EVANGELIO DEL DÍA

lunes, 7 de febrero de 2011

« Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí »

EVANGELIO DEL DÍA: 08/02/2011
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Martes de la V Semana del Tiempo Ordinario

Libro de Génesis 1,20-31.2,1-4.
Dios dijo: "Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre la tierra, por el firmamento del cielo".
Dios creó los grandes monstruos marinos, las diversas clases de seres vivientes que llenan las aguas deslizándose en ellas y todas las especies de animales con alas. Y Dios vio que esto era bueno.
Entonces los bendijo, diciendo: "Sean fecundos y multiplíquense; llenen las aguas de los mares y que las aves se multipliquen sobre la tierra".
Así hubo una tarde y una mañana: este fue el quinto día.
Dios dijo: "Que la tierra produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles y animales salvajes de toda especie". Y así sucedió.
Dios hizo las diversas clases de animales del campo, las diversas clases de ganado y todos los reptiles de la tierra, cualquiera sea su especie. Y Dios vio que esto era bueno.
Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo".
Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.
Y los bendijo, diciéndoles: "Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra".
Y continuó diciendo: "Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento.
Y a todas la fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde". Y así sucedió.
Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día.
Así fueron terminados el cielo y la tierra, y todos los seres que hay en ellos.
El séptimo día, Dios concluyó la obra que había hecho, y cesó de hacer la obra que había emprendido.
Dios bendijo el séptimo día y lo consagró, porque en él cesó de hacer la obra que había creado.
Este fue el origen del cielo y de la tierra cuando fueron creados. Cuando el Señor Dios hizo la tierra y el cielo,

Salmo 8,4-5.6-7.8-9.
Al ver el cielo, obra de tus manos, la luna y la estrellas que has creado:
¿qué es el hombre para que pienses en él, el ser humano para que lo cuides?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y esplendor;
le diste dominio sobre la obra de tus manos, todo lo pusiste bajo sus pies:
todos los rebaños y ganados, y hasta los animales salvajes;
las aves del cielo, los peces del mar y cuanto surca los senderos de las aguas.

Evangelio según San Marcos 7,1-13.
Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús,
y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavar.
Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados;
y al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones. Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados por tradición, como el lavado de los vasos, de las jarras y de la vajilla de bronce.
Entonces los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: "¿Por qué tus discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?".
El les respondió: "¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.
En vano me rinde culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos.
Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres".
Y les decía: "Por mantenerse fieles a su tradición, ustedes descartan tranquilamente el mandamiento de Dios.
Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y además: El que maldice a su padre y a su madre será condenado a muerte.
En cambio, ustedes afirman: 'Si alguien dice a su padre o a su madre: Declaro corbán -es decir, ofrenda sagrada- todo aquello con lo que podría ayudarte...'
En ese caso, le permiten no hacer más nada por su padre o por su madre.
Así anulan la palabra de Dios por la tradición que ustedes mismos se han transmitido. ¡Y como estas, hacen muchas otras cosas!". 
Mc 7,1-13
Leer el comentario del Evangelio por 
Santa Teresa de Ávila (1515-1582), carmelita descalza, doctor de la Iglesia
Camino de Perfección, c. 28, 9-11
« Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí »
     Pues hagamos cuenta que dentro de nosotras está un palacio de grandísima riqueza, todo su edificio de oro y piedras preciosas, en fin, como para tal Señor; y que sois vos parte para que este edificio sea tal, como a la verdad es así (que no hay edificio de tanta hermosura como un alma limpia y llena de virtudes, y mientras mayores, más resplandecen las piedras), y que en este palacio está este gran Rey, que ha tenido por bien ser vuestro Padre, y que está en un trono de grandísimo precio, que es vuestro corazón.

     Reiránse de mí por ventura, y dirán que bien claro se está esto, y tendrán razón, porque para mí fue oscuro algún tiempo. Bien entendía que tenía alma; mas lo que merecía esta alma y quién estaba dentro de ella si yo no me tapara los ojos con las vanidades de la vida para verlo, no lo entendía. Que, a mi parecer, si como ahora entiendo que en este palacio pequeñito de mi alma cabe tan gran Rey, que no le dejara tantas veces solo; alguna me estuviera con él y más procurara que no estuviera tan sucia. Mas, (qué cosa de tanta admiración, quien hinchera mil mundos y muy muchos más con su grandeza, encerrarse en una cosa tan pequeña!


martes 08 Febrero 2011

Santa Josefina Bakhita



En su biografía Bakhita cuenta su propia experiencia al encontrarse con los buscadores de esclavos. "Cuando aproximadamente tenía nueve años, paseaba con una amiga por el campo y vimos de pronto aparecer a dos extranjeros, de los cuales uno le dijo a mi amiga: 'Deja a la niña pequeña ir al bosque a buscarme alguna fruta. Mientras, tú puedes continuar tu camino, te alcanzaremos dentro de poco'. El objetivo de ellos era capturarme, por lo que tenían que alejar a mi amiga para que no pudiera dar la alarma.

Sin sospechar nada obedecí, como siempre hacia. Cuando estaba en el bosque, me percate que las dos personas estaban detrás de mí, y fue cuando uno de ellos me agarró fuertemente y el otro sacó un cuchillo con el cual me amenazó diciéndome: 'Si gritas, morirás! Síguenos!'".
Los mismos secuestradores fueron quienes le pusieron Bakhita al ver su especial carisma.

Luego de ser capturada, Bakhita fue llevada a la ciudad de El Obeid, donde fue vendida a cinco distintos amos en el mercado de esclavos.
Nunca consiguió escapar, a pesar de intentarlo varias veces. Con quien más sufrió de humillaciones y torturas fue con su cuarto amo, cuando tenía más o menos 13 años. Fue tatuada, le realizaron 114 incisiones y para evitar infecciones le colocaron sal durante un mes. "Sentía que iba a morir en cualquier momento, en especial cuando me colocaban la sal”

El comerciante italiano Calixto Leganini compró a Bakhita por quinta vez en 1882, y fue
"Esta vez fui realmente afortunada - escribe Bakhita - porque el nuevo patrón era un hombre bueno y me gustaba. No fui maltratada ni humillada, algo que me parecía completamente irreal, pudiendo llegar incluso a sentirme en paz y tranquilidad".

En 1884 Leganini se vio en la obligación de dejar Jartum, tras la llegada de tropas Mahdis. Bakhita se negó a dejar a su amo, y consiguió viajar con él y su amigo Augusto Michieli, a Italia.

La esposa de Michieli los esperaba en Italia, y sabiendo la llegada de varios esclavos, exigió uno, dándosele a Bakhita. Con su nueva familia, Bakhita trabajo de niñera y amiga de Minnina, hija de los Michieli.

Bakhita y Minnina ingresaron al noviciado del Instituto de las Hermanas de la Caridad en Venecia, tras ser aconsejadas por las hermanas. Esta congregación fue fundada en 1808 con el nombre de Instituto de las Hermanas de la Caridad en Venecia, pero son más conocidas como hermanas de Canossa

Recibió el bautismo, primera comunión y confirmación, al mismo tiempo, el 9 de enero de 1890, por el Cardenal de Venecia. En este momento, tomó el nombre cristiano de Josefina Margarita Afortunada.
Ella misma cuenta en su biografía que mientras estuvo en el Instituto conoció cada día más a Dios, "que me ha traído hasta aquí de esta extraña forma".

La Señora de Michieli volvió de Sudán a llevarse a Bakhita y a su hija, pero con un gran coraje, Bakhita se negó a ir y prefirió quedarse con las Hermanas de Canossa. La esclavitud era ilegal en Italia, por lo que la señora de Michieli no pudo forzar a Bakhita, y es así que permaneció en el Instituto y su vocación la llevó a convertirse en una de las Hermanas de la Orden el 7 de diciembre de 1893, a los 38 años de edad.

Algo que le costó demasiado trabajo fue escribir su autobiografía en 1910, la cual fue publicada en 1930. En 1929 se le ordena ir a Venecia a contar la historia de su vida. La salud de Bakhita se fue debilitando hacia sus últimos años y tuvo que postrarse a una silla de ruedas, la cual no le impidió seguir viajando, aunque todo ese tiempo fue de dolor y enfermedad. Se dice que le decía la enfermera: "¡Por favor, desatadme las cadenas… es demasiado!". Falleció el 8 de febrero de 1947 en Schio, siendo sus últimas palabras: "Madonna! Madonna!"

En la ceremonia de beatificación, el Santo Padre reconoció el gran hecho de que transmitiera el mensaje de reconciliación y misericordia.
"Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa".

S.S. Juan Pablo II la canonizó el 1 de octubre del 2000.
Fue santificada por el pueblo, por lo que en 1959 la diócesis local comenzó las investigaciones para encontrarla venerable. Todo salió muy bien y fue así que el 1 de diciembre de 1978 fue declarada Venerable. Por tanto, el proceso para declararla santa empezó con gran auge y el 17 de mayo de 1992 fue beatificada por Juan Pablo II y se declaró día oficial de culto el 8 de febrero

Su espiritualidad y fuerza la han convertido en Nuestra Hermana Universal, como la llamó el Papa




Oremos 
Señor Dios, que otorgaste a Santa Josefina una especial dignidad como hija tuya y esposa de Cristo, por su obediente entrega, concédenos que movidos por su ejemplo, acompañemos a Jesús crucificado en los hermanos con amor constante y misericordia perseverante. Por el mismo Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.


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