EVANGELIO DEL DÍA

martes, 21 de septiembre de 2010

«Out of the mouths of babes and sucklings you have fashioned praise» (Ps 8,3)

DAILY GOSPEL: 22/09/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68


Wednesday of the Twenty-fifth week in Ordinary Time


Book of Proverbs 30:5-9.
Every word of God is tested; he is a shield to those who take refuge in him.
Add nothing to his words, lest he reprove you, and you be exposed as a deceiver.
Two things I ask of you, deny them not to me before I die:
Put falsehood and lying far from me, give me neither poverty nor riches; (provide me only with the food I need;)
Lest, being full, I deny you, saying, "Who is the LORD?" Or, being in want, I steal, and profane the name of my God.

Psalms 119:29.72.89.101.104.163.
Lead me from the way of deceit; favor me with your teaching.
Teaching from your lips is more precious to me than heaps of silver and gold.
Your word, LORD, stands forever; it is firm as the heavens.
I keep my steps from every evil path, that I may obey your word.
Through your precepts I gain insight; therefore I hate all false ways.
Falsehood I hate and abhor; your teaching I love.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Luke 9:1-6.
He summoned the Twelve and gave them power and authority over all demons and to cure diseases,
and he sent them to proclaim the kingdom of God and to heal (the sick).
He said to them, "Take nothing for the journey, neither walking stick, nor sack, nor food, nor money, and let no one take a second tunic.
Whatever house you enter, stay there and leave from there.
And as for those who do not welcome you, when you leave that town, shake the dust from your feet in testimony against them."
Then they set out and went from village to village proclaiming the good news and curing diseases everywhere. 
Lc 9,1-6
Commentary of the day 
Saint John Chrysostom (c.345-407), priest at Antioch then Bishop of Constantinople, Doctor of the Church
4th Homily on 1 Corinthians; PG 61, 34-36 (trans. Mary Hallies)
«Out of the mouths of babes and sucklings you have fashioned praise» (Ps 8,3)
It was through unlearned men that the Cross brought conviction, and drew the world to itself. It spoke to men, not of chance things, but of God, and of piety in the truth, of the Gospel polity, of future judgment, and it made uncouth and illiterate men philosophers. This is how «the foolishness of God is wiser than man, and His weakness stronger,» (1Cor. 1,25).

How is it stronger? It is stronger in that it spread over the whole earth and seized all men by force, and whereas thousands and thousands did their utmost to stamp out the name of the Crucified One, just the contrary came to pass. For this name took root and was propagated all the more, whereas its enemies were destroyed and consumed, and living men fighting a dead One, gained not a stroke... For publicans and fishermen set up those very things by the goodness of God which philosophers, and orators, and despots, and the whole world vainly striving with all its might could not even devise... This was in Paul's mind when he said: «the weakness of God is stronger than all men put together.» How, otherwise, was it that twelve unlettered men attempted things of this importance?


Wednesday, 22 September 2010

The Theban Legion, Martyrs (c.287)



THE THEBAN LEGION
Martyrs
(c. 287)


        The Theban legion numbered more than six thousand men. They marched from the East into Gaul, and proved their loyalty at once to their Emperor and to their God. They were encamped near the Lake of Geneva, under the Emperor Maximian, when they got orders to turn their swords against the Christian population, and refused to obey. In his fury Maximian ordered them to be decimated. The order was executed once and again, but they endured this without a murmur or an effort to defend themselves.

         St. Maurice, the chief captain in this legion of martyrs, encouraged the rest to persevere and follow their comrades to heaven. "Know, O Emperor," he said, "that we are your soldiers, but we are servants also of the true God. In all things lawful we will most readily obey, but we cannot stain our hands in this innocent blood. We have seen our comrades slain, and we rejoice at their honor. We have arms, but we resist not, for we had rather die without shame than live by sin."

        As the massacre began, these generous soldiers flung down their arms, offered their necks to the sword, and suffered themselves to be butchered in silence.

"Él les envió a proclamar el reino de Dios"

EVANGELIO DEL DÍA: 22/09/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Miércoles de la XXV Semana del Tiempo Ordinario


Libro de los Proverbios 30,5-9.
Toda palabra de Dios es acrisolada, Dios es un escudo para el que se refugia en él.
No añadas nada a sus palabras, no sea que te reprenda y seas tenido por mentiroso.
Hay dos cosas que yo te pido, no me la niegues antes que muera:
aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des ni pobreza ni riqueza, dame la ración necesaria,
no sea que, al sentirme satisfecho, reniegue y diga: "¿Quién es el Señor?", o que, siendo pobre, me ponga a robar y atente contra el nombre de mi Dios.

Salmo 119,29.72.89.101.104.163.
Apártame del camino de la mentira, y dame la gracia de conocer tu ley.
Para mí vale más la ley de tus labios que todo el oro y la plata.
Tu palabra, Señor, permanece para siempre, está firme en el cielo.
Yo aparto mis pies del mal camino, para cumplir tu palabra.
Tus preceptos me hacen comprender: por eso aborrezco el camino de la mentira.
Odio y aborrezco la mentira; en cambio, amo tu ley.

Evangelio según San Lucas 9,1-6.
Jesús convocó a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar a toda clase de demonios y para curar las enfermedades.
Y los envió a proclamar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos,
diciéndoles: "No lleven nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni tampoco dos túnicas cada uno.
Permanezcan en la casa donde se alojen, hasta el momento de partir.
Si no los reciben, al salir de esa ciudad sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos".
Fueron entonces de pueblo en pueblo, anunciando la Buena Noticia y curando enfermos en todas partes. 
Lc 9,1-6
Leer el comentario del Evangelio por 
Concilio Vaticano II
Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia «Ad Gentes», § 1
"Él les envió a proclamar el reino de Dios"
     La Iglesia, enviada por Dios a las gentes para ser "el sacramento universal de la salvación", obedeciendo el mandato de su Fundador (Cf. Mc., 16,15), por exigencias íntimas de su misma catolicidad, se esfuerza en anunciar el Evangelio a todos los hombres. Porque los Apóstoles mismos, en quienes está fundada la Iglesia, siguiendo las huellas de Cristo, "predicaron la palabra de la verdad y engendraron las Iglesias" (S. Agustín). Obligación de sus sucesores es dar perpetuidad a esta obra para que "la palabra de Dios sea difundida y glorificada" (2 Tes., 3,1), y se anuncie y establezca el reino de Dios en toda la tierra.

     Mas en el presente orden de cosas, del que surge una nueva condición de la humanidad, la Iglesia, sal de la tierra y luz del mundo (Cf. Mt., 5,13-14), se siente llamada con más urgencia a salvar y renovar a toda criatura para que todo se instaure en Cristo y todos los hombres constituyan en El una única familia y un solo Pueblo de Dios.

                    


miércoles 22 Septiembre 2010

San Mauricio

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San Mauricio
San Mauricio y compañeros mártires (s. III) Diocleciano ha asociado a su Imperio a Maximiano Hércules. Ambos son acérrimos enemigos del nombre cristiano y decretaron la más terrible de las persecuciones.   En las Galias se produce una rebelión y Maximiano acude a sofocarla. Entre sus tropas se encuentra la legión Tebea procedente de Egipto y compuesta por cristianos.
Su jefe es Mauricio que antes de incorporarse a su destino ha visitado en Roma al papa Marcelo. En los Alpes suizos, antes de introducirse por los desfiladeros, Maximiano ordena un sacrificio a los dioses para impetrar su protección en la campaña emprendida.   Los componentes de la legión Tebea rehusan sacrificar, se apartan del resto del ejército y van a acampar a Agauna, entre las montañas y el Ródano, no lejos del lado oriental del lago Leman.   Maximiano, al conocer el motivo de la deserción, manda diezmar a los legionarios rebeldes, pasándolos a espada.
Los sobrevivientes se reafirman en su decisión y se animan a sufrir todos los tormentos antes que renegar de la verdadera religión.   Viendo el emperador su inflexibilidad, da órdenes a su ejército para eliminar a la legión de Tebea que se deja degollar como mansos corderos. En el campo corren arroyos de sangre como nunca se vió en las más cruentas batallas.   Sólo conocemos el nombre de cuatro mártires, los otros nombres Dios los conoce. Según San Euquero la legión estaba formada por 6.600 soldados.




Oremos


Dios todopoderoso y eterno, que diste a los santos mártires San Mauricio y compañeros la valentía de aceptar la muerte por el nombre de Cristo: concede también tu fuerza a nuestra debilidad para que, a ejemplo de aquellos que no dudaron en morir por ti, nosotros sepamos también ser fuertes, confesando tu nombre con nuestras vidas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.