De Corazón a corazón: Hech 4,32-37 ("La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma"); Jn 3,7-15 ("Tiene que ser levantado el hijo del hombre" )

Contemplación, vivencia, misión: Jesús resucitado, que murió en la cruz, es siempre el punto de referencia para la propia salvación y para la vida de comunión fraterna. "Mirarle" levantado de la tierra, equivale a salir de sí mismo, para vivir en él una vida nueva. Sólo así se aprende a compartir la misma vida con todos los hermanos, hasta ser "un solo corazón y una sola alma" (Hech 4,32).

*En el día a día con la Madre de Jesús: Vivir en comunidad teniendo "un solo corazón", es posible si María está presente (Hech 1,14). "Mirar" con fe a Jesús muerto y resucitado, se aprende "estando de pie" junto a la cruz, con la Madre de Jesús (Jn 19,25).

AÑO DE LA FE: "En todo momento y en todo lugar son bienaventurados los que, a través de la Palabra de Dios proclamada en la Iglesia y testimoniada por los cristianos, creen que Jesucristo es el amor de Dios encarnado, la Misericordia Encarnada" (Papa Francisco, 7 abril 2013, Regina coeli)