EVANGELIO DEL DÍA

sábado, 25 de abril de 2015

Detienen a un joven musulmán con problemas mentales que profanó 216 tumbas cristianas en Francia - ReL

Detienen a un joven musulmán con problemas mentales que profanó 216 tumbas cristianas en Francia - ReL

Detienen a un joven musulmán con problemas mentales que profanó 216 tumbas cristianas en Francia

La semana pasada un joven musulmán ingresó al cementerio francés Saint-Roch de Castres en la localidad de Tarn (sur de Francia) y profanó 216 tumbas cristianas.

El P. Philippe Basquin, sacerdote de la diócesis de Castres en donde está ubicado el cementerio, dijo en declaraciones a ACI Prensa que el hombre no abrió las tumbas ni profanó los cadáveres pero sí "buscó y destruyó todos los elementos alusivos a la fe cristiana. Destruyó las cruces y las estatuas de la Virgen María".

También precisó que el pasado 15 de abril el joven no toco las tumbas judías ni las musulmanas.

Sobre este caso, la viceprocuradora Charlotte Beluet explicó al periódico Le Parisien que el joven ingresó al cementerio con ropa islámica y recitando oraciones musulmanas.

También señaló que sus vecinos nunca habían notado en él ningún signo de aversión contra las demás religiones.

Sin embargo, el P. Basquin señaló que el joven tendría problemas mentales por lo que luego de ser detenido por la policía fue trasladado a un hospital psiquiátrico.

"El hombre repite oraciones musulmanas y es inaccesible para la comunicación. Ha sido puesto en custodia", comentó Beluet respecto al estado actual del detenido.

Sobre las relaciones entre los cristianos y musulmanes, el P. Basquin dijo también a ACI Prensa que nunca ha tenido problemas. "Tenemos muy buenas relaciones con los musulmanes. Además, siempre realizamos encuentros con los evangélicos, los judíos y los musulmanes. Todos nos entendemos muy bien", manifestó.

El sacerdote también invitó a los fieles a rezar por las personas afectadas por estos hechos. "El domingo (26 de abril) se celebrará una Misa con los parientes de los fallecidos cuyas tumbas fueron profanadas. Estaremos orando por las autoridades para que aclaren esta situación", indicó.

El sacerdote llamó la atención sobre el silencio de la clase política respecto a la situación de los cristianos como "el presidente de la República, François Hollande, que no dice nada al respecto. Nunca habla de los cristianos".

Esta no es la primera vez en este año que se da una profanación masiva en cementerios cristianos en Francia. En febrero cuatro cementerios sufrieron una serie de ataques antirreligiosos, similares al que ocurrió también en un camposanto judío.

Además de las profanaciones, una serie de robos sacrílegos en la región de Belley-Ars obligaron al Obispo local, Mons. Pascal Roland, a ordenar en febrero el retiro del Santísimo de todas las capillas e iglesias hasta nuevo aviso.

Asimismo, el pasado domingo la policía francesa detuvo a un extremista musulmán que planeaba realizar un atentado contra dos iglesias en la localidad de Villejuif, en las afueras de París.


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Las 5 cosas que más lamenta la gente en su lecho de muerte: lo cuenta una enfermera - ReL

Las 5 cosas que más lamenta la gente en su lecho de muerte: lo cuenta una enfermera - ReL

Las 5 cosas que más lamenta la gente en su lecho de muerte: lo cuenta una enfermera

Bonnie Ware es una enfermera y escritora australiana que pasó varios años de su vida cuidando a enfermos terminales. Recientemente escribió un libro titulado «El top cinco de las cosas que lamentan las personas en su lecho de muerte».

Se trata de las memorias de su vida y cómo ésta fue transformada a través de los arrepentimientos de los enfermos terminales que cuidó.

«Durante muchos años he trabajado en cuidados paliativos. Mis pacientes eran los que habían ido a casa a morir. Algunos momentos increíblemente especiales fueron compartidos. Estuve con ellos durante los últimos tres a doce semanas de sus vidas», explica Bonnie Ware.

«La gente madura mucho cuando se enfrentan a su propia mortalidad. Aprendí a nunca subestimar la capacidad de una persona para crecer. Algunos cambios fueron fenomenales. Cada uno de ellos experimentó una variedad de emociones, como es de esperarse, la negación, el miedo, el enojo, remordimiento, más negación y finalmente la aceptación. Sin embargo, cada paciente encontró su paz antes de partir, cada uno de ellos», revela Bonnie Ware.

Cuando se le preguntó acerca de los deseos y arrepentimientos que las personas tenían en el momento de su muerte, ella reveló en su blog los más comunes y los que más le impactaron:

1. Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí. Este fue el lamento más común de todos. Cuando las personas se dan cuenta de que su vida está a punto de terminar y miran hacia atrás con claridad, es fácil ver cuántos sueños no se han cumplido. La mayoría de la gente no había cumplido aún la mitad de sus sueños y tenía que morir sabiendo que era debido a las elecciones que habían hecho, o que no hicieron.

2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro.
«Esto salió de cada paciente de sexo masculino que cuidé», relata la enfermera. Se perdieron la juventud de sus hijos y la compañía de su pareja. Las mujeres también hablaron de este pesar. Pero como la mayoría eran de una generación anterior, muchos de los pacientes de sexo femenino no habían sido el sostén económico de su familia. «Todos los hombres que cuidé lamentaron profundamente el haber gastado tanto sus vidas en una existencia de trabajo».



3. Ojalá hubiera tenido el coraje para expresar mis sentimientos.
Muchas personas suprimieron sus sentimientos con el fin de mantener la paz con los demás. Como resultado, se conformaron con una existencia mediocre y nunca llegaron a ser lo que eran realmente capaces de llegar a ser. Muchas enfermedades se desarrollan como un resultado relacionado con la amargura y el resentimiento que cargan.

4. Me hubiera gustado haber estado en contacto con mis amigos.
A menudo no se dan cuenta realmente de los beneficios de los viejos amigos hasta después de semanas de convalecencia, y no siempre fue posible localizarlos. Muchos de ellos habían llegado a estar tan atrapados en sus propias vidas que habían dejado que amistades de oro se desvanecieran por el paso de los años. Pese a los lamentos profundos acerca de no dar a las amistades el tiempo y el esfuerzo que se merecían.

5. Me hubiese gustado permitirme a mí mismo ser más feliz.
«Esta es una sorprendentemente común. Muchos no se dieron cuenta hasta el final, que la felicidad es una elección. Se habían quedado atrapados en patrones y hábitos antiguos. El miedo al cambio les había hecho vivir fingiendo a los demás, y a ellos mismos, que estaban contentos. Cuando muy adentro, anhelaban reír de verdad y tener esa alegría en su vida de nuevo».



stagduran
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Se visten de clero católico, piden dinero en una parroquia, el arzobispo protesta ¡y le denuncian! - ReL

Se visten de clero católico, piden dinero en una parroquia, el arzobispo protesta ¡y le denuncian! - ReL

Se visten de clero católico, piden dinero en una parroquia, el arzobispo protesta ¡y le denuncian!

Iban vestidos como clérigos católicos, decían ser católicos, decían ser sacerdotes y pedían dinero a feligreses en una parroquia…

Lo que no especificaban es que no eran católicos "de verdad", de la Iglesia fundada por Cristo sobre Pedro en Tierra Santa hace dos mil años, sino "católicos" de la llamada "Iglesia Católica Ecuménica de Cristo y Exaltación de la Cruz", un grupo fundado en 1998 por el excura austriaco Karl Raimund Rodig, nueve años después de dejar la Iglesia Católica (la de verdad) por estar en contra de las exigencias del celibato.

El arzobispo quiso proteger a sus feligreses
Cuando el arzobispo de San José de Costa Rica, Hugo Barrantes, vio en 2011 que unos señores vestidos de curas pedían dinero a sus feligreses en la parroquia católica de Cinco Esquinas de Tibás, publicó una carta con fecha del 18 de noviembre (que la prensa redifundió) advirtiendo que esos "clérigos" no eran católicos y que "falsos profetas buscan lucrarse aprovechando el nombre de la Iglesia". Eso sí, la nota no mencionaba a ninguna persona concreta.

Los falsos curas, en vez de amedrentarse, denunciaron a la justicia civil al arzobispo por "calumnias y difamación". Así, el principal pastor de la Iglesia de Costa Rica apareció en los titulares de prensa: "el arzobispo Barrientos, denunciado por calumnias y difamación".

Para los denunciantes era una oportunidad para "vender" su mensaje en el debate público: que hay "muchos grupos católicos pero no romanos", que quien quiera ser católico pero distinto puede sumarse a ellos… Es una forma de darse a conocer y ganar adeptos.

Pseudocatolicismo "light" busca compradores
Desde su origen en 1998 la autodenominada "Iglesia Católica Ecuménica de Cristo" es un grupo (más bien pequeño) que se ha ofrecido, y más aún en América Latina, a excatólicos, o mejor dicho, a católicos que se han enfadado con la Iglesia por su exigente disciplina (sobre todo en lo que se refiere a divorcio, ordenación de mujeres y celibato sacerdotal) y quieren ser "católicos" pero sin esas exigencias.

Repiten una y otra vez la etiqueta "católica", usan vestiduras que imitan a las católicas (hábitos de estilo franciscano, por ejemplo), hablan de tener sacerdotes y curas, no "pastores" (y en países de Europa Oriental usan títulos bizantinos: eparcas, archimandritas, etc…) y han aprovechado la polémica para declarar en la prensa: "Somos sacerdotes dentro de nuestra iglesia a nivel mundial, con una sucesión válida. Lastimosamente, la Iglesia romana no respeta las sucesiones de otras iglesias", según explica el "padre" Víctor, de esta ICEC.

Lo cierto es que Roma sí respeta las sucesiones válidas, por ejemplo, las de las Iglesias Ortodoxas. Por eso, en su web, el excura Karl Raimund Rodig (hoy "obispo presidente" de la ICEC, después de rechazar humildemente el título de "Prelado Ecuménico") asegura que su consagración episcopal es válida por provenir de dos líneas de origen católico, dos comunidades que se escindieron de la Iglesia Católica y la obediencia a Roma, la Iglesia Veterocatólica de Utrecht y la más moderna "Iglesia Católica de Brasil". También reclama una línea sucesoria ortodoxa.

El caso es que la ICEC fundada en 1998 y con unos pocos miles, quizá apenas centenares, de fieles, no se ruboriza a la hora de dar instrucciones en su artesanal web de lo que debe cambiar la Iglesia Católica, fundada por Cristo hace veinte siglos, con 1.250 millones de fieles y un crecimiento de 15 o 20 millones cada año.



El párroco de Cinco Esquinas felicita al arzobispo emérito de San José de Costa Rica, Hugo Barrantes, por su triunfo en la defensa de los derechos de los católicos a no ser engañados por personajes disfrazados

El arzobispo de San José tenía razón
Después de 4 años de proceso judicial, los tribunales civiles han dado la razón al ya emérito arzobispo costarricense y por el contrario regañan con dureza a los demandantes de la ICEC, a los que piden pagar las costas del proceso.

Por un lado, el texto del arzobispo, aunque prevenía a los feligreses contra "falsos profetas que pedían dinero" no mencionaba el nombre de nadie en concreto, por lo que la denuncia por "calumnias y difamación" no puede prosperar.

Por otro lado, el juez Manuel Rojas considera probado que los querellantes, Víctor Mora Jiménez y Rándall Murillo Barrios (que se declaran "sacerdotes" de la ICEC) no fueron claros y transparentes en su trato con la parroquia y la diócesis, no explicaron quién eran ni qué hacían con los feligreses y que, de hecho, al vestir como clero católico y usar títulos católicos confundían realmente a la comunidad.

"Se estaban identificando por su vestimenta y por su discurso como pertenecientes a una iglesia católica que todo mundo identificaba en la comunidad como de la parroquia, sin que se hiciera alguna aclaración. Y, todavía más delicado, se estaba solicitando dinero", declaró el juez Rojas.

Añadió: "El comunicado que dirige Barrantes Ureña es para alertar respecto de lo que podía estar sucediendo (...); no hay ningún elemento ni difamatorio ni calumnioso. La dimensión que quisieran darle los medios de prensa es un asunto totalmente aparte".

El juez criticó la querella de los pseudocatólicos por contener elementos no probados y también calificó las declaraciones de los demandantes como "bastante vagas y evasivas".

El arzobispo emérito, al salir del juzgado exonerado de todos los cargos, declaró: "Quiero aclarar que aquí no era la pelea de una persona, Hugo Barrantes, contra otras personas. Era el derecho de la Iglesia de anunciar la verdad (...). Como obispo, quise defender la verdad de la Iglesia".

Pero el grupo pseudocatólico, que vive de darse a conocer entre excatólicos molestos con la Iglesia, ha anunciado que seguirá presentando acciones judiciales y recurrirá la sentencia.

"Este es el primer tiempo del partido y también faltan los penales, que sería el recurso ante Sala Tercera", adelantó el abogado.

¿Un mismo Dios con doctrinas contradictorias?
Y su defendido, Víctor Mora, repitió el eslogan del grupo:
"Iglesias católicas hay muchas. ¿Por qué nosotros no podemos ser? Hay franciscanos, anglicanos, luteranos, hay monjas de otras denominaciones católicas fuera de Roma (...). ¿Qué tan falsos y estafadores podemos ser si seguimos al mismo Dios?", alegó.

La respuesta es, por supuesto, que no siguen al mismo Dios los que tienen doctrinas contradictorias acerca de lo que pide Dios. ¿Siguen al mismo Dios los que dicen que Dios permite el divorcio y recasarse y los que dicen que no lo permite? ¿Siguen al mismo Dios los que se dejan apacentar por Pedro –"Pedro, apacienta mis corderos", pedía Cristo- y los que dicen que no necesitan ministerio petrino?

Cuando el pastor pentecostal Ulf Ekman se hizo católico hace unos meses recordó que Cristo vino "a reunir a los hijos dispersos de Dios". Evidentemente, cada nuevo cisma y división (como la creación de la ICEC en 1998 por el excura Rodig) en vez de "reunir a los hijos dispersos" aumenta la dispersión.

El tema de fondo de esta polémica, en cualquier caso, es que la palabra "católico" es prestigiosa. Muchos grupúsculos la reclaman. La diócesis de Albuquerque en EEUU, por ejemplo, tuvo que publicar en Internet toda una lista de falsas comunidades que decían ser católicas en su región.

ReL escribió sobre muchos de estos grupos, cada vez más exóticos y alejados de la doctrina evangélica, en este artículo.

De hecho, sólo con el grupo de Rodig ya se nota la tendencia. En realidad, cuando Rodig fundó su propia iglesia en 1998 la llamó "Iglesia Católica Romana y Apostólica Reformada". En 2007 la pasaron a llamar Iglesia Católica Ecuménica de Cristo, en parte para distinguirse de la "Iglesia Católica Reformada de Venezuela", que era un grupo bolivariano dócil al gobierno chavista venezolano, y en parte para abandonar los adjetivos "romana y apostólica"… pero aferrándose al de "católica".

La realidad es que Cristo fundó sólo una Iglesia y entregó las Llaves del Reino (es decir, de la Iglesia) a Pedro… Sin la unión a Pedro y sus herederos, no hay catolicidad.


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