De Corazón a corazón: Heb 3,7-14 ("Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones… hemos venido a ser partícipes de Cristo"); Mc 1,40-45 ("Si quieres, puedes curarme… Compadecido le dijo: Quiero, queda limpio")

Contemplación, vivencia, misión: El "quiero" compasivo de Jesús es "contemporáneo" de nuestro presente. Caminamos entre luces y sombras, a veces algo embarrados, mientras él se nos hace "camino", "salvación", "luz", "verdad" y "vida", "hermano" y compañero de viaje. Nuestro "hoy" forma parte de su biografía, y en nuestro aquí y ahora nos habla de corazón a corazón. Sólo se le puede ver, encontrar y entender, cuando "participamos" de sus "sentimientos", porque sólo le conoce quien le ama.

En el día a día con  la Madre de Jesús: Con María en su "Magníficat", se aprende a dejarse sorprender confiadamente por su cercanía y su amor. El abismo de nuestra nada recibe la visita del abismo de la misericordia.
AÑO DE LA FE: "El realismo de nuestra fe no debe limitarse a la esfera de los sentimientos, de las emociones, sino que debe entrar en la realidad, en lo concreto de nuestra existencia, es decir, debe tocar cada día de nuestras vidas y dirigirla también de una manera práctica" (Benedicto XVI, Catequesis 9 enero 2013)