EVANGELIO DEL DÍA

miércoles, 21 de abril de 2010

«This bread that came down from heaven, whoever eats it will live forever»

DAILY GOSPEL: 22/04/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68

Thursday of the Third week of Easter

Acts of the Apostles 8:26-40.
The angel of the Lord spoke to Philip,  «Get up and head south on the road  that goes down from Jerusalem to Gaza, the desert route.»
So he got up and set out. Now there was an Ethiopian eunuch, a court official of the Candace, that is, the queen of the Ethiopians, in charge of her entire treasury, who had come to Jerusalem to worship,
and was returning home. Seated in his chariot, he was reading the prophet Isaiah.
The Spirit said to Philip, "Go and join up with that chariot."
Philip ran up and heard him reading Isaiah the prophet and said, "Do you understand what you are reading?"
He replied, "How can I, unless someone instructs me?" So he invited Philip to get in and sit with him.
This was the scripture passage he was reading: "Like a sheep he was led to the slaughter, and as a lamb before its shearer is silent, so he opened not his mouth.
In (his) humiliation justice was denied him. Who will tell of his posterity? For his life is taken from the earth."
Then the eunuch said to Philip in reply, "I beg you, about whom is the prophet saying this? About himself, or about someone else?"
Then Philip opened his mouth and, beginning with this scripture passage, he proclaimed Jesus to him.
As they traveled along the road they came to some water, and the eunuch said, "Look, there is water. What is to prevent my being baptized?"

Then he ordered the chariot to stop, and Philip and the eunuch both went down into the water, and he baptized him.
When they came out of the water, the Spirit of the Lord snatched Philip away, and the eunuch saw him no more, but continued on his way rejoicing.
Philip came to Azotus, and went about proclaiming the good news to all the towns until he reached Caesarea.

Psalms 66(65):8-9.16-17.20.
Bless our God, you peoples; loudly sound his praise,
Who has kept us alive and not allowed our feet to slip.
Come and hear, all you who fear God, while I recount what has been done for me.
I called to the Lord with my mouth; praise was upon my tongue.
Blessed be God, who did not refuse me the kindness I sought in prayer.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint John 6:44-51.
Jesus said to the crowds:  «No one can come to me unless the Father who sent me draw him,  and I will raise him on the last day.
It is written in the prophets: 'They shall all be taught by God.' Everyone who listens to my Father and learns from him comes to me.
Not that anyone has seen the Father except the one who is from God; he has seen the Father.
Amen, amen, I say to you, whoever believes has eternal life.
I am the bread of life.
Your ancestors ate the manna in the desert, but they died;
this is the bread that comes down from heaven so that one may eat it and not die.
I am the living bread that came down from heaven; whoever eats this bread will live forever; and the bread that I will give is my flesh for the life of the world." 
 Jn 6,44-51
Commentary of the day 
Saint Peter Damian (1007-1072), hermit then Bishop, Doctor of the Church
Sermon 45
«This bread that came down from heaven, whoever eats it will live forever»
      The Virgin Mary gave birth to Jesus Christ, she warmed him in her arms, wrapped him in swaddling clothes and surrounded him with motherly care. This is the same Jesus whose body we now receive and whose redeeming blood we drink in the sacrament of the altar. This is what the Catholic Faith professes; this is what the Church teaches faithfully.



      No human language could sufficiently glorify the one in whom, as we know, «the mediator between God and humankind» took flesh (1Tm 2,5). No human praise is adequate for the one whose pure womb produced the fruit that is food for our souls and who testifies by his own words: «I am the living bread that came down from heaven; whoever eats this bread will live forever». And indeed, we who have been cast out of Paradise because of a fruit also find the joys of Paradise again by means of food of another kind. Eve took and ate one kind of food and we were condemned to an eternal fast; Mary brought forth another kind of food and the doors of the heavenly banquet were opened wide.



Thursday, 22 April 2010

St Soter, Pope and martyr (+ 175)



SAINT SOTER
Pope & Martyr
(+ 175)
        St. Soter was raised to the papacy upon the death of St. Anicetus, in 166. By the sweetness of his discourses he comforted all persons with the tenderness of a father, and assisted the indigent with liberal alms, especially those who suffered for the faith.
        He liberally extended his charities, according to the custom of his predecessors, to remote churches, particularly to that of Corinth, to which he addressed an excellent letter, as St. Dionysius of Corinth testifies in his letter of thanks, who adds that his letter was found worthy to be read for their edification on Sundays at their assemblies to celebrate the divine mysteries, together with the letter of St. Clement, pope.
        St. Soter vigorously opposed the heresy of Montanus, and governed the Church to the year 175.


Lives of the Saints, by Alban Butler, Benziger Bros. ed. [1894]


« El que coma de este pan que baja del cielo, vivirá para siempre»

EVANGELIO DEL DÍA: 22/04/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Jueves de la III Semana de Pascua

Libro de los Hechos de los Apóstoles 8,26-40.
El Angel del Señor dijo a Felipe: "Levántate y ve hacia el sur, por el camino que baja de Jerusalén a Gaza: es un camino desierto".
El se levantó y partió. Un eunuco etíope, ministro del tesoro y alto funcionario de Candace, la reina de Etiopía, había ido en peregrinación a Jerusalén
y se volvía, sentado en su carruaje, leyendo al profeta Isaías.
El Espíritu Santo dijo a Felipe: "Acércate y camina junto a su carro".
Felipe se acercó y, al oír que leía al profeta Isaías, le preguntó: "¿Comprendes lo que estás leyendo?".
El respondió: "¿Cómo lo puedo entender, si nadie me lo explica?". Entonces le pidió a Felipe que subiera y se sentara junto a él.
El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era el siguiente: Como oveja fue llevado al matadero; y como cordero que no se queja ante el que lo esquila, así él no abrió la boca.
En su humillación, le fue negada la justicia. ¿Quién podrá hablar de su descendencia, ya que su vida es arrancada de la tierra?
El etíope preguntó a Felipe: "Dime, por favor, ¿de quién dice esto el Profeta? ¿De sí mismo o de algún otro?".
Entonces Felipe tomó la palabra y, comenzando por este texto de la Escritura, le anunció la Buena Noticia de Jesús.
Siguiendo su camino, llegaron a un lugar donde había agua, y el etíope dijo: "Aquí hay agua, ¿qué me impide ser bautizado?".

Y ordenó que detuvieran el carro; ambos descendieron hasta el agua, y Felipe lo bautizó.
Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor, arrebató a Felipe, y el etíope no lo vio más, pero seguía gozoso su camino.
Felipe se encontró en Azoto, y en todas las ciudades por donde pasaba iba anunciando la Buena Noticia, hasta que llegó a Cesarea.

Salmo 66(65),8-9.16-17.20.
Bendigan, pueblos, a nuestro Dios, hagan oír bien alto su alabanza:
él nos concedió la vida y no dejó que vacilaran nuestros pies.
Los que temen al Señor, vengan a escuchar, yo les contaré lo que hizo por mí:
apenas mi boca clamó hacia él, mi lengua comenzó a alabarlo.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi oración ni apartó de mí su misericordia.

Evangelio según San Juan 6,44-51.
Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día.
Está escrito en el libro de los Profetas: Todos serán instruidos por Dios. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí.
Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre.
Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna.
Yo soy el pan de Vida.
Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron.
Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera.
Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo". 
Jn 6,44-51
Leer el comentario del Evangelio por 
San Pedro Damián (1007-1072), ermitaño, después obispo, doctor de la Iglesia
Sermón 45; PL 144,743 et 747
« El que coma de este pan que baja del cielo, vivirá para siempre»
     La Virgen María dio a luz a Jesucristo, lo calentó entre sus brazos, lo envolvió con pañales y lo rodeó de cuidados maternales. El cuerpo que ahora recibimos y la sangre redentora que bebemos en el sacramento del altar es este mismo Jesús. Esto es lo que tiene como verdadero la fe católica, y lo que la Iglesia enseña fielmente.
     ¡Ninguna lengua humana podrá glorificar suficientemente a aquella de quien tomó carne «el mediador entre Dios y los hombres»! (1 Tm 2,5). Ningún elogio humano tiene talla para estar a la medida de aquella cuyas entrañas purísimas han dado el fruto que es el alimento de nuestras almas; aquel que, dicho de otra manera, da testimonio de sí mismo con estas palabras: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre». Y, efectivamente, nosotros que fuimos echados del paraíso de delicias a causa de un alimento, es también por un alimento que encontramos de nuevo los gozos del paraíso. Eva tomó un alimento, y nosotros hemos sido condenados un ayuno eterno; María nos ha dado un alimento, y nos ha sido abierta la entrada al festín del cielo.


jueves 22 Abril 2010

San Sotero



Sucesor en el pontificado del Papa Aniceto muerto el año 165. Había nacido en la Campiña italiana, en Fondi y su padre se llamaba Concordio.    En su tiempo se extendió la herejía de Montano que propugnaba un exagerado rigorismo de costumbres. La penitencia más rigurosa y la vida más perfecta debían practicarla todos los cristianos para no caer en pecado, sobre todo si se trataba de pecados muy graves, ya que no se les podían perdonar porque la Iglesia carecía de poder para ello.
Él defendió la doctrina que  se había predicado y defendido en la Iglesia desde Jesucristo: para el pecador arrepentido no hay pecado que no se le pueda conceder el perdón.    Él era todo para todos y quería que se viviera de acuerdo con lo que los Hechos de los Apóstoles expresan de los primeros cristianos, que «todo era común entre ellos» y que «todos eran un solo corazón y una sola alma»...     Eemperador Marco Aurelio (161-180), persiguió a la Iglesia y durante este tiempo hubo abundantes mártires, entre ellos el mismo Papa que parece murió mártir el 22 de Abril del 175. San Cayo vivió un siglo más tarde y a pesar de ello en la tradición cristiana han caminado siempre unidos ambos Santos aunque nada tengan en común a no ser el haber muerto por Cristo y el haber sido Obispos de Roma.    La última persecución más violenta fue la de Valeriano. Después casi todo el siglo II fue tiempo de paz y durante él la Iglesia quedó robustecida fuertemente. San Cayo se aprovechó de esta paz y patrocinó, sobre todo las dos escuelas célebres de Oriente: Alejandrina y Antioquena que tantos y tan ilustres hijos produjeron.
El año 283 empezó una nueva persecución contra los cristianos decretada por Caro que, aunque no tan sangrienta como otras anteriores, causó graves daños a la Iglesia, siendo muchos los hombres y mujeres que derramaron generosamente su sangre por confesar a Jesucristo.     La Iglesia venera a San Sotero como mártir, pero no existe ningún relato de su martirio.




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Oremos

Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que  San Sotero, Papa, presidiera a todo tu pueblo y lo iluminara con su ejemplo y sus palabras, por su intercesión protege a los pastores de la Iglesia y a sus rebaños y hazlos progresar por el camino de la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.





Calendario de  Fiestas Marianas: Nuestra Señora de Betharram, Francia (1503).

«I am the bread of life"

DAILY GOSPEL: 21/04/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68


Wednesday of the Third week of Easter

Acts of the Apostles 8:1-8.
There broke out a severe persecution of the Church in Jerusalem,  and all were scattered  throughout the countryside of Judea and Samaria,  except the Apostles.
Devout men buried Stephen and made a loud lament over him.
Saul, meanwhile, was trying to destroy the church; entering house after house and dragging out men and women, he handed them over for imprisonment.
Now those who had been scattered went about preaching the word.
Thus Philip went down to (the) city of Samaria and proclaimed the Messiah to them.
With one accord, the crowds paid attention to what was said by Philip when they heard it and saw the signs he was doing.
For unclean spirits, crying out in a loud voice, came out of many possessed people, and many paralyzed and crippled people were cured.
There was great joy in that city.

Psalms 66(65):1-3.4-5.6-7.
For the leader. A song; a psalm.
Shout joyfully to God, all you on earth; sing of his glorious name; give him glorious praise.
Say to God: "How awesome your deeds! Before your great strength your enemies cringe.
All on earth fall in worship before you; they sing of you, sing of your name!" Selah
Come and see the works of God, awesome in the deeds done for us.
He changed the sea to dry land; through the river they passed on foot. Therefore let us rejoice in him,
who rules by might forever, Whose eyes are fixed upon the nations. Let no rebel rise to challenge! Selah

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint John 6:35-40.
Jesus said to the crowds,  «I am the bread of life;  whoever comes to me will never hunger,  and whoever believes in me will never thirst.
But I told you that although you have seen (me), you do not believe.
Everything that the Father gives me will come to me, and I will not reject anyone who comes to me,
because I came down from heaven not to do my own will but the will of the one who sent me.
And this is the will of the one who sent me, that I should not lose anything of what he gave me, but that I should raise it (on) the last day.
For this is the will of my Father, that everyone who sees the Son and believes in him may have eternal life, and I shall raise him (on) the last day." 
Jn 6,35-40
Commentary of the day 
Baldwin of Ford (?-c.1190), Cistercian abbot
The  Sacrament of the altar, II, 3 (SC 93, p.255f.)
«I am the bread of life"
Christ says: «Whoever comes to me will never hunger, and whoever believes in me will never thirst»... And the psalmist says: «bread fortifies the hearts of men» and «wine gladdens men's hearts» (Ps 104[103],15). Christ is food and drink, bread and wine to those who believe in him: bread that strengthens and fortifies..., drink and wine that gladdens... All that is strong and firm in us, that is joyful and glad to carry out God's commands, bear suffering, put obedience into effect and stand up for justice: all these things consist in the strength of this bread and joy of this wine. How blessed are they who act boldly and joyfully! And since no one is able to do this unaided, blessed are they who longingly desire to put into practice what is just and right and to be strengthened and gladdened in everything by him who said: «Blessed are they who hunger and thirst for righteousness» (Mt 5,6). If Christ is the food and drink that ensures the strength and joy of the righteous even now, how much more will he be so in heaven when he gives himself to the righteous without measure?

       Note how, in the words of Christ..., the food that remains for eternal life is called bread from heaven, true bread, the bread of God, the bread of life... It is bread of God to distinguish it from bread made and prepared by the baker...; it is bread of life  to distinguish it from the perishable bread that neither is, nor gives life but barely keeps it going with difficulty and for a time. This bread, however, is life, gives life, preserves in being the life that has nothing to do with death.


Wednesday, 21 April 2010

St. Anselm, Archishop an Doctor of the Church (1033-1109)



SAINT ANSELM 
Archbishop and Doctor of the Church
(1033-1109)
        Anselm was a native of Piedmont. When a boy of fifteen, being forbidden to enter religion, he for a while lost his fervor, left his home, and went to various schools in France. At length his vocation revived, and he became a monk at Bec in Normandy.
        The fame of his sanctity in this cloister led William Rufus, when dangerously ill, to take him for his confessor, and to name him to the vacant see of Canterbury. Now began the strife of Anselm's life. With new health the king relapsed into his former sins, plundered the Church lands, scorned the archbishop's rebukes, and forbade him to go to Rome for the pallium.
        Anselm went, and returned only to enter into a more bitter strife with William's successor, Henry I. This sovereign claimed the right of investing prelates with the ring and crozier, symbols of the spiritual jurisdiction which belongs to the Church alone. The worldly prelates did not scruple to call St. Anselm a traitor for his defence of the Pope's supremacy; on which the Saint rose, and with calm dignity exclaimed, "If any man pretends that I violate my faith to my king because I will not reject the authority of the Holy See of Rome, let him stand forth, and in the name of God I will answer him as I ought" No one took up the challenge; and to the disappointment of the king, the barons sided with the Saint, for they respected his courage, and saw that his cause was their own. Sooner than yield, the archbishop went again into exile, till at last the king was obliged to submit to the feeble but inflexible old man.
        In the midst of his harassing cares, St. Anselm found time for writings which have made him celebrated as the father of scholastic theology; while in metaphysics and in science he had few equals.
        He is yet more famous for his devotion to our blessed Lady, whose Feast of the Immaculate Conception he was the first to establish in the West.
        He died in 1109.


Lives of the Saints, by Alban Butler, Benziger Bros. ed. [1894]

«Yo soy el pan de vida»

EVANGELIO DEL DÍA: 21/04/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Miércoles de la III Semana de Pascua

Libro de los Hechos de los Apóstoles 8,1-8.
Saulo aprobó la muerte de Esteban. Ese mismo día, se desencadenó una violenta persecución contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, excepto los Apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaría.
Unos hombres piadosos enterraron a Esteban y lo lloraron con gran pesar.
Saulo, por su parte, perseguía a la Iglesia; iba de casa en casa y arrastraba a hombres y mujeres, llevándolos a la cárcel.
Los que se habían dispersado iban por todas partes anunciando la Palabra.
Felipe descendió a una ciudad de Samaría y allí predicaba a Cristo.
Al oírlo y al ver los milagros que hacía, todos recibían unánimemente las palabras de Felipe.
Porque los espíritus impuros, dando grandes gritos, salían de muchos que estaban poseídos, y buen número de paralíticos y lisiados quedaron curados.
Y fue grande la alegría de aquella ciudad.

Salmo 66(65),1-3.4-5.6-7.
Del maestro de coro. Canto. Salmo. ¡Aclame al Señor toda la tierra!
¡Canten la gloria de su Nombre! Tribútenle una alabanza gloriosa,
digan al Señor: "¡Qué admirables son tus obras!". Por la inmensidad de tu poder, tus enemigos te rinden pleitesía;
toda la tierra se postra ante ti, y canta en tu honor, en honor de tu Nombre.
Vengan a ver las obras del Señor, las cosas admirables que hizo por los hombres:
él convirtió el Mar en tierra firme, a pie atravesaron el Río. Por eso, alegrémonos en él,
que gobierna eternamente con su fuerza; sus ojos vigilan a las naciones, y los rebeldes no pueden sublevarse.

Evangelio según San Juan 6,35-40.
Jesús les respondió: "Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.
Pero ya les he dicho: ustedes me han visto y sin embargo no creen.
Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí yo no lo rechazaré,
porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.
La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo resucite en el último día.
Esta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en él, tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día". 
Jn 6,35-40
Leer el comentario del Evangelio por 
Balduino de Ford (?- hacia 1190), abad cisterciense
El sacramento del altar II, 3
«Yo soy el pan de vida»
     Cristo dijo: «El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí no pasará nunca sed»... Y el salmista dice: «El pan que da fuerza al hombre» y «el vino que le alegra el corazón» (103,15). Para los que creen en él, Cristo es alimento y bebida, pan y vino. Pan que fortalece y refuerza..., bebida y vino que alegra... Todo lo que en nosotros es fuerte y sólido, gozoso y alegre, que nos ayuda a cumplir los mandamientos de Dios, a soportar el sufrimiento, a cumplir con la obediencia y defender la justicia, todo esto lo podemos realizar gracias a este pan que es fuerza y a ese vino que es gozo. ¡Dichosos los que obran con fuerza y alegría! Y puesto que nadie lo puede lograr por sí mismo, dichosos los que desean ardientemente llevar a la práctica lo que es justo y honesto, y en todas las cosas se ven fortalecidos y alegrados por aquel que ha dicho: «Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia» (Mt 5,6). Si Cristo es el pan y la bebida que ahora aseguran la fuerza y el gozo de los justos ¿cuánto más lo será en el cielo cuando él se dará a los justos sin medida?

     Fijémonos en que, en las palabras de Cristo..., a este alimento que permanece para la vida eterna se le llama pan del cielo, verdadero pan, pan de Dios, pan de vida... Pan de Dios para distinguirlo del que prepara y hace el panadero...; pan de vida, para distinguirlo de este pan que se corrompe, que ni es la vida ni la da, sino que con trabajo la conserva y sólo por un tiempo. Aquél, por el contrario, es vida, da vida, conserva una vida que nada debe a la muerte.


miércoles 21 Abril 2010

Beato Bartolomé de Ceveri

image Saber más cosas a propósito de los Santos del día

En Cervere, cerca de Fossano, en el Piamonte, beato Bartolomé Cerveri,  presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, que luchó por defender  la fe católica y la confirmó al morir atravesado por lanzas de herejes. Nacido en Savigliano  (Turín) alrededor de 1420.

Sacerdote de la Orden de Predicadores  (Dominicos),  fue profesor de teología en Turín (1452) y varias veces  prior de Savigliano. Insigne por su magisterio y por su  ministerio apostólico fue encargado del oficio de inquisidor general  (1459).

Luchó  eficazmente por la defensa de la fe y selló su  enseñanza con el martirio cuando fue asesinado por los herejes  cerca de Cerveri el 21 de abril de 1466.

Bartolomé supo  de antemano que iba a morir, por lo que antes  de viajar a Cerveri se confesó y luego le comentó  a su confesor "Me llamarán Bartolomé de Cerveri, aunque nunca  he puesto un piea allí.  Hoy voy como inquisidor,  y allí he de morir".

Su cuerpo fue trasladado a la  iglesia parroquial de Cerveri.

Pío IX confirmó su culto el 22  de septiembre de 1853.





Oremos

En esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe; porque, ¿quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? 1 Jn 5, 3-5

"The true bread from heaven": from the second century; one of the first descriptions of the Eucharist outside the New Testament.

DAILY GOSPEL: 20/04/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68


Tuesday of the Third week of Easter

Acts of the Apostles 7:51-60.8:1.
Stephen said to the people, the elders, and the scribes:  «You stiff-necked people, uncircumcised in heart and ears,  you always oppose the Holy Spirit;  you are just like your ancestors.
Which of the prophets did your ancestors not persecute? They put to death those who foretold the coming of the righteous one, whose betrayers and murderers you have now become.
You received the law as transmitted by angels, but you did not observe it."
When they heard this, they were infuriated, and they ground their teeth at him.
But he, filled with the holy Spirit, looked up intently to heaven and saw the glory of God and Jesus standing at the right hand of God,
and he said, "Behold, I see the heavens opened and the Son of Man standing at the right hand of God."
But they cried out in a loud voice, covered their ears, and rushed upon him together.
They threw him out of the city, and began to stone him. The witnesses laid down their cloaks at the feet of a young man named Saul.
As they were stoning Stephen, he called out, "Lord Jesus, receive my spirit."
Then he fell to his knees and cried out in a loud voice, "Lord, do not hold this sin against them"; and when he said this, he fell asleep.
Now Saul was consenting to his execution.On that day, there broke out a severe persecution of the church in Jerusalem, and all were scattered throughout the countryside of Judea and Samaria, except the apostles.

Psalms 31(30):3-4.6.7.8.17.21.
Incline your ear to me; make haste to rescue me! Be my rock of refuge, a stronghold to save me.
You are my rock and my fortress; for your name's sake lead and guide me.
Into your hands I commend my spirit; you will redeem me, LORD, faithful God.
You hate those who serve worthless idols, but I trust in the LORD.
I will rejoice and be glad in your love, once you have seen my misery, observed my distress.
Let your face shine on your servant; save me in your kindness.
You hide them in the shelter of your presence, safe from scheming enemies. You keep them in your abode, safe from plotting tongues.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint John 6:30-35.
The crowd said to Jesus:  «What sign can you do, that we may see and believe in you?  What can you do?
Our ancestors ate manna in the desert, as it is written: 'He gave them bread from heaven to eat.'"
So Jesus said to them, "Amen, amen, I say to you, it was not Moses who gave the bread from heaven; my Father gives you the true bread from heaven.
For the bread of God is that which comes down from heaven and gives life to the world."
So they said to him, "Sir, give us this bread always."
Jesus said to them, "I am the bread of life; whoever comes to me will never hunger, and whoever believes in me will never thirst.
Jn 6,30-35
Commentary of the day 
Saint Justin (c.100-160), philosopher and martyr
First Apology, 67.66 ; PG 6, 427-431 (trans. Herbert Musurillo)
"The true bread from heaven": from the second century; one of the first descriptions of the Eucharist outside the New Testament.
And so on the day called Sunday there is an assembly in one place of all who live in the cities or in the country; the memorials of the apostles or the writings of the prophets are read as long as time allows. After the reader has finished, the presiding officer verbally instructs and exhorts us to imitate these shining examples. Then we all rise and pray together. Next, as I said before, when we finish the prayer, bread, wine, and water are brought up. The presiding officer once again offers up prayers of thanksgiving according to his strength, and then the people cry out "amen" (meaning, in Hebrew, 'May it be so').

       And this food we call the Eucharist, and no one is allowed to partake of it unless he believes our doctrine is true and has been washed in the laver for regeneration and the forgiveness of sins, and so lives as Christ has taught. For we do not partake of this as ordinary food and drink; but just as the Word of God incarnate, Jesus Christ our Savior, took on flesh and blood for our salvation, so too the food over which the thanksgiving prayer has been pronounced through the word which came from him, and by which our flesh and blood are changed and nourished-this food we have been taught is the very flesh and blood of Jesus. For the apostles in the memorials which they wrote, called the Gospels, declared that Jesus ordered them to act in this way. Jesus, taking bread, gave thanks and said, "Do this in commemoration of me: this is my body.» And likewise, taking up the cup, he gave thanks and said, «This is my blood» and gave it to them alone (Mt 26,26f;1Co 11,23f.)... We all hold this common assembly on Sunday because it is the first day of the week, on which God made the world, changing darkness and matter, and on which Christ Jesus our Savior rose from the dead.



Tuesday, 20 April 2010

St. Marcellinus, Bishop (4th century)



SAINT MARCELLINUS
Bishop
(4th century)
        St. Marcellinus was born in Africa, of a noble family; accompanied by Vincent and Domninus, he went over into Gaul, and there preached the Gospel, with great success, in the neighborhood of the Alps.
        He afterwards settled at Embrun, where he built a chapel in which he passed his nights in prayer, after laboring all the day in the exercise of his sacred calling. By his pious example as well as by his earnest words, he converted many of the heathens among whom he lived.
        He was afterwards made bishop of the people whom he had won over to Christ, but the date of his consecration is not positively known. Burning with zeal for the glory of God, he sent Vincent and Domninus to preach the faith in those parts which he could not visit in person.
        He died at Embrun about the year 374, and was there interred. St. Gregory of Tours, who speaks of Marcellinus in terms of highest praise, mentions many miracles as happening at his tomb.


Lives of the Saints, by Alban Butler, Benziger Bros. ed. [1894]

« El verdadero pan del cielo »: en el siglo II, una de las primeras descripciones de la Eucaristía fuera del Nuevo Testamento

EVANGELIO DEL DÍA: 20/04/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Martes de la III Semana de Pascua

Libro de los Hechos de los Apóstoles 7,51-60.8,1.
¡Hombres rebeldes, paganos de corazón y cerrados a la verdad! Ustedes siempre resisten al Espíritu Santo y son iguales a sus padres.
¿Hubo algún profeta a quien ellos no persiguieran? Mataron a los que anunciaban la venida del Justo, el mismo que acaba de ser traicionado y asesinado por ustedes,
los que recibieron la Ley por intermedio de los ángeles y no la cumplieron".
Al oír esto, se enfurecieron y rechinaban los dientes contra él.
Esteban, lleno del Espíritu Santo y con los ojos fijos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús, que estaba de pie a la derecha de Dios.
Entonces exclamó: "Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios".
Ellos comenzaron a vociferar y, tapándose los oídos, se precipitaron sobre él como un solo hombre;
y arrastrándolo fuera de la ciudad, lo apedrearon. Los testigos se quitaron los mantos, confiándolos a un joven llamado Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban oraba, diciendo: "Señor Jesús, recibe mi espíritu".
Después, poniéndose de rodillas, exclamó en alta voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado". Y al decir esto, expiró.
Saulo aprobó la muerte de Esteban. Ese mismo día, se desencadenó una violenta persecución contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, excepto los Apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaría.

Salmo 31(30),3-4.6.7.8.17.21.
Inclina tu oído hacia mí y ven pronto a socorrerme. Sé para mí una roca protectora, un baluarte donde me encuentre a salvo,
porque tú eres mi Roca y mi baluarte: por tu Nombre, guíame y condúceme.
Yo pongo mi vida en tus manos: tú me rescatarás, Señor, Dios fiel.
Yo detesto a los que veneran ídolos vanos y confío en el Señor.
¡Tu amor será mi gozo y mi alegría! Cuando tú viste mi aflicción y supiste que mi vida peligraba,
Que brille tu rostro sobre tu servidor, sálvame por tu misericordia;
Tú los ocultas al amparo de tu rostro de las intrigas de los hombres; y los escondes en tu Tienda de campaña, lejos de las lenguas pendencieras.

Evangelio según San Juan 6,30-35.
Y volvieron a preguntarle: "¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas?
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio de comer el pan bajado del cielo".
Jesús respondió: "Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo;
porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo".
Ellos le dijeron: "Señor, danos siempre de ese pan".
Jesús les respondió: "Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed. 
n 6,30-35
Leer el comentario del Evangelio por 
San Justino (hacia 100-160), filósofo, mártir
Primera Apología 67.66; PG 6, 427-431
« El verdadero pan del cielo »: en el siglo II, una de las primeras descripciones de la Eucaristía fuera del Nuevo Testamento
     El día llamado del sol se reúnen todos en un lugar, lo mismo los que habitan en la ciudad que los que viven en el campo, y, según conviene, se leen los tratados de los apóstoles o los escritos de los profetas, según el tiempo lo permita. Luego, cuando el lector termina, el que preside se encarga de amonestar, con palabras de exhortación, a la imitación de cosas admirables. Después nos levantamos todos a la vez y recitamos preces; y a continuación, como ya dijimos, una vez que concluyen las plegarias, se trae pan, vino y agua: y el que preside pronuncia fervorosamente preces y acciones de gracias, y el pueblo responde «¡Amén!», una palabra hebrea que significa: «Así sea».

     A este alimento le llamamos eucaristía, y a nadie le es lícito participar de ella si no cree que son verdad las cosas que enseñamos y no se ha purificado en aquel baño que da la remisión de los pecados y la regeneración. Porque no tomamos estos alimentos como si fueran un pan común o una bebida ordinaria, sino que, así como Cristo, nuestro salvador, se hizo carne por la Palabra de Dios y tomó carne y sangre para nuestra salvación, de la misma manera hemos aprendido que el alimento sobre el que fue recitada la acción de gracias que contiene las mismas palabras de Jesús, y destinado a ser alimento de nuestra carne y nuestra sangre para transformarnos, este alimento es la carne y la sangre de Jesús encarnado: esta es nuestra doctrina. Los apóstoles, en efecto, en sus tratados  llamados Evangelios, nos cuentan que así les fue mandado, cuando Jesús, tomando pan y dando gracias, dijo: «Haced esto en memoria mía. Esto es mi cuerpo»; y luego, tomando del mismo modo en sus manos el cáliz, dio gracias y dijo: «Esto es mi sangre», dándoselo a ellos solos. (Mt 26,26s;1Co 11,23s)... Y nos reunimos todos el día del sol, primero porque este día es el primero de la creación, cuando Dios empezó a obrar sobre las tinieblas y sobre la materia; y también porque es el día en que Jesucristo, nuestro Salvador, resucitó de entre los muertos.


martes 20 Abril 2010

Santa Inés de Montepulciano



Religiosa. (año 1317), nació en Montepulciano, (Italia) en 1268 y fue una de las figuras más brillantes de la Orden de Santo Domingo.    A los 9 años obtuvo que sus padres  la dejaran irse a vivir a un convento de religiosas. Cuando apenas tenía catorce años la encargaron ya de la portería del convento y de recibir las visitas.   A los 15 años, la superiora de aquella comunidad fue trasladada a fundar un convento en otra ciudad, y pidió que le dejaran llevar como principal colaboradora a Inés.   Desde muy joven ayunaba casi todos los días y dormía en el duro suelo y tenía por almohada una piedra. Después la salud se le resintió y por orden del médico tuvo que suavizar esas mortificaciones.
San Raimundo cuenta que Dios le permitía visiones celestiales, que un día logró ver cómo era Jesús cuando era Niño.   Santa Catalina de Siena  fue a Montepulciano a visitar el cadáver de Santa Inés, el cual después de 30 años, todavía se encontraba incorrupto, profesaba una gran veneración a esta santa y en una carta que escribió a las religiosas de esa comunidad les dice:   "Les recomiendo que sigan las enseñanzas de la hermana Inés y traten de imitar su santa vida, porque dio verdaderos ejemplos de caridad y humildad. Ella tenía en su corazón un gran fuego de caridad, regalado por el mismo Dios, y este fuego le producía un inmenso deseo de salvar almas y de santificarse por conseguir la salvación de muchos.
Y después de la caridad lo que más admiraba en ella era su profunda humildad.    Siempre oraba y se esforzaba por conservar y aumentar estas dos virtudes. Y lo que le ayudaba mucho a crecer en santidad era que se había despojado de todo deseo de poseer bienes materiales o de darle gusto a sus inclinaciones sensuales, y el dominar continuamente su amor propio. Su corazón estaba totalmente lleno de amor a Cristo Crucificado, y este amor echaba fuera los amores mundanos y los apegos indebidos a lo que es terrenal.    Ella ofrecía en sacrificio a Dios su propia sensualidad. Para esta buena religiosa el mejor tesoro era Cristo crucificado, en quien meditaba siempre y a quien tanto amaba".   San Raimundo cuenta que muchos testigos le declararon haber presenciado hechos milagrosos en la vida de Santa Inés.-    Murió en el mes de abril del año 1317 a la edad de 49 años, y en su sepulcro se han obrado muchos milagros. Que nos contagie Inés de su gran amor por Jesús Crucificado.





Oremos

Tú, Señor, que concediste a Santa Inés de Montepulciano, el don de imitar con fidelidad a Cristo pobre y humilde, concédenos también a nosotros, por intercesión de esta santa, la gracia de que, viviendo fielmente nuestra vocación, tendamos hacia la perfección que nos propones en la persona de tu Hijo. Que vive y reina contigo.







Calendario de  Fiestas Marianas:  Nuestra Señora de Schier, Bavaria.

"The true bread from heaven": from the second century; one of the first descriptions of the Eucharist outside the New Testament.

"The true bread from heaven": from the second century; one of the first descriptions of the Eucharist outside the New Testament.

DAILY GOSPEL: 20/04/2010
�Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.� John 6,68


Tuesday of the Third week of Easter

Acts of the Apostles 7:51-60.8:1.
Stephen said to the people, the elders, and the scribes: �You stiff-necked people, uncircumcised in heart and ears, you always oppose the Holy Spirit; you are just like your ancestors.
Which of the prophets did your ancestors not persecute? They put to death those who foretold the coming of the righteous one, whose betrayers and murderers you have now become.
You received the law as transmitted by angels, but you did not observe it."
When they heard this, they were infuriated, and they ground their teeth at him.
But he, filled with the holy Spirit, looked up intently to heaven and saw the glory of God and Jesus standing at the right hand of God,
and he said, "Behold, I see the heavens opened and the Son of Man standing at the right hand of God."
But they cried out in a loud voice, covered their ears, and rushed upon him together.
They threw him out of the city, and began to stone him. The witnesses laid down their cloaks at the feet of a young man named Saul.
As they were stoning Stephen, he called out, "Lord Jesus, receive my spirit."
Then he fell to his knees and cried out in a loud voice, "Lord, do not hold this sin against them"; and when he said this, he fell asleep.
Now Saul was consenting to his execution.On that day, there broke out a severe persecution of the church in Jerusalem, and all were scattered throughout the countryside of Judea and Samaria, except the apostles.

Psalms 31(30):3-4.6.7.8.17.21.
Incline your ear to me; make haste to rescue me! Be my rock of refuge, a stronghold to save me.
You are my rock and my fortress; for your name's sake lead and guide me.
Into your hands I commend my spirit; you will redeem me, LORD, faithful God.
You hate those who serve worthless idols, but I trust in the LORD.
I will rejoice and be glad in your love, once you have seen my misery, observed my distress.
Let your face shine on your servant; save me in your kindness.
You hide them in the shelter of your presence, safe from scheming enemies. You keep them in your abode, safe from plotting tongues.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint John 6:30-35.
The crowd said to Jesus: �What sign can you do, that we may see and believe in you? What can you do?
Our ancestors ate manna in the desert, as it is written: 'He gave them bread from heaven to eat.'"
So Jesus said to them, "Amen, amen, I say to you, it was not Moses who gave the bread from heaven; my Father gives you the true bread from heaven.
For the bread of God is that which comes down from heaven and gives life to the world."
So they said to him, "Sir, give us this bread always."
Jesus said to them, "I am the bread of life; whoever comes to me will never hunger, and whoever believes in me will never thirst.
Jn 6,30-35
Commentary of the day
Saint Justin (c.100-160), philosopher and martyr
First Apology, 67.66 ; PG 6, 427-431 (trans. Herbert Musurillo)
"The true bread from heaven": from the second century; one of the first descriptions of the Eucharist outside the New Testament.
And so on the day called Sunday there is an assembly in one place of all who live in the cities or in the country; the memorials of the apostles or the writings of the prophets are read as long as time allows. After the reader has finished, the presiding officer verbally instructs and exhorts us to imitate these shining examples. Then we all rise and pray together. Next, as I said before, when we finish the prayer, bread, wine, and water are brought up. The presiding officer once again offers up prayers of thanksgiving according to his strength, and then the people cry out "amen" (meaning, in Hebrew, 'May it be so').

And this food we call the Eucharist, and no one is allowed to partake of it unless he believes our doctrine is true and has been washed in the laver for regeneration and the forgiveness of sins, and so lives as Christ has taught. For we do not partake of this as ordinary food and drink; but just as the Word of God incarnate, Jesus Christ our Savior, took on flesh and blood for our salvation, so too the food over which the thanksgiving prayer has been pronounced through the word which came from him, and by which our flesh and blood are changed and nourished-this food we have been taught is the very flesh and blood of Jesus. For the apostles in the memorials which they wrote, called the Gospels, declared that Jesus ordered them to act in this way. Jesus, taking bread, gave thanks and said, "Do this in commemoration of me: this is my body.� And likewise, taking up the cup, he gave thanks and said, �This is my blood� and gave it to them alone (Mt 26,26f;1Co 11,23f.)... We all hold this common assembly on Sunday because it is the first day of the week, on which God made the world, changing darkness and matter, and on which Christ Jesus our Savior rose from the dead.



Tuesday, 20 April 2010

St. Marcellinus, Bishop (4th century)



SAINT MARCELLINUS
Bishop
(4th century)
St. Marcellinus was born in Africa, of a noble family; accompanied by Vincent and Domninus, he went over into Gaul, and there preached the Gospel, with great success, in the neighborhood of the Alps.
He afterwards settled at Embrun, where he built a chapel in which he passed his nights in prayer, after laboring all the day in the exercise of his sacred calling. By his pious example as well as by his earnest words, he converted many of the heathens among whom he lived.
He was afterwards made bishop of the people whom he had won over to Christ, but the date of his consecration is not positively known. Burning with zeal for the glory of God, he sent Vincent and Domninus to preach the faith in those parts which he could not visit in person.
He died at Embrun about the year 374, and was there interred. St. Gregory of Tours, who speaks of Marcellinus in terms of highest praise, mentions many miracles as happening at his tomb.


Lives of the Saints, by Alban Butler, Benziger Bros. ed. [1894]