De Corazón a corazón: Eccli 44,1-10-15 ("Fueron hombres de bien… sus hijos siguen siendo fieles a la Alianza"); Mt 13,16-17 ("Dichosos vuestros ojos porque ven, y vuestros oídos porque oyen")

Contemplación, vivencia, misión: A María, desde niña, sus padres (Joaquín y Ana) la formaron con la actitud de "escucha" de la Palabra ("escucha, Israel"), como itinerario de amor a Dios y a los hermanos. Quien "escucha" a Dios, sabe "verle" a través de los signos de su presencia (la "shekinah", la tienda de caminante en el desierto, que sería luego el "templo"). La niña estuvo siempre abierta totalmente a la gracia y designios de Dios ("llena de gracia": Lc 1,28).

Con María la Madre de Jesús: En este hogar familiar, María se preparó para recibir al "Emmanuel" (Dios con nosotros), perteneciendo totalmente (virginalmente) a él: "Hágase en mí según tu palabra" (Lc 1,38). En la escuela de la familia ("Iglesia doméstica") se forman personas y sociedades sanas y coherentes