Jesús no nos deja solos

"Jesús siempre nos hace regresar a casa, jamás nos deja solos en la calle. También en las parábolas: aquella moneda perdida y vuelta a encontrar por la mujer, con las otras, y aquella oveja perdida vuelta a traer al redil.
Porque Jesús no vino solo del Cielo, es Hijo de un pueblo. Jesús es la promesa hecha a un pueblo y su identidad es también pertenencia a aquel pueblo, que de Abraham camina hacia la promesa. Y éstos gestos de Jesús nos enseñan que toda curación, todo perdón nos hacen regresar siempre a nuestro pueblo, que es la Iglesia".