De Corazón a corazón: Gen 18,16-33 (La oración intercesora de Abraham para evitar la destrucción de Sodoma y Gomorra); Mt 8,18-22 (Jesús "mandó pasar a la otra orilla… El Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza… Sígueme")

Contemplación, vivencia, misión: El "paso" de la fiesta del "sábado" a la nueva fiesta de "domingo" (día del Señor), indica un cambio trascendental. Sólo Jesús resucitado, "el Señor", puede realizar este cambio, indicando el "paso" a "la otra orilla". Jesús ha cambiado la historia, llevando cumplimiento todo lo anterior. Ahora celebramos "el primer día de la semana", el día de la nueva creación. La vida y la historia ya han recuperado su sentido en Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado. La "vida nueva" del bautizado tiene que ser un destello de la realidad pascual y salvífica de Jesús. Él es el único "Justo" que, con su intercesión filial y fraterna, asume toda la historia para purificarla.

*En el día a día con la Madre de Jesús: María "reclinó en un pesebre" (Lc 2,7), a quien, por su vida de pobreza, no tendría donde reclinar su cabeza. Con su pobreza nos ha enriquecido (cfr. 2Cor 8,9)

AÑO DE LA FE: "No nos dejemos vencer por el desaliento ni por las dificultades que encontramos cuando hablamos de Jesús y el Evangelio. ¡No pensemos que la fe en nuestra ciudad no tiene futuro!" (Papa Francisco, 17 junio 2013)