De Corazón a corazón: Fil 2,12-18 ("Que seáis hijos de Dios sin tacha en medio de una generación tortuosa"); Lc 14,25-33 ("Quien no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser mi discípulo")

Contemplación, vivencia, misión: Jesús lleva en su Corazón a toda la humanidad, como historia propia, en el día a día de cada persona concreta. En cada época histórica asume nuestro caminar y quiere que seamos transparencia de su amor para todos. No hay época histórica sin tormentas. Ni hay historias concretas sin dificultades. Ser "discípulo" de Jesús significa "escucharle" en el corazón, seguir "en pos" de él, compartir su mismo estilo de vida, dejarle ser compañero de viaje a nuestro lado.

*En el día a día con la Madre de Jesús: El Señor no nos pide ir delante de él ni afrontar la vida solos. La "cruz" es ahora un retazo de su misma biografía y un toque de su amor en nuestra vida, como lo fue para María, "de pie junto a la cruz" (Jn 19,25), su Madre y nuestra.
AÑO DE LA FE: "Al revelarse, Dios ha llenado de contenido la fe, pues mostrándose en Cristo, ha manifestado su amor en la Cruz" (Benedicto XVI, 24 octubre 2012)