De Corazón a corazón: Is 55,10-11 ("Mi palabra no tornará a mí vacía"); Mt 6,7-15 ("Ya sabe vuestro Padre lo que necesitáis… Orad así: Padre nuestro"…)

Contemplación, vivencia, misión: La "Palabra" personal de Dios es el mismo Jesús, que quiere vivir en nuestro corazón, para orar y para amar desde nosotros al Padre y a los hermanos. La santificación es un don suyo, como efecto de habernos "bautizado" ("esponjado", "injertado") en él. Si le dejamos orar en nosotros (diciendo con él "Padre nuestro"), vivirá y amará en nosotros. Su actitud filial en nosotros es itinerario de santificación: humildad, confianza, entrega. "En la oración encontramos tiempo para Dios" (Benedicto XVI, Cuaresma 2011).

*En el día a día con la Madre de Jesús: El "Magníficat" de María, cuando llevaba a Jesús en su seno, es ahora nuestra oración de actitud filial: humildad ("sierva"), confianza ("misericordia"), entrega ("engrandece mi alma al Señor").

AÑO DE LA FE: "Toda la vida cristiana consiste en responder al amor de Dios. La primera respuesta es precisamente la fe, acoger llenos de estupor y gratitud una inaudita iniciativa divina que nos precede y nos reclama" (Benedicto XVI, Mensaje Cuaresma 2013). El Papa nos ha invitado continuamente a dejarnos "sorprender" por el proyecto del amor de Dios…