San Marcos 6,1-6

Jesús salió de allí y se dirigió a su pueblo, seguido de sus discípulos.
Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba estaba asombrada y decía: "¿De dónde saca todo esto? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada y esos grandes milagros que se realizan por sus manos?
¿No es acaso el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros?". Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo.
Por eso les dijo: "Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, en su familia y en su casa".
Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de curar a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos.
Y él se asombraba de su falta de fe. Jesús recorría las poblaciones de los alrededores, enseñando a la gente.

COMENTARIO

por Mons. Rafael Escudero López-Brea
obispo prelado de Moyobamba

"En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía  de sus discípulos. He aquí de nuevo a Jesús en Nazaret.

"Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga". El Evangelio relata numerosos incidentes en que Jesús fue acusado de quebrantar la ley del sábado. Pero Jesús nunca falta a la santidad de este día, lo vemos cómo ese día enseñaba en la sinagoga, sino que con autoridad da la interpretación auténtica de esta ley: El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado. Con compasión, Cristo proclama que es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal. El sábado es el día del Señor de las misericordias y del honor de Dios.  Él es Señor del sábado, porque sabe que cuando llegue su Reino, allí todos los días serán sábado, porque todos los días serán de Dios y de la alegría.

El Catecismo nos enseña: "El domingo se distingue expresamente del sábado, al que sucede cronológicamente cada semana, y cuya prescripción litúrgica reemplaza para los cristianos. Realiza plenamente, en la Pascua de Cristo, la verdad espiritual del sábado judío y anuncia el descanso eterno del hombre en Dios. Porque el culto de la ley preparaba el misterio de Cristo, y lo que se practicaba en ella prefiguraba algún rasgo relativo a Cristo. Leer más de este artículo