De Corazón a corazón: 2Cor 6,1-10 ("Como tristes, pero siempre alegres; como pobres, aunque  enriquecemos a muchos; como quienes nada tienen, aunque  todo  lo poseemos"); Mt 5,38-42 ("No hagáis frente al que os agravia… Ofrece la otra mejilla")

Contemplación, vivencia, misión: Los enredos y "pleitos" son marañas frecuentes en la historia humana. Para liberarse de ello, nos basta saber que Cristo nos ama y nos acompaña. Hay que liberarse de las esclavitudes, interiores y exteriores, invocando el nombre de "Jesús" (Salvador) y de María. Santa Juana de Arco, ante el tribunal que la había condenado a morir en la hoguera, triunfó porque amó. "Jesús y María" fue su estandarte y su refugio. El secreto está en amar como nos ha amado el Señor: vivir y morir en la verdad de la donación. Reaccionar amando como Jesús, es imposible a nuestra naturaleza humana; pero él lo hace posible si le dejamos amar, orar y vivir en nosotros.

*En el día a día con la Madre de Jesús: Es difícil perdonar de corazón. En el Corazón de María seguirían resonando las expresiones: "No había sitio en el albergue", "Herodes quiere matar al niño"… y también los sarcasmos de la cruz. Ella vivía en sintonía con el Corazón de Jesús, el "Salvador": "Perdónales, Padre, porque no saben lo que hacen". El nombre de "Jesús" sana y "salva".

AÑO DE LA FE: "Pidamos al Señor la gracia de no ser una iglesia a mitad de camino, una Iglesia triunfalista, de grandes éxitos, sino de ser una Iglesia humilde, que camina con decisión, como Jesús. Adelante, adelante, adelante... Un corazón abierto a la voluntad del Padre, como Jesús" (Papa Francisco, audiencia 29 mayo 2013)