EVANGELIO DEL DÍA

sábado, 1 de mayo de 2010

«Que os améis unos a otros como yo os he amado»

EVANGELIO DEL DÍA: 02/05/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Domingo de la V Semana de Pascua

Libro de los Hechos de los Apóstoles 14,21-27.
Después de haber evangelizado esta ciudad y haber hecho numerosos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía de Pisidia.
Confortaron a sus discípulos y los exhortaron a perseverar en la fe, recordándoles que es necesario pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios.
En cada comunidad establecieron presbíteros, y con oración y ayuno, los encomendaron al Señor en el que habían creído.
Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia.
Luego anunciaron la Palabra en Perge y descendieron a Atalía.
Allí se embarcaron para Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para realizar la misión que acababan de cumplir.
A su llegada, convocaron a los miembros de la Iglesia y les contaron todo lo que Dios había hecho con ellos y cómo había abierto la puerta de la fe a los paganos.

Salmo 145(144),8-9.10-11.12-13.
El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia;
el Señor es bueno con todos y tiene compasión de todas sus criaturas.
Que todas tus obras te den gracias, Señor, y tus fieles te bendigan;
que anuncien la gloria de tu reino y proclamen tu poder.
Así manifestarán a los hombres tu fuerza y el glorioso esplendor de tu reino :
tu reino es un reino eterno, y tu dominio permanece para siempre. El Señor es fiel en todas sus palabras y bondadoso en todas sus acciones.

Apocalipsis 21,1-5.
Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más.
Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo.
Y oí una voz potente que decía desde el trono: "Esta es la morada de Dios entre los hombres: él habitará con ellos, ellos serán su pueblo, y el mismo Dios estará con ellos.
El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó".
Y el que estaba sentado en el trono dijo: "Yo hago nuevas todas las cosas". Y agregó: "Escribe que estas palabras son verdaderas y dignas de crédito.

Evangelio según San Juan 13,31-33.34-35.
Después que Judas salió, Jesús dijo: "Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en él.
Si Dios ha sido glorificado en él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto.
Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes. Ustedes me buscarán, pero yo les digo ahora lo mismo que dije a los judíos: 'A donde yo voy, ustedes no pueden venir'.
Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros.
En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros". 
Jn 13,31-33#Jn 13,34-35
Leer el comentario del Evangelio por 
Beata Teresa de Calcuta (1910-1997), fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad
Un Camino muy simple
«Que os améis unos a otros como yo os he amado»
     Yo digo siempre que el amor comienza en casa. Lo primero es vuestra familia y después vuestra ciudad. Es fácil pretender amar a los que están lejos, pero mucho menos fácil es amar a los que viven con nosotros o muy cerca. Desconfío de los proyectos impersonales porque lo único que cuenta es cada persona. Para conseguir amar a alguien es necesario estar cerca de ella. Todo el mundo tiene necesidad de ser amado. Cada uno de nosotros tiene necesidad de saber que es alguien para los demás y que es de un valor inestimable a los ojos de Dios.

     Cristo dijo: «Amaos los unos a los otros como yo os he amado». Y dijo   también: «Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis» (Mt 25,40). Es a él a quien amamos en cada pobre, y cada ser humano en la tierra es pobre en alguna cosa. Dijo: «Tuve hambre y me disteis de comer. Estuve desnudo y me vestisteis » (Mt 25,35). Siempre recuerdo a mis hermanas  y a nuestros hermanos que nuestra jornada está compuesta de veinticuatro horas con Jesús. 

                    


domingo 02 Mayo 2010

San Atanasio



Obispo y Doctor de la Iglesia   Nació en Alejandría el año 295 y fue colaborador y sucesor del obispo Alejandro a quien acompañó en el Concilio de Nicea.
Peleó valerosamente contra los arrianos, lo que le acarreó incontables sufrimientos, entre ellos varias penas de destierro.   
Escribió excelentes obras apologéticas y expositivas de la fe.
Murió el año 373.





Oremos

Dios todopoderoso y eterno, que suscitaste a San Atanasio como preclaro defensor de la divinidad de tu Hijo, haz que nosotros, iluminados por sus enseñanzas y ayudados por sus ejemplos, crezcamos en tu conocimiento y en tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

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