EVANGELIO DEL DÍA

domingo, 6 de febrero de 2011

« Alumbre así vuestra luz a los hombres »

EVANGELIO DEL DÍA: 06/02/2011
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


V Domingo del Tiempo Ordinario A

Libro de Isaías 58,7-10.
Compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne.
Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor.
Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: "¡Aquí estoy!".
si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía.

Salmo 112(111),4-5.6-7.8-9.
Para los buenos brilla una luz en las tinieblas : es el Bondadoso, el Compasivo y el Justo.
Dichoso el que se compadece y da prestado, y administra sus negocios con rectitud.
El justo no vacilará jamás, su recuerdo permanecerá para siempre.
No tendrá que temer malas noticias : su corazón está firme, confiado en el Señor.
Su ánimo está seguro, y no temerá, hasta que vea la derrota de sus enemigos.
El da abundantemente a los pobres : su generosidad permanecerá para siempre, y alzará su frente con dignidad.

Carta I de San Pablo a los Corintios 2,1-5.
Por mi parte, hermanos, cuando los visité para anunciarles el misterio de Dios, no llegué con el prestigio de la elocuencia o de la sabiduría.
Al contrario, no quise saber nada, fuera de Jesucristo, y Jesucristo crucificado.
Por eso, me presenté ante ustedes débil, temeroso y vacilante.
Mi palabra y mi predicación no tenían nada de la argumentación persuasiva de la sabiduría humana, sino que eran demostración del poder del Espíritu,
para que ustedes no basaran su fe en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Evangelio según San Mateo 5,13-16.
Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña.
Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa.
Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo. 
Mt 5,13-16
Leer el comentario del Evangelio por 
Beata Teresa de Calcuta (1910-1997), fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad
El gozo del don
« Alumbre así vuestra luz a los hombres »
     Los cristianos son, para los demás, para los hombres todos del mundo entero, como la luz. Si somos cristianos debemos asemejarnos a Cristo. Si aprendéis el arte de la deferencia, cada día os asemejaréis más y más a Cristo cuyo corazón era humilde y estaba siempre atento a las necesidades de los hombres. Una santidad grande empieza por esa atención a los demás; nuestra vocación, si queremos que sea bella, debe estar del todo llena de esa atención. Allí por donde ha pasado Jesús, ha hecho el bien. Y la Virgen María, en Caná sólo ha pensado en las necesidades de los demás y en comunicarlas a Jesús.

     Un cristiano es un tabernáculo del Dios vivo. Él me ha creado, me ha escogido, ha venido a habitarme, porque tenía necesidad de mí. Ahora que habéis aprendido cuánto os ama Dios ¿hay algo que sea más natural para vosotras que pasar el resto de la vida en irradiar este amor? Ser verdaderamente cristiano es acoger plenamente a Cristo y llegar a ser otro Cristo. Es amar como somos amados, como Cristo nos ha amado en la cruz.


domingo 06 Febrero 2011

San Tito



San Tito 

Obispo de Creta
Nació gentil y parece que fue convertido por San Pablo. Su virtud y sus méritos le ganaron el afecto del apóstol, pues encontramos que lo empleaba como secretario. San Pablo envió a Tito de Efeso a Corinto para poner fin a varias ocasiones de escándalo y también para apaciguar las discordias en aquella Iglesia.


Luego, San Pablo lo envió por segunda vez a Corinto a reunir limosnas para los cristianos pobres de Jerusalén. San Pablo se detuvo algún tiempo en la isla de Creta para predicar la fe cristiana, pero como las necesidades de otras iglesias requerían su presencia, consagró a Tito obispo para aquella isla y lo dejó para que terminara el trabajo que él había comenzado.


Murió de una muerte tranquila a edad muy avanzada y es considerado como el primer Arzobispo de la isla.




oremos 

Señor, tú que colocaste a San Tito en el número de los santos pastores y lo hiciste brillar por el ardor de la caridad y de aquella fe que vence al mundo, haz que también nosotros, por su intercesión, perseveremos firmes en la fe y arraigados en el amor y merezcamos así participar de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.



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