De Corazón a corazón:  Is 10,5-7.13-16 ("¿Acaso se jacta el hacha frente al que corta con ella?"); Mt 11,25-27 ("Has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre")

Contemplación, vivencia, misión: Hay mucha sabiduría en el corazón de los pequeños y de la gente sencilla. La fe de un corazón sencillo entra en el meollo o "corazón" de la Palabra de Dios. Escucha lo que le dicen los "entendidos" y, sin complejos, va más allá hasta las últimas consecuencias. Es la sabiduría "solidaria" de admirar, comprender, agradecer, acompañar, acoger, compartir. A estos "pobres" les queda todavía la alegría de saber y querer compartir lo que tienen. Es el conocimiento de Cristo vivido personalmente.

* En el día a día con la Madre de Jesús: Estamos rodeados de dones de Dios Amor para acogerlos con gratitud gozosa, humilde y responsable, y para compartirlos con gratuidad. "Haz todo el bien que puedas.  Hay algo que también los pobres pueden ofrecer: prestar sus pies a los impedidos, sus ojos a los ciegos, visitar  a los enfermos" (San Agustín, Sermón 158). Así fue la visita de María a Santa Isabel y su presencia activa en Caná y en el Cenáculo.