De Corazón a corazón: Is 38,1-6.21-22.7-8 (Ezequías: "Señor, acuérdate que he caminado en tu presencia"); Mt 12,1-8 ("El hijo del hombre es Señor del sábado")

Contemplación, vivencia, misión: El rey Ezequías, enfermo, se confía al Señor y recupera la salud por un tiempo. El misterio del tiempo, en salud y enfermedad, en éxitos y fracasos, sólo se puede afrontar a la luz de Cristo, centro y "Señor" de la historia, que nos descifra nuestra existencia a la luz de un designio amoroso y misterioso de Dios. Las normas, también el "sábado" (que ahora es nuestro "domingo"), sólo tienen sentido a la luz de Jesús resucitado. "La caridad es la ley en su plenitud" (Rom 13,10).

* En el día a día con la Madre de Jesús: La fe en Cristo es una llamada a vivir sin angustias en el día a día de nuestros deberes y servicios. "Completamos" gozosamente la vida de Cristo, con María, en todo momento, prolongado su oración, su trabajo, su cercanía, su ofrenda, su mirada amorosa al Padre y a los hermanos.