EVANGELIO DEL DÍA

domingo, 23 de mayo de 2010

Los comienzos de la conversión de san Francisco

EVANGELIO DEL DÍA: 24/05/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Lunes de la VIII Semana del Tiempo Ordinario

Epístola I de San Pedro 1,3-9.
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, nos hizo renacer, por la resurrección de Jesucristo, a una esperanza viva,
a una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera, que ustedes tienen reservada en el cielo.
Porque gracias a la fe, el poder de Dios los conserva para la salvación dispuesta a ser revelada en el momento final.
Por eso, ustedes se regocijan a pesar de las diversas pruebas que deben sufrir momentáneamente:
así, la fe de ustedes, una vez puesta a prueba, será mucho más valiosa que el oro perecedero purificado por el fuego, y se convertirá en motivo de alabanza, de gloria y de honor el día de la Revelación de Jesucristo.
Porque ustedes lo aman sin haberlo visto, y creyendo en él sin verlo todavía, se alegran con un gozo indecible y lleno de gloria,
seguros de alcanzar el término de esa fe, que es la salvación.

Salmo 111(110),1-2.5-6.9.10.
¡Aleluya! Doy gracias al Señor de todo corazón, en la reunión y en la asamblea de los justos.
Grandes son las obras del Señor : los que las aman desean comprenderlas.
Proveyó de alimento a sus fieles y se acuerda eternamente de su alianza.
Manifestó a su pueblo el poder de sus obras, dándole la herencia de las naciones.
El envió la redención a su pueblo, promulgó su alianza para siempre : su Nombre es santo y temible.
El temor del Señor es el comienzo de la sabiduría : son prudentes los que lo practican. ¡El Señor es digno de alabanza eternamente!

Evangelio según San Marcos 10,17-27.
Cuando se puso en camino, un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?".
Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno.
Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre".
El hombre le respondió: "Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud".
Jesús lo miró con amor y le dijo: "Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme".
El, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes.
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: "¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!".
Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: "Hijos míos, ¡Qué difícil es entrar en el Reino de Dios!.
Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios".
Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: "Entonces, ¿quién podrá salvarse?".
Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: "Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible". 
Mc 10,17-27
Leer el comentario del Evangelio por 
Relato de tres compañeros de san Francisco de Asís (hacia 1244)
§ 7-8
Los comienzos de la conversión de san Francisco
     Una tarde, al regresar a Asís, los compañeros del joven Francisco le eligieron como jefe de su grupo. Tal como lo había hecho otras veces, hizo preparar un suntuoso banquete. Una vez saciados, salieron todos de la casa y, cantando recorrieron la ciudad. Sus compañeros agrupados, precedían a Francisco; él, teniendo en la mano el bastón de mando, un poco rezagado, sin cantar, sino encerrado en sus pensamientos, cerraba el cortejo. Y, de repente, el Señor le visita y le llena el corazón de una dulzura tal que no puede hablar ni moverse...

     Cuando sus compañeros se giraron y le vieron tan lejos de ellos, se volvieron hacia a él, asustados, y lo encontraron como si lo hubieran cambiado por otro hombre. Le preguntaron: «¿En qué estás pensando que te has olvidado de seguirnos? ¿Acaso has pensado en casarte? - ¡Tenéis razón! He estado pensando en tomar una esposa más noble, más rica y más bella que todas las que habéis visto nunca». Y se burlaron de él...

     A partir de ese momento trabajaba para poner a Jesucristo en el centro de su alma y la perla que deseaba comprar después de haberlo vendido todo (Mt 13,46). Apartándose de las miradas de los que se reían de él, a menudo –casi todos los días- iba a orar en secreto. En cierta forma se sentía de alguna manera empujado por la presencia en él de esta dulzura que le visitaba a menudo y le hacía ir, de la plaza o los demás lugares públicos, a la oración.

     Desde hacía algún tiempo se había convertido en el bienhechor de los pobres, pero se había prometido a sí mismo de manera más fuerte, de no rechazar jamás a un pobre que pidiera limosna, sino dársela con mayor generosidad y abundancia. Así pues, siempre, fuera quien fuera el pobre que le pedía limosna fuera de casa, le daba, lo que podía, en moneda. Si no tenía monedas le daba su bonete o su cinturón para no dejarle marchar con las manos vacías. Pero si incluso le faltaba eso, se retiraba a un lugar escondido, se quitaba la camisa y, secretamente, la enviaba al pobre pidiéndole la aceptara por Dios.




lunes 24 Mayo 2010

Marìa Auxiliadora de los Cristianos



María Auxiliadora 
Los cristianos de la Iglesia de la antigüedad en Grecia, Egipto, Antioquía, Efeso, Alejandría y Atenas acostumbraban llamar a la Santísima Virgen con el nombre de Auxiliadora.-En  griego, se dice con la palabra "Boetéia", que significa "La que trae auxilios venidos del cielo".    Ya San Juan Crisóstomo, arzobispo de Constantinopla nacido en 345, la llama "Auxilio potentísimo" de los seguidores de Cristo. Los dos títulos que más se leen en los antiguos monumentos de Oriente (Grecia, Turquía, Egipto) son: Madre de Dios y Auxiliadora. (Teotocos y Boetéia).

En el año 476 el gran orador Proclo decía: "La Madre de Dios es nuestra Auxiliadora porque nos trae auxilios de lo alto". San Sabas de Cesarea en el año 532 llama a la Virgen "Auxiliadora de los que sufren" y narra el hecho de un enfermo gravísimo que llevado junto a una imagen de Nuestra Señora recuperó la salud y que aquella imagen de la "Auxiliadora de los enfermos" se volvió sumamente popular entre la gente de su siglo.

El gran poeta griego Romano Melone, año 518, llama a María "Auxiliadora de los que rezan, exterminio de los malos espíritus y ayuda de los que somos débiles" e insiste en que recemos para que Ella sea también "Auxiliadora de los que gobiernan"    En las iglesias de las naciones de Asia Menor la fiesta de María Auxiliadora se celebra el 1º de octubre, desde antes del año mil (En Europa y América se celebre el 24 de mayo). San Sofronio, Arzobispo de Jerusalén dijo en el año 560: "María es Auxiliadora de los que están en la tierra y la alegría de los que ya están en el cielo".    San Juan Damasceno, es el primero en propagar esta jaculatoria: "María Auxiliadora rogad por nosotros". Y repite: "La "Virgen es auxiliadora para conseguir la salvación.

Auxiliadora para evitar los peligros, Auxiliadora en la hora de la muerte".    San Germán, Arzobispo de Constantinopla, año 733, dijo en un sermón: "Oh María Tú eres Poderosa Auxiliadora de los pobres, valiente Auxiliadora contra los enemigos de la fe. Auxiliadora de los ejércitos para que defiendan la patria. Auxiliadora de los gobernantes para que nos consigan el bienestar, Auxiliadora del pueblo humilde que necesita de tu ayuda".    El emperador Napoleón llevado por la ambición y el orgullo se atrevió a poner prisionero al Sumo Pontífice, el Papa Pío VII. Varios años llevaba en prisión el Vicario de Cristo y no se veían esperanzas de obtener la libertad, pues el emperador era el más poderoso gobernante de ese entonces. Hasta los reyes temblaban en su presencia, y su ejército era siempre el vencedor en las batallas.

El Sumo Pontífice hizo entonces una promesa: "Oh Madre de Dios, si me libras de esta indigna prisión, te honraré decretándote una nueva fiesta en la Iglesia Católica".    Napoleón que había dicho: "Las excomuniones del Papa no son capaces de quitar el fusil de la mano de mis soldados", vio con desilusión que, en los frios campos de Rusia, helaba las manos de sus soldados, y el fusil se les iba cayendo, y él que había ido deslumbrante, con su famoso ejército, volvió humillado con unos pocos y maltrechos hombres.    Fue luego expulsado de su país y el que antes se atrevió a aprisionar al Papa, se vio obligado a pagar en triste prisión el resto de su vida.    El Papa pudo entonces volver a su sede pontificia y el 24 de mayo de 1814 regresó triunfante a la ciudad de Roma. En memoria de este noble favor de la Virgen María, Pío VII decretó que en adelante cada 24 de mayo se celebrara en Roma la fiesta de María Auxiliadora en acción de gracias a la madre de Dios.   El 9 de junio de 1868, se consagró en Turín, Italia, la Basílica de María Auxiliadora.

La historia de esta Basílica es una cadena de favores de la Madre de Dios. su constructor fue San Juan Bosco, humilde campesino nacido el 16 de agosto de 1815, de padres muy pobres. A los tres años quedó huérfano de padre. Para poder ir al colegio tuvo que andar de casa en casa pidiendo limosna.    La Sma. Virgen se le había aparecido en sueños mandándole que adquiriera "ciencia y paciencia", porque Dios lo destinaba para educar a muchos niños pobres. Nuevamente se le apareció la Virgen y le pidió que le construyera un templo y que la invocara con el título de Auxiliadora.   "Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen".

Desde aquel santuario empezó a extenderse por el mundo la devoción a la Madre de Dios bajo el título de Auxiliadora, y son tantos los favores que Nuestra Señora concede a quienes la invocan con ese título, que ésta devoción ha llegado a ser una de las más populares.   San Juan Bosco decía: "Propagad la devoción a María Auxiliadora y veréis lo que son milagros" y recomendaba repetir muchas veces esta pequeña oración: "María Auxiliadora, rogad por nosotros".




María Auxiliadora 24 may  Oremos 
Himno

Salve, del mar Estrella, Salve, Madre sagrada De Dios y siempre virgen, Puerta del cielo santa.   Tomando de Gabriel El «Ave»,Virgen alma, Mudando el nombre de Eva, Paces divina trata.  La vista restituye, Las cadenas desata, Todos los males quita, Todos los bienes causa.   Muéstrate madre, y llegue Por ti nuestra esperanza A quien, por darnos vida, Nació de tus entrañas.   Entre todas piadosa, Virgen, en nuestras almas, Libres de culpa, infunde Virtud humilde y casta.   Vida nos presta pura, Camino firme allana, Que quien a Jesús llega Eterno gozo alcanza.   Al Padre, al Hijo, al Santo Espíritu alabanzas; Una a los tres demos, Y siempre eternas gracias.  Amén


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