EVANGELIO DEL DÍA

jueves, 9 de diciembre de 2010

Convertirse a las repetidas llamadas de Dios

EVANGELIO DEL DÍA: 10/12/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Viernes de la II Semana de Adviento


Libro de Isaías 48,17-19.
Así habla el Señor, tu redentor, el Santo de Israel: Yo soy el Señor, tu Dios, el que te instruye para tu provecho, el que te guía por el camino que debes seguir.
¡Si tú hubieras atendido a mis mandamientos, tu prosperidad sería como un río y tu justicia, como las olas del mar!
Como la arena sería tu descendencia, como los granos de arena, el fruto de tus entrañas; tu nombre no habría sido extirpado ni borrado de mi presencia. Invitación a salir de Babilonia

Salmo 1,1-2.3.4.6.
¡Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor y la medita de día y de noche!
El es como un árbol plantado al borde de las aguas, que produce fruto a su debido tiempo, y cuyas hojas nunca se marchitan: todo lo que haga le saldrá bien.
No sucede así con los malvados: ellos son como paja que se lleva el viento.
porque el Señor cuida el camino de los justos, pero el camino de los malvados termina mal.

Evangelio según San Mateo 11,16-19.
¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros:
'¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!'.
Porque llegó Juan, que no come ni bebe, y ustedes dicen: '¡Ha perdido la cabeza!'.
Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: 'Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores'. Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras". 
Mt 11,16-19
Leer el comentario del Evangelio por 
Beato Jonh Henry Newman (1801-1890), presbítero, fundador de comunidad religiosa, teólogo
Meditaciones y Devociones, Parte 3, IV: Sin, § 2
Convertirse a las repetidas llamadas de Dios
     Mi Señor Jesús, tú, cuyo amor por mí ha sido tan grande como para hacerte descender del cielo para salvarme. Amado Señor, muéstrame mi pecado, muéstrame mi indignidad, enséñame a arrepentirme sinceramente, perdóname según tu misericordia. Te pido, mi amado Salvador, que vuelvas a tomar posesión de mí mismo. Sólo tu gracia puede hacerlo; no puedo salvarme a mí mismo; soy incapaz de recobrar lo que he perdido. Sin ti, no puedo girarme de nuevo hacia ti, ni complacerte. Si cuento con mis propias fuerzas, iré de mal en peor, desfalleceré completamente, me endureceré en mi indigencia. Haré que el centro de mi vida sea yo en lugar de ser tú. En lugar de adorarte a ti adoraré a algún ídolo modelado por mí mismo, si tú no lo evitas con tu gracia, tú, mi único y verdadero Dios y Creador,¡Escúchame, oh mi querido Señor! He vivido ya bastante tiempo en ese estado fluctuante, indeciso y mediocre; quiero ser tu fiel servidor, no quiero pecar más. Sé misericordioso conmigo, haz que, por tu gracia, me sea posible llegar a ser ese que debería ser.


viernes 10 Diciembre 2010

Nuestra Señora de Loreto



Traslación de la Santa Casa de Loreto

A partir del siglo XVI, la "Santa Casa de Loreto" que se encuentra en la región italiana de la Marca de Ancona, ha sido un concurrido centro de peregrinación y una instancia de oración de famosos santos como San Francisco Javier, San Francisco de Borja, San Carlos Borroméo, San Luis Gonzaga, y muchos otros más, que dieron devoción de un santuario mariano muy amado en el occidente.

Pese a que la milagrosa traslación de la casa de Nazaret a Loreto no tiene ninguna prueba histórica, existen sólidas bases de esta devoción mariana. En 1470, una bula emitida por el Papa Pablo II, autorizaba la conmemoración de una imagen de la Santísima Virgen transportada por los ángeles a Loreto, dentro de un edificio sin cimientos, "milagrosamente fundado".

Hacia 1472, uno de los rectores del templo de Loreto relató sobre la forma en que la "Santa Casa de Nazaret" llegó a las cercanías de Fiume y después, a Loreto. De acuerdo con todos los relatos escritos, la bendita construcción debe haber llegado a las cercanías de Fiume en 1291 y a Loreto en 1294.

Causa extrañeza a los investigadores el absoluto silencio sobre el suceso a lo largo de los siglos XIV y XV, pero sobre todo, que en una bula con fecha de 1320, relacionada con Loreto, no se hable para nada de la traslación. Tampoco en oriente aparece mención alguna sobre la "Santa Casa de Narazet" antes del siglo VI.

Sin embargo, hay testimonios auténticos, que datan de los años 1193, 1194 y 1285, de que existía en Loreto una iglesia dedicada a Nuestra Señora. Es posible que los católicos servios que huían de la persecución a fines del siglo XIII, transportasen hasta Loreto, donde se refugiaron, una estatua de la Virgen María, y no se puede descartar la probabilidad de que ellos mismos construyesen para proteger a su imagen, una casa a la que pusieron el nombre de Nazaret, de la misma manera que, en nuestros días, se han construido en todas partes grutas de Lourdes.




Oremos 

Te pedimos, Señor, que la maternal intercesión de la Madre de tu Hijo, libre de los males del mundo y conduzca à los gozos de tu reino à los fieles que se alegran al saberse protegidos por la Virgen María. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.



viernes 10 Diciembre 2010

Santa Eulalia de Mérida



Nació en Mérida, España, a fines del siglo III. A la edad de 13 años, al negarse a sacrificar a los dioses paganos y a renunciar a la fe cristiana, fue sometida a crueles tormentos y finalmente murió en la hoguera, el año 304.

Santa Eulalia fue llamada "ilustre mártir, gloria de la rica y popular ciudad de Mérida en Extremadura, honor de toda la Península Ibérica y alegría de la Iglesia Universal". Su cuerpo se conserva en la ciudad de Oviedo.




Oremos

Tú, Señor, que nos alegras hoy con la fiesta anual de Santa Eulalia, concédenos la ayuda de sus méritos, ya que has querido iluminarnos con el ejemplo de su virginidad y de su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.



















Being converted by God's repeated call

DAILY GOSPEL: 10/12/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68


Friday of the Second week of Advent


Book of Isaiah 48:17-19.
Thus says the LORD, your redeemer, the Holy One of Israel: I, the LORD, your God, teach you what is for your good, and lead you on the way you should go.
If you would hearken to my commandments, your prosperity would be like a river, and your vindication like the waves of the sea;
Your descendants would be like the sand, and those born of your stock like its grains, Their name never cut off or blotted out from my presence.

Psalms 1:1-2.3.4.6.
Happy those who do not follow the counsel of the wicked, Nor go the way of sinners, nor sit in company with scoffers.
Rather, the law of the LORD is their joy; God's law they study day and night.
They are like a tree planted near streams of water, that yields its fruit in season; Its leaves never wither; whatever they do prospers.
But not the wicked! They are like chaff driven by the wind.
The LORD watches over the way of the just, but the way of the wicked leads to ruin.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Matthew 11:16-19.
To what shall I compare this generation? It is like children who sit in marketplaces and call to one another,
'We played the flute for you, but you did not dance, we sang a dirge but you did not mourn.'
For John came neither eating nor drinking, and they said, 'He is possessed by a demon.'
The Son of Man came eating and drinking and they said, 'Look, he is a glutton and a drunkard, a friend of tax collectors and sinners.' But wisdom is vindicated by her works." 
Mt 11,16-19
Commentary of the day 
Blessed John Henry Newman (1801-1890), priest, founder of a religious community, theologian
Meditations and Devotions, Part 3, IV: Sin, § 2-3
Being converted by God's repeated call
O my Lord Jesus, whose love for me has been so great as to bring Thee down from heaven to save me, teach me, dear Lord, my sin—teach me its heinousness—teach me truly to repent of it—and pardon it in Thy great mercy! I beg Thee, O my dear Saviour, to recover me! Thy grace alone can do it. I cannot save myself. I cannot recover my lost ground. I cannot turn to Thee, I cannot please Thee, or save my soul without Thee. I shall go from bad to worse, I shall fall from Thee entirely, I shall quite harden myself against my neglect of duty, if I rely on my own strength. I shall make myself my centre instead of making Thee. I shall worship some idol of my own framing instead of Thee, the only true God and my Maker, unless Thou hinder it by Thy grace. O my dear Lord, hear me! I have lived long enough in this undecided, wavering, unsatisfactory state. I wish to be Thy good servant. I wish to sin no more. Be gracious to me, and enable me to be what I know I ought to be.


Friday, 10 December 2010

St. Eulalia, Virgin and Martyr († 304)



SAINT EULALIA
Virgin and Martyr
(† 304)
        St. Eulalia was a native of Merida, in Spain. She was but twelve years old when the bloody edicts of Diocletian were issued. Eulalia presented herself before the cruel judge Dacianus, and reproached him for attempting to destroy souls by compelling them to renounce the only true God.
        The governor commanded her to be seized, and at first tried to win her over by flattery, but failing in this, he had recourse to threats, and caused the most dreadful instruments of torture to be placed before her eyes, saying to her: "All this you shall escape if you will but touch a little salt and frankincense with the tip of your finger." Provoked at these seducing flatteries, our Saint threw down the idol, and trampled upon the cake which was laid for the sacrifice. At the judge's order, two executioners tore her tender sides with iron hooks, so as to leave the very bones bare. Next lighted torches were applied to her breasts and sides; under which torment, instead of groans, nothing was heard from her mouth but thanksgivings. The fire at length catching her hair, surrounded her head and face, and the Saint was stifled by the smoke and flame.