EVANGELIO DEL DÍA

viernes, 29 de agosto de 2014

La familia Mora muestra el vestido por el que el párroco negó la comunión a la chica en el funeral - ReL

La familia Mora muestra el vestido por el que el párroco negó la comunión a la chica en el funeral - ReL

La familia Mora muestra el vestido por el que el párroco negó la comunión a la chica en el funeral

Nadie se ha puesto en contacto con ellos y, de momento, no parece que su deseo de que el párroco de Sorihuela del Guadalimar se disculpe esté próximo a hacerse realidad. Sin embargo, Alfonsa Rubio y su marido, Juan Mora, no están dispuestos a dar su brazo a torcer porque siguen convencidos de que su hija no iba vestida de forma inadecuada, argumento que utilizó el cura para negarle la comunión durante una misa funeral celebrada el pasado 7 de agosto.

Lo que sí recibió el matrimonio de Sorihuela del Guadalimar esta semana es una carta firmada por el obispo de Jaén, Ramón del Hoyo, datada el 25 de agosto, un día antes de que el caso de esta familia jiennense saliese a la luz a través de las páginas de Diario JAÉN.

La misiva dice, textualmente: "Sus injustos calificativos para su sacerdote no merecen mi contestación a su escrito. Sí lo he puesto en conocimiento del interesado, pero no es desde su postura insultante como se arreglan las cosas, sino desde la humildad, diálogo y caridad cristiana, entre unos y otros".

Ante tal afirmación, Alfonsa Rubio se defiende y niega, de forma tajante, que en el escrito remitido haya insultado al párroco, Jesús Fernández.

Es más, reitera que su denuncia se ciñe, única y exclusivamente, al hecho concreto del funeral del abuelo del amigo de su hija, y que en ningún momento critica la labor que el sacerdote realiza en la iglesia o con la comunidad del municipio jiennense.




El caso de esta menor a la que se le negó la comunión por no vestir de forma adecuada —llevaba el vestido que se ve en la imagen sobre estas líneas— no ha dejado indiferente a nadie.

Es más, son muchos los medios de comunicación radiofónicos, escritos y de televisión que se han hecho eco de la noticia que avanzó este periódico.

Tal es así, que ha dado pie a que se genere un debate social sobre si las normativas del párroco son demasiado estrictas y poco acordes con los tiempos actuales.

Hay voces que defienden que se debe guardar un mínimo decoro y protocolo para acudir a misa o entrar a un templo; la propia Alfonsa Rubio opina así. Pero los hay que consideran que el vestido que llevaba la menor de 16 años no era precisamente indecoroso ni poco respetuoso.

Mientras, la familia espera que alguien se disculpe y les conteste si este fue un motivo tan importante como para negarle la comunión en un templo lleno.


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Mi boca anunciará tu salvación.

SALMO       Sal 70, 1-2. 3-4a. 5-6b. 15ab y 17 (R.: cf. 15) 
 
R. Mi boca anunciará tu salvación.
 
 Yo  me refugio en ti, Señor,
 ¡que nunca tenga que avergonzarme!
 Por tu justicia, líbrame y rescátame,
 inclina tu oído hacia mí, y sálvame. 
R. Mi boca anunciará tu salvación.
 
 Sé para mí una roca protectora,
 tú que decidiste venir siempre en mi ayuda,
 porque tú eres mi Roca y mi fortaleza.
 ¡Líbrame, Dios mío, de las manos del impío! 
R. Mi boca anunciará tu salvación.
 
 Porque tú, Señor, eres mi esperanza
 y mi seguridad desde mi juventud.
 En ti me apoyé desde las entrañas de mi madre;
 desde el seno materno fuistes mi protector. 
R. Mi boca anunciará tu salvación.
 
 Mi boca anunciará incesantemente
 tus actos de justicia y salvación.
 Dios mío, tú me enseñaste desde mi juventud,
 y hasta hoy he narrado tus maravillas. 
R. Mi boca anunciará tu salvación.

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Carlos Osoro: "Trabajaré sin descanso para ser obispo de todos" :: España :: Religión Digital

Carlos Osoro: "Trabajaré sin descanso para ser obispo de todos" :: España :: Religión Digital

Carlos Osoro: "Trabajaré sin descanso para ser obispo de todos"

(Jesús Bastante).- Desde que hace una semana RD anunció que era el elegido para sustituir a Antonio María Rouco Varela al frente de la diócesis de Madrid el teléfono de Carlos Osoro no ha parado de sonar. "Menuda me hicisteis" bromea el arzobispo electo al término de una jornada maratoniana. En la primera entrevista que concede tras su nombramiento, Osoro admite que no esperaba la designación, que aún no sabe cuándo tomará posesión de Madrid, y que "trabajaré sin descanso para ser obispo de todos".


Una larga jornada, imagino...
Sí, bastante larga. En realidad, una semana, desde que empezó a sonar. Pero bueno, todo es una gracia, soy afortunado porque el Santo Padre haya pensado en mí, y me pongo en manos de Nuestro Señor.

¿Cuándo supo de su designación? ¿Qué pasó por su cabeza? ¿En quién pensó?
Lo supe hace 15 días. Y no me lo esperaba. Al principio, me quedé en blanco... y después me puse en manos de Dios. Y, curiosamente, pensé en San Agustín (ayer, día de su designación, se festejaba el día del santo de Hipona), cuando dice "No busques qué dar. Date a ti mismo".

¿Qué sentimientos pasan por su corazón al tener que abandonar Valencia y llegar a Madrid?
Son contradictorios: por un lado, siento pena por dejar a quienes te han querido tanto y yo también a ellos; y por otra parte volver al único apoyo que existe que es el Señor, pues voy a un lugar que no es conocido por mí. Por tanto se juntaron la pena, los miedos y la responsabilidad, pero pienso como el santo que "la medida del amor es el amor sin medida".

¿Por qué cree que Francisco le ha elegido?
No lo sé, la verdad. Lo que sí tengo claro es que el Papa sabe quién soy, y qué es lo poco que sé hacer, de modo que yo deposito mi confianza en Nuestro Señor, y sé que Él estará a mi lado. Agradezco al Papa que se fíe de mi, y él sabe que yo no voy a hacer otra cosa que estar con la gente, y ser de todos, creyentes o no, sabiendo de mis límites, pero saliendo sin miedo para servir. Todo lo que me han pedido en la Iglesia, siempre, lo he hecho, aunque me haya disgustado. Yo era un hombre feliz en Orense, y me costó muchísimo salir. También me pasó en Oviedo. Pero ciertamente, cuando me pide algo el sucesor de Pedro, siempre lo he hecho, me cueste lo que me cueste. Porque siempre he entendido, desde que soy sacerdote, que mi vida no es para mí, es para los demás.


Su sucesor en Valencia será el cardenal Cañizares. ¿Qué consejos le daría?
Él conoce muy bien esta Archidiócesis de Valencia. Somos amigos desde hace años, y hemos comentado en muchas ocasiones situaciones de la diócesis. Él no necesita consejos, tiene la sabiduría de un hombre de Dios.

Sucede en Madrid al cardenal Rouco...
Mi antiguo profesor en la Universidad de Salamanca.... Es un hombre con una experiencia de muchos años en una misión que hizo con gozo, con la alegría de haber acompañado a la Iglesia que vive en Madrid en muchos procesos para hacer creíble el Evangelio.

¿Cuándo tomará posesión?
No lo sé. Tenemos pendiente una conversación, y habrá que ver el calendario que tiene el propio cardenal. Al igual que a mí con el cardenal Cañizares.

¿Qué Iglesia espera encontrarse? ¿Qué retos se plantea?
Una Iglesia que quiere vivir en constante conversión pastoral y misionera y que por ello quiere ser fiel a su vocación, porque la Iglesia o es misionera o no es la Iglesia del Señor. Ya les he escrito una carta y les he pedido ayuda a todos, sacerdotes, religiosos, laicos, autoridades... Les he dicho que los necesito a todos, y que estamos llamados a anunciar el Evangelio: en la cultura, en la familia, en el trabajo, en los medios de comunicación social, en el deporte, en el tiempo libre, en la animación del orden social, en la vida pública. Les he dicho que los cristianos tenemos que demostrar que nadie es extranjero en el Pueblo de Dios, y que nuestra misión es hacer nuestros los sueños de Dios. Por mi parte, voy sin más programa que el Evangelio y sin más pasión que la de entregar mi vida por todos.

¿Con qué Iglesia sueña Carlos Osoro?
Sueño con una Iglesia que entrega y vive la alegría del Evangelio, que llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Me gustaría poder hacer este sueño posible, y perceptible. Y mi sueño es hacer posible y perceptible esa alegría del Evangelio, que se entrega no sólo con la palabra, sino con la vida, sin maquillajes, siendo lo que somos y sabiendo que eso que somos es lo que debemos aportar.



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