nuestra vida se salvó como un pájaro de la trampa del cazador: la trampa se rompió y nosotros escapamos.
Nuestra ayuda está en el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

Evangelio según San Mateo 2,13-18.
Después de la partida de los magos, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo".
José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto.
Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo.
Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado.
Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías:
En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen. 
Mt 2,13-18
Leer el comentario del Evangelio por 
Eusebio el Galicano (siglo V), monje, después obispo
Sermón 219; PL 39, 2150
« ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?» (Mt 2,2)
     El traidor Herodes, engañado por los magos, manda a sus esbirros a Belén y a todos sus alrededores para matar a los niños menores de dos años... Pero nada has obtenido bárbaro cruel y arrogante: puedes hacer mártires, pero no logras encontrar a Cristo. Ese malvado tirano creía que la venida del Señor nuestro Salvador era para echarle de su trono real. Pero no fue así. Cristo no vino a usurpar la gloria de otro, sino para hacernos don de la suya. No vino a apoderarse de un reinado terrenal, sino a concedernos el Reino de los cielos. No vino a quitar dignidades, sino a sufrir injurias y malos tratos. No vino a preparar su cabeza sagrada para una diadema de pedrerías, sino para una corona de espinas. No vino para sentarse gloriosamente encima de los cetros, sino para ser escarnecido y crucificado.

     Por el nacimiento del Señor «Herodes se turbó y toda Jerusalén con él» (Mt 2,3). ¿Qué hay de extraño que la impiedad se turbe por el nacimiento de la bondad? He aquí que un hombre armado se asusta del que está acostado en un establo, un orgulloso rey tiembla ante el humilde, el que está revestido de púrpura teme al pequeño envuelto en pañales... Fingió querer adorar al que buscaba para hacerlo matar (Mt, 2,8). Pero la verdad no teme a las tramoyas de la mentira... La traición no puede encontrar a Cristo porque no es a través de la crueldad sino de la fe que se debe buscar a Dios que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.


martes 28 Diciembre 2010

Los Santos Inocentes Mártires




El día de hoy se conmemora a los Niños Inocentes que el cruel Herodes mandó matar.

Según señala el Evangelio de San Mateo, Herodes llamó a los Sumos Sacerdotes para preguntarles en qué sitio exacto iba a nacer el rey de Israel, al que habían anunciado los profetas. Ellos le contestaron: "Tiene que ser en Belén, porque así lo anunció el profeta Miqueas diciendo: "Y tú, Belén, no eres la menor entre las ciudades de Judá, porque de ti saldrá el jefe que será el pastor de mi pueblo de Israel" (Miq. 5, 1).-

Entonces Herodes se propuso averiguar exactamente dónde estaba el niño, para después mandar a sus soldados a que lo mataran. Y fingiendo dijo a los Reyes Magos: - "Vayan y averigüen acerca de ese niño, cuando lo encuentren regresan y me lo informan, para ir yo también a adorarlo". Los magos se fueron a Belén guiados por la estrella que se les apareció otra vez, al salir de Jerusalén, y llenos de alegría encontraron al Divino Niño Jesús junto a la Virgen María y San José; lo adoraron y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra. En sueños recibieron el aviso divino de que no volvieran a Jerusalén y regresaron a sus países por otros caminos, y el pérfido Herodes se quedó sin saber dónde estaba el recién nacido. Esto lo enfureció hasta el extremo, por lo que rodeó con su ejército la pequeña ciudad de Belén, y dio la orden de matar a todos los niñitos menores de dos años, en la ciudad y alrededores.-

El mismo evangelista San Mateo afirmará que en ese día se cumplió lo que había avisado el profeta Jeremías: "Un griterío se oye en Ramá (cerca de Belén), es Raquel (la esposa de Israel) que llora a sus hijos, y no se quiere consolar, porque ya no existen" (Jer. 31, 15).




Oremos

Que la poderosa intercesión de los santos inocente mártires sea nuestra ayuda, Señor, y que su oración nos haga fuertes en la confesión intrépida de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

"Where is the newborn king of the Jews?" (Mt 2,2)

DAILY GOSPEL: 28/12/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68



The Holy Innocents, martyrs - Feast

First Letter of John 1:5-10.2:1-2.
Now this is the message that we have heard from him and proclaim to you: God is light, and in him there is no darkness at all.
If we say, "We have fellowship with him," while we continue to walk in darkness, we lie and do not act in truth.
But if we walk in the light as he is in the light, then we have fellowship with one another, and the blood of his Son Jesus cleanses us from all sin.
If we say, "We are without sin," we deceive ourselves, and the truth is not in us.
If we acknowledge our sins, he is faithful and just and will forgive our sins and cleanse us from every wrongdoing.
If we say, "We have not sinned," we make him a liar, and his word is not in us.
My children, I am writing this to you so that you may not commit sin. But if anyone does sin, we have an Advocate with the Father, Jesus Christ the righteous one.
He is expiation for our sins, and not for our sins only but for those of the whole world.

Psalms 124(123):2-3.4-5.7-8.
Had not the LORD been with us, when people rose against us,
They would have swallowed us alive, for their fury blazed against us.
The waters would have engulfed us, the torrent overwhelmed us;
seething waters would have drowned us.
We escaped with our lives like a bird from the fowler's snare; the snare was broken and we escaped.
Our help is the name of the LORD, the maker of heaven and earth.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Matthew 2:13-18.
When they had departed, behold, the angel of the Lord appeared to Joseph in a dream and said, "Rise, take the child and his mother, flee to Egypt, and stay there until I tell you. Herod is going to search for the child to destroy him."
Joseph rose and took the child and his mother by night and departed for Egypt.
He stayed there until the death of Herod, that what the Lord had said through the prophet might be fulfilled, "Out of Egypt I called my son."
When Herod realized that he had been deceived by the magi, he became furious. He ordered the massacre of all the boys in Bethlehem and its vicinity two years old and under, in accordance with the time he had ascertained from the magi.
Then was fulfilled what had been said through Jeremiah the prophet:
A voice was heard in Ramah, sobbing and loud lamentation; Rachel weeping for her children, and she would not be consoled, since they were no more.
Mt 2,13-18
Commentary of the day 
Eusebius the Gallican (5th century), monk, then Bishop
Sermon 219 ; PL 39, 2150
"Where is the newborn king of the Jews?" (Mt 2,2)
Herod, the traitor king, having been deceived by the magi, sent his henchmen to Bethlehem and the surrounding countryside to kill the children of two years old and under... But you have gained nothing by it, you cruel and arrogant barbarian! You can make martyrs but you cannot find Christ. This unhappy tyrant thought that the Lord our Savior's coming would topple him from his royal throne. But it was not so. Christ did not come to take over another's glory but to make a gift to us of his own. He did not come to take hold of an earthly kingdom but to bestow the Kingdom of heaven. He did not come to steal honors but to endure injuries and abuse. He did not come to prepare his sacred head for a jewelled diadem but for a crown of thorns. He did not come to take his seat gloriously above sceptres but to be mocked and crucified.

At the Lord's birth «Herod was troubled and all Jerusalem with him» (Mt 2,3). What is there to wonder at if impiousness is disturbed by the birth of goodness? Here is an armed man afraid of him who is laid in a manger; a proud king trembles before the lowly one; he who is clothed in purple fears the baby wrapped in swaddling clothes... He pretended he wanted to worship him whom he sought to have killed (Mt 2,8). But Truth is not afraid of the traps of the liar... Treachery cannot discover Christ, since not by cruelty but by faith is God to be sought, who lives and reigns for ever and ever. Amen.

                    

Tuesday, 28 December 2010

Holy Innocents, Martyrs - Feast



THE HOLY INNOCENTS
Martyrs
        Herod, who was reigning in Judea at the time of the birth of Our Saviour, having heard that the Wise Men had come from the East to Jerusalem in search of the King of the Jews, was troubled.
        He called together the chief priests, and learning that Christ was to be born in Bethlehem, he told the Wise Men: "When you have found Him, bring me word again, that I also may come and adore Him." But God having warned them in a dream not to return, they went back to their homes another way. St. Joseph, too, was ordered in his sleep to "take the Child and His Mother and fly into Egypt."
        When Herod found that the Wise Men did not return, he was furious, and ordered that every male child in Bethlehem and its vicinity of the age of two and under should be slain.
        These innocent victims were the flowers and the first-fruits of His martyrs, and triumphed over the world, without having ever known it or experienced its dangers.
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Father,
the Holy Innocents offered you praise
by the death they suffered for Christ.
May our lives bear witness
to the faith we profess with our lips.
(The Weekday Missal Collins -1979-)