EVANGELIO DEL DÍA

sábado, 31 de julio de 2010

«Ser rico ante Dios»

EVANGELIO DEL DÍA: 01/08/2010

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68



XVIII Domingo del Tiempo Ordinario


Libro de Eclesiastico, de Sirac 1,2.2,21-23.
¡Vanidad, pura vanidad!, dice Cohélet. ¡Vanidad, pura vanidad! ¡Nada más que vanidad!
Porque un hombre que ha trabajado con sabiduría, con ciencia y eficacia, tiene que dejar su parte a otro que no hizo ningún esfuerzo. También esto es vanidad y una grave desgracia.
¿Qué le reporta al hombre todo su esfuerzo y todo lo que busca afanosamente bajo el sol?
Porque todos sus días son penosos, y su ocupación, un sufrimiento; ni siquiera de noche descansa su corazón. También esto es vanidad.

Salmo 90(89),3-4.5-6.12-13.14.17.
Tú haces que los hombres vuelvan al polvo, con sólo decirles: "Vuelvan, seres humanos".
Porque mil años son ante tus ojos como el día de ayer, que ya pasó, como una vigilia de la noche.
Tú los arrebatas, y son como un sueño, como la hierba que brota de mañana:
por la mañana brota y florece, y por la tarde se seca y se marchita.
Enséñanos a calcular nuestros años, para que nuestro corazón alcance la sabiduría.
¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo...? Ten compasión de tus servidores.
Sácianos en seguida con tu amor, y cantaremos felices toda nuestra vida.
Que descienda hasta nosotros la bondad del Señor; que el Señor, nuestro Dios, haga prosperar la obra de nuestras manos.

Carta de San Pablo a los Colosenses 3,1-5.9-11.
Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios.
Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra.
Porque ustedes están muertos, y su vida está desde ahora oculta con Cristo en Dios.
Cuando se manifieste Cristo, que es nuestra vida, entonces ustedes también aparecerán con él, llenos de gloria.
Por lo tanto, hagan morir en sus miembros todo lo que es terrenal: la lujuria, la impureza, la pasión desordenada, los malos deseos y también la avaricia, que es una forma de idolatría.
Tampoco se engañen los unos a los otros. Porque ustedes se despojaron del hombre viejo y de sus obras
y se revistieron del hombre nuevo, aquel que avanza hacia el conocimiento perfecto, renovándose constantemente según la imagen de su Creador.
Por eso, ya no hay pagano ni judío, circunciso ni incircunciso, bárbaro ni extranjero, esclavo ni hombre libre, sino sólo Cristo, que es todo y está en todos.

Evangelio según San Lucas 12,13-21.
Uno de la multitud le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia".
Jesús le respondió: "Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?".
Después les dijo: "Cuídense de toda avaricia, porque aún en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas".
Les dijo entonces una parábola: "Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho,
y se preguntaba a sí mismo: '¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha'.
Después pensó: 'Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes,
y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida'.
Pero Dios le dijo: 'Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?'.
Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios". 
Lc 12,13-21
Leer el comentario del Evangelio por 
San Basilio (hacia 330-379), monje y obispo de Cesarea de Capadocia, doctor de la Iglesia
Homilía 6, sobre las riquezas; PG 31, 261 s.
«Ser rico ante Dios»
     «¿Qué haré? ¿Qué comeré? ¿Con qué me vestiré?» Eso es lo que dice este rico. Sufre su corazón, la inquietud le devora, porque lo que a los demás les alegra, al avaro lo hunde. Que todos sus graneros estén llenos no le da la felicidad. Lo que atormenta a su alma es tener demasiadas riquezas al rebosar sus graneros...

     Considera bien, hombre, quién te ha llenado de sus dones. Reflexiona un poco sobre ti mismo: ¿Quién eres? ¿Qué es lo que se te ha confiado? ¿De quién has recibido ese encargo? ¿Por qué te ha preferido a muchos otros? El Dios de toda bondad ha hecho de ti su intendente; te ha encargado preocuparte de tus compañeros de servicio: ¡no vayas a creer que todo se ha preparado para tu estómago solamente! Dispón de los bienes que tienes en tus manos como si fueran de otros. El placer que te procuran dura muy poco, muy pronto van a escapársete y desaparecer, y sin embargo te pedirán cuenta rigurosa de lo que has hecho con ellos. Luego lo guardas todo, puertas y cerraduras bien cerradas; pues aunque lo hayas cerrado todo, la ansiedad no te deja dormir...

     «¿Qué haré?» Tenía una respuesta a punto: «Llenaré las almas de los hambrientos; abriré mis graneros e invitaré a todos los que pasan necesidad... Haré que oigan una palabra generosa: Venid a mí todos los que no tenéis pan, tomad la parte que os corresponde de los dones que Dios ha concedido, cada uno según su necesidad».



domingo 01 Agosto 2010

San Alfonso María Ligorio



San Alfonso María de Ligorio
Obispo y doctor (1696-1787).   Casi todos los Santos traen un "mensaje" para la Iglesia y surgen cuando el pueblo de Dios los necesita. San Alfonso María de Ligorio ha legado a la Iglesia un mensaje que no pasa de moda y que siempre es de palpitante actualidad:     
1) Profunda vida y sabia doctrina sobre la oración.    
 2) Devoción tierna y transformante a la Sagrada Eucaristía.    
3) Filial devoción a la Virgen María.    Mensajes todos estos prolongados hasta nosotros por dos conductos: Su vida y sus preciosas Obras, y por medio de sus hijos los Redentoristas que heredaron su espíritu. Perteneció a una familia noble napolitana. A los siete años ya lo ponen a estudiar las letras clásicas. A los doce se matricula en la universidad y a los dieciséis ya es investido con la toga de doctor en ambos Derechos.    Estudia las lenguas modernas, esgrima, arte, música y pintura que después le servirá todo esto para su apostolado.
Su padre le había preparado un ventajoso y lujoso matrimonio, pero Alfonso abrazó el camino de seguimiento de Cristo en el sacerdocio. Se ordenó sacerdote en el año 1726. Aquel mismo día hizo este propósito: "La Iglesia me honra concediéndome este don, yo procuraré honrar a la Iglesia trabajando incansablemente por ella, con mi pureza, con mi santidad".
Se entregó a recorrer toda Italia predicando Misiones populares y escribiendo preciosos tratados sobre todos los temas que sabía interesaban al pueblo fiel: Moral, Catecismos, Sermones, Visitas al Santísimo, Tratados sobre la Virgen María. Las Glorias de María será su obra inmortal juntamente con sus tratados de Teología Moral en la que hasta ahora goza de una gran autoridad.    El año 1732 funda la Congregación de los Redentoristas para que sigan su obra.
A sus 66 años el Papa Clemente XIII le obliga a aceptar ser obispo de Santa Águeda de los Godos. Es un padre y un Pastor maravilloso. No pierde un instante por formar a los demás y por santificarse él. El Padre bueno le llama a sus 91 años, el 1 de agosto de 1787.




Oremos

Dios nuestro, que propones constantemente a tu Iglesia nuevos modelos de vida cristiana, apropiados a todas las circunstancias en que puedan vivir tus  hijos, concédenos imitar el celo apostólico que desplegó el santo obispo Alfonso María de Ligorio por la salvación de sus hermanos, para que, como él, lleguemos también a recibir el premio reservado, a tus servidores fieles. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Precursor in life and death

DAILY GOSPEL: 31/07/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68



Saturday of the Seventeenth week in Ordinary Time


Book of Jeremiah 26:11-16.24.
The priests and prophets said to the princes and to all the people, "This man deserves death; he has prophesied against this city, as you have heard with your own ears."
Jeremiah gave this answer to the princes and all the people: "It was the LORD who sent me to prophesy against this house and city all that you have heard.
Now, therefore, reform your ways and your deeds; listen to the voice of the LORD your God, so that the LORD will repent of the evil with which he threatens you.
As for me, I am in your hands; do with me what you think good and right.
But mark well: if you put me to death, it is innocent blood you bring on yourselves, on this city and its citizens. For in truth it was the LORD who sent me to you, to speak all these things for you to hear."
Thereupon the princes and all the people said to the priests and the prophets, "This man does not deserve death; it is in the name of the LORD, our God, that he speaks to us."
But Ahikam, son of Shaphan, protected Jeremiah, so that he was not handed over to the people to be put to death.

Psalms 69(68):15-16.30-31.33-34.
Rescue me from the mire; do not let me sink. Rescue me from my enemies and from the watery depths.
Do not let the floodwaters overwhelm me, nor the deep swallow me, nor the mouth of the pit close over me.
But I am afflicted and in pain; let your saving help protect me, God,
That I may praise God's name in song and glorify it with thanksgiving.
"See, you lowly ones, and be glad; you who seek God, take heart!
For the LORD hears the poor, does not spurn those in bondage.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Matthew 14:1-12.
At that time Herod the tetrarch heard of the reputation of Jesus
and said to his servants, "This man is John the Baptist. He has been raised from the dead; that is why mighty powers are at work in him."
Now Herod had arrested John, bound (him), and put him in prison on account of Herodias, the wife of his brother Philip,
for John had said to him, "It is not lawful for you to have her."
Although he wanted to kill him, he feared the people, for they regarded him as a prophet.
But at a birthday celebration for Herod, the daughter of Herodias performed a dance before the guests and delighted Herod
so much that he swore to give her whatever she might ask for.
Prompted by her mother, she said, "Give me here on a platter the head of John the Baptist."
The king was distressed, but because of his oaths and the guests who were present, he ordered that it be given,
and he had John beheaded in the prison.
His head was brought in on a platter and given to the girl, who took it to her mother.
His disciples came and took away the corpse and buried him; and they went and told Jesus. 
 Mt 14,1-12
Commentary of the day 
Saint Peter Damian (1007-1072), hermit then Bishop, Doctor of the Church
Sermons 24-25
Precursor in life and death
            Forerunner of Christ, John became so by his birth, his preaching, his baptism and his death... Can we find a single virtue or a single form of holiness that the Forerunner did not possess in the highest degree? Who among the holy hermits ever imposed on himself the rule of taking nothing as food but wild honey or that inedible dish - locusts! There are some who renounce the world and fly from men to live a holy life, but John was no more than a child... when he buried himself in the desert and determined to inhabit its solitudes. He renounced his right to succeed his father in the priestly office so that he could freely proclaim the true and supreme High Priest. The prophets preached beforehand the coming of the Savior; the apostles and other teachers of the Church testify this coming to have truly taken place; but John shows it to be present among us. There are many who have preserved their virginity and kept unsullied the whiteness of their garment (cf. Rv 14,4), but John has forsaken all human company that he might root out the lusts of the flesh by their roots and, full of spiritual zeal, might dwell with wild beasts.

            John is at the very heart of the scarlet choir of martyrs as leader of them all: bravely he fought and died for the truth. He has become the leader of all who fight for Christ and was the first to plant the triumphal standard of martyrdom in heaven.


Saturday, 31 July 2010

St. Ignatius of Loyola, Priest (1491-1556)



SAINT IGNATIUS OF LOYOLA
Priest

(1491-1556)
        St. Ignatius was born at Loyola in Spain, in the year 1491. He served his king as a courtier and a soldier till his thirtieth year. At that age, being laid low by a wound, he received the call of divine grace to leave the world. He embraced poverty and humiliation, that he might become more like to Christ, and won others to join him in the service of God.
        Prompted by their love for Jesus Christ, Ignatius and his companions made a vow to go to the Holy Land, but war broke out, and prevented the execution of their project. Then they turned to the Vicar of Jesus Christ, and placed themselves under his obedience. This was the beginning of the Society of Jesus. Our Lord promised St. Ignatius that the precious heritage of his Passion should never fail his Society, a heritage of contradictions and persecutions.
        St. Ignatius was cast into prison at Salamanca, on a suspicion of heresy. To a friend who expressed sympathy with him on account of his imprisonment, he replied, "It is a sign that you have but little love of Christ in your heart, or you would not deem it so hard a fate to be in chains for His sake. I declare to you that all Salamanca does not contain as many fetters, manacles, and chains as I long to wear for the love of Jesus Christ."
        St. Ignatius went to his crown on the 31st July, 1556.


Precursor en su vida y en su muerte

EVANGELIO DEL DÍA: 31/07/2010

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68



Sábado de la XVII Semana del Tiempo Ordinario


Libro de Jeremías 26,11-16.24.
Los sacerdotes y los profetas dijeron a los jefes y a todo el pueblo: "Este hombre es reo de muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, como ustedes lo han escuchado con sus propios oídos".
Pero Jeremías dijo a los jefes y a todo el pueblo: "El Señor es el que me envió a profetizar contra esta Casa y contra esta ciudad todas las palabras que ustedes han oído.
Y ahora, enmienden su conducta y sus acciones, y escuchen la voz del Señor, su Dios, y el Señor se arrepentirá del mal con que los ha amenazado.
En cuanto a mí, hagan conmigo lo que les parezca bueno y justo.
Pero sepan que si ustedes me hacen morir, arrojan sangre inocente sobre ustedes mismos, sobre esta ciudad y sobre sus habitantes. Porque verdaderamente el Señor me ha enviado a ustedes para decirles todas estas palabras".
Los jefes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: "Este hombre no es reo de muerte, porque nos ha hablado en nombre del Señor, nuestro Dios".
Sin embargo, Ajicám, hijo de Safán, protegió a Jeremías e impidió que fuera entregado en manos del pueblo para ser ejecutado.

Salmo 69(68),15-16.30-31.33-34.
Sácame del lodo para que no me hunda, líbrame de los que me odian y de las aguas profundas;
que no me arrastre la corriente, que no me trague el Abismo, que el Pozo no se cierre sobre mí.
Yo soy un pobre desdichado, Dios mío, que tu ayuda me proteja:
así alabaré con cantos el nombre de Dios, y proclamaré su grandeza dando gracias;
Que lo vean los humildes y se alegren, que vivan los que buscan al Señor:
porque el Señor escucha a los pobres y no desprecia a sus cautivos.

Evangelio según San Mateo 14,1-12.
En aquel tiempo, la fama de Jesús llegó a oídos del tetrarca Herodes,
y él dijo a sus allegados: "Este es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los muertos, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos".
Herodes, en efecto, había hecho arrestar, encadenar y encarcelar a Juan, a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe,
porque Juan le decía: "No te es lícito tenerla".
Herodes quería matarlo, pero tenía miedo del pueblo, que consideraba a Juan un profeta.
El día en que Herodes festejaba su cumpleaños, la hija de Herodías bailó en público, y le agradó tanto a Herodes
que prometió bajo juramento darle lo que pidiera.
Instigada por su madre, ella dijo: "Tráeme aquí sobre una bandeja la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por los convidados, ordenó que se la dieran
y mandó decapitar a Juan en la cárcel.
Su cabeza fue llevada sobre una bandeja y entregada a la joven, y esta la presentó a su madre.
Los discípulos de Juan recogieron el cadáver, lo sepultaron y después fueron a informar a Jesús. 
Mt 14,1-12
Leer el comentario del Evangelio por 
San Pedro Damián (1007-1072), ermitaño, después obispo, doctor de la Iglesia
Sermones 24-25
Precursor en su vida y en su muerte
     Juan fue Precursor de Cristo por su nacimiento, por su predicación, por su bautismo y por su muerte... ¿Se puede encontrar una sola virtud, un género de santidad, que el Precursor no haya tenido en su más alto grado? Entre los santos ermitaños ¿cuál se ha impuesto jamás por regla no comer otra cosa que miel silvestre o esa comida incomible: los saltamontes? Algunos renuncian al mundo y huyen de los hombres para vivir santamente, pero Juan es todavía un niño... cuando se adentra en el desierto y escoge, resueltamente, habitar en la soledad. Renuncia al derecho de sucesión del sacerdocio de su padre para poder anunciar, con toda libertad, al verdadero y soberano Sacerdote.  Los profetas han anunciado por adelantado la venida del Salvador, los apóstoles y los demás que enseñan en la Iglesia dan testimonio de que esta venida realmente tuvo lugar, pero Juan lo muestra ya presente entre los hombres. Son muchos los que han guardado virginidad y no han manchado la blancura de sus vestidos (cf Ap 14,4), pero Juan renuncia a toda compañía humana a fin de arrancar las apetencias de la carne hasta sus mismas raíces, y, lleno de fervor espiritual, habita entre las bestias salvajes.

     Juan, en el centro del coro escarlata de los mártires, incluso lo preside como maestro de todos: combatió valientemente y murió por la verdad. Llegó a ser el jefe de todos los que combaten por Cristo, y fue el primero de todos a ir a plantar en el cielo el estandarte triunfal del mártir.



sábado 31 Julio 2010

San Alfonso Rodriguez




Alonso significa: "pronto para hacer el bien"
(del germano al: el bien.  Ons: prontitud)
Religioso
(1531-1617)
En su preciosa Autobiografía escribe con sencillez y tratando de dulcificar los acíbares más amargos: «Estaba ya absorbido en los negocios, cuando Dios me mandó algunos trabajos, por medio de los cuales vine en conocimiento de mi mala vida pasada y de la miseria del mundo».
Alfonso nace en Segovia por el año 1533. Sus padres, que poseen un modesto telar, se llaman Diego Rodríguez y María Gómez. Fue el segundo de once hermanos, siete varones y cuatro hembras.
Cuando todavía era muy niño llegan por vez primera a Segovia dos padres jesuitas para ejercer el apostolado. Ellos dejaron huella en el alma de Alfonso, ya que se hospedaban en su casa y le enseñaron el catecismo. Recordará siempre con gran afecto cuántas cosas buenas le decían estos jesuitas.
Su hermano mayor y él son enviados por su padre al colegio que dirigen los jesuitas a Alcalá. Allí reciben el contratiempo de que ha muerto su padre. La madre decide que continúe estudiando el hermano mayor y que Alfonso vuelva a casa para hacerse cargo del modesto negocio de tejidos. Parece que esto no era el fuerte de Alfonso y las cosas van mal. Se casa con María Juárez y el Señor les concedió dos hijos. Los caminos del Señor no son nuestros caminos. Va a dirigir a Alfonso por otras vías. Para ello la desgracia parece que se ceba en su casa. En poco tiempo muere su esposa, su madre y uno de sus hijos. Emulando el gesto de Dña. Blanca de Castilla, dice al Señor en un arrebato de generosidad: «Señor, si mi hijo ha de ofenderte el día de mañana, llévatelo a tu gloria». Al poco tiempo muere el hijo. Ahora ha quedado solo Alfonso. Ya nada le ata a este mundo. Hace una confesión general, se retira al desierto, a la soledad, y se entrega de lleno a la oración y mortificación de su cuerpo.
El Señor comienza a regalarle con muchas gracias sobrenaturales que le acompañarán durante toda su vida. También le visita con gran afecto la Virgen María a la que ama más que a sí mismo.
Hace renuncia de sus bienes a favor de sus hermanas y marcha a Valencia para ponerse a disposición de su padre Confesor. Él quiere ingresar en la Compañía. Los superiores ven que no está preparado para escalar el sacerdocio por falta de estudios y por su edad ya madura. Pide ser admitido como Hermano Coadjutor. Titubea un día y así se lo hace saber al Padre confesor. Éste le dice: «Hermano, me temo que os perdáis, porque veo que queréis hacer vuestra propia voluntad. Esto de ir a vivir en la soledad y retiraros del mundo ¿no será que os buscáis a vos mismo y huís de la cruz que el Señor os tiene preparada?». Se postra ante su Confesor y le dice: «Padre, si esto es así, yo os prometo que renuncio de ahora para siempre a mi propia voluntad».
Por fin el 31 de enero de 1571 fue admitido a formar parte de la Compañía. El P. Provincial al aceptarlo dirá que le admite «para que sea santo y para que con sus oraciones y penitencia ayude y sirva a todos». No se equivocó el P. Antonio Cordeses. El 10 de agosto de aquel mismo año llegaba a Montesión de Palma para empezar el Noviciado. Éste será el escenario de toda su vida. Aquí emitió sus votos y aquí se desgastó día a día en el servicio del Señor y de sus hermanos. La portería será la palestra donde se santificará.
Un día subía la «cuesta del sudor». Hacía un calor canicular. Iba pensando en la belleza de la Virgen. Estaba sudando y agotado por el peso de cuanto había recogido pidiendo limosna. Se le aparece la Virgen, limpia su sudor y le pregunta si la ama. Y así tres veces. Alfonso la ama más que a sí mismo. Sirvió a los colegiales y superiores con enorme caridad. Se gastó por sus hermanos. Escribió cosas muy bellas. Gozó del amor de Jesús y de María. Expiró el 1617.

jueves, 29 de julio de 2010

"Where did this man get such wisdom... ? Is he not the carpenter's son?"

DAILY GOSPEL: 30/07/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68



Friday of the Seventeenth week in Ordinary Time


Book of Jeremiah 26:1-9.
In the beginning of the reign of Jehoiakim, son of Josiah, king of Judah, this message came from the LORD:
Thus says the LORD: Stand in the court of the house of the LORD and speak to the people of all the cities of Judah who come to worship in the house of the LORD; whatever I command you, tell them, and omit nothing.
Perhaps they will listen and turn back, each from his evil way, so that I may repent of the evil I have planned to inflict upon them for their evil deeds.
Say to them: Thus says the LORD: If you disobey me, not living according to the law I placed before you
and not listening to the words of my servants the prophets, whom I send you constantly though you do not obey them,
I will treat this house like Shiloh, and make this the city which all the nations of the earth shall refer to when cursing another.
Now the priests, the prophets, and all the people heard Jeremiah speak these words in the house of the LORD.
When Jeremiah finished speaking all that the LORD bade him speak to all the people, the priests and prophets laid hold of him, crying, "You must be put to death!
Why do you prophesy in the name of the LORD: 'This house shall be like Shiloh,' and 'This city shall be desolate and deserted'?" And all the people gathered about Jeremiah in the house of the LORD.

Psalms 69:5.8-10.14.
More numerous than the hairs of my head are those who hate me without cause. Too many for my strength are my treacherous enemies. Must I now restore what I did not steal?
For your sake I bear insult, shame covers my face.
I have become an outcast to my kin, a stranger to my mother's children.
Because zeal for your house consumes me, I am scorned by those who scorn you.
But I pray to you, LORD, for the time of your favor. God, in your great kindness answer me with your constant help.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Matthew 13:54-58.
He came to his native place and taught the people in their synagogue. They were astonished and said, "Where did this man get such wisdom and mighty deeds?
Is he not the carpenter's son? Is not his mother named Mary and his brothers James, Joseph, Simon, and Judas?
Are not his sisters all with us? Where did this man get all this?"
And they took offense at him. But Jesus said to them, "A prophet is not without honor except in his native place and in his own house."
And he did not work many mighty deeds there because of their lack of faith.
 
Mt 13,54-58
Commentary of the day 
Blessed John XXIII (1881-1963), pope
Journal of a soul, §1901-1903 (trans. Dorothy White)
"Where did this man get such wisdom... ? Is he not the carpenter's son?"
Every time I think of the profound mystery of the obscure, humble life of Jesus, during the first thirty years, I am more and more astounded and words fail me. It is very clear that before such a shining example the judgements and way of thinking not only of this world but also of overwhelming majority of ecclesiastics lose all value and seem in contradiction to it.

       As for me, I confess that I still cannot form an idea of what this humility must be like. However much I study it, I seem to achieve only the semblance of humility; its real spirit, Jesus Christ in Nazareth's love to be unknown, is known to me only by name. To think that our blessed Savior spent thirty years of his life in obscurity, and yet he was God, he was the «splendor of the substance of the Father» (Heb 1,3), he had come to save the world; and he did all this only to show us how necessary humility is and how it must be practised. And I, such a great sinner and so totally unworthy, think only of being pleased with myself and congratulating myself on my good results, all for the sake of a little worldly honour. I cannot conceive even the holiest thought without its being tinged with considerations of my own reputation with men... In the last analysis, it is only with the greatest effort that I can resign myself to the thought of real obscurity such as Jesus experienced and such as he has taught me to  desire. 

                    

Friday, 30 July 2010

St. Peter Chrysologus, Bishop and Doctor of the Church (406-450)



SAINT PETER CHRYSOLOGUS
Bishop and Doctor of the Church

(406-450)
        Born about 400, bishop of Ravenna. His preaching was famous, and more than 180 sermons, mainly on scripture and the liturgical year, have survived.
        He died about 450.


The Weekday Missal (1975)

«¿De dónde saca éste esa sabiduría...? ¿No es el hijo del carpintero?

EVANGELIO DEL DÍA: 30/07/2010

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68



Viernes de la XVII Semana del Tiempo Ordinario


Libro de Jeremías 26,1-9.
Al comienzo del reinado de Joaquím, hijo de Josías, rey de Judá, llegó esta palabra a Jeremías, de parte del Señor:
Así habla el Señor: Párate en el atrio de la Casa del Señor y di a toda la gente de las ciudades de Judá que vienen a postrarse en la Casa del Señor todas las palabras que yo te mandé decirles, sin omitir ni una sola.
Tal vez escuchen y se conviertan de su mal camino; entonces yo me arrepentiré del mal que pienso hacerles a causa de la maldad de sus acciones.
Tú les dirás: Así habla el Señor: Si ustedes no me escuchan ni caminan según la Ley que yo les propuse;
si no escuchan las palabras de mis servidores los profetas, que yo les envío incansablemente y a quienes ustedes no han escuchado,
entonces yo trataré a esta Casa como traté a Silo y haré de esta ciudad una maldición para todas las naciones de la tierra.
Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías mientras él pronunciaba estas palabras en la Casa del Señor.
Y apenas Jeremías terminó de decir todo lo que el Señor le había ordenado decir al pueblo, los sacerdotes y los profetas se le echaron encima, diciendo: "¡Vas a morir!
Porque has profetizado en nombre del Señor, diciendo: Esta Casa será como Silo, y esta ciudad será arrasada y quedará deshabitada". Entonces todo el pueblo se amontonó alrededor de Jeremías en la Casa del Señor.

Salmo 69,5.8-10.14.
Más numerosos que los cabellos de mi cabeza son los que me odian sin motivo; más fuertes que mis huesos, los que me atacan sin razón. ¡Y hasta tengo que devolver lo que yo no he robado!
Por ti he soportado afrentas y la vergüenza cubrió mi rostro;
me convertí en un extraño para mis hermanos, fui un extranjero para los hijos de mi madre:
porque el celo de tu Casa me devora, y caen sobre mí los ultrajes de los que te agravian.
Pero mi oración sube hasta ti, Señor, en el momento favorable: respóndeme, Dios mío, por tu gran amor, sálvame, por tu fidelidad.

Evangelio según San Mateo 13,54-58.
Y, al llegar a su pueblo, se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados. "¿De dónde le viene, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros?
¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas?
¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?".
Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo. Entonces les dijo: "Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia".
Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente. 
 Mt 13,54-58
Leer el comentario del Evangelio por 
Beato Juan XXIII (1881-1963), papa
Diario del alma, §1901-1903
«¿De dónde saca éste esa sabiduría...? ¿No es el hijo del carpintero?
     Cada vez que pienso en el gran misterio de la vida escondida y humilde de Jesús durante sus treinta primeros años, mi espíritu se siente cada vez más confundido y me faltan las palabras. ¡Ah! es la misma evidencia: tengo frente a mí una luminosa lección: no tan sólo los juicios y la manera de pensar del mundo sino también los juicios y la manera de pensar de muchos eclesiásticos me parecen completamente falsos y se oponen del todo a esta lección.

     Por mi parte confieso que no he llegado todavía a hacerme una idea de ello. Sin embargo, y por lo que me conozco, me parece que sólo poseo una apariencia de humildad, pero no su verdadero espíritu; ese amor a «lo escondido» de Jesucristo en Nazaret, no lo conozco más que de nombre. ¡Y decir que Jesús pasó treinta años de vida escondida, y que era Dios, y que era el «reflejo de la sustancia del Padre» (Hb 1,3), y que vino para salvar al mundo, y que todo esto lo hizo únicamente para enseñarnos cuán necesaria es la humildad y cuánta falta hace practicarla! Y yo, que soy un grande y miserable pecador, que sólo pienso en complacerme a mí mismo, en complacerme en los éxitos que me dan un poco de honor terrestre, que no puedo tener el más mínimo pensamiento santo sin que se deslice la preocupación de mi reputación cerca de los demás... A fin de cuentas no sé acostumbrarme, si no es con un gran esfuerzo, a esa idea de pasar realmente desapercibido, escondido, tal como Jesucristo lo practicó y tal cual me lo enseña.

                    


viernes 30 Julio 2010

San Pedro Crisólogo




San Pedro Crisólogo
San Pedro Crisólogo («Palabra de oro»), nació probablemente en Imola hacia el 380. Cuando fue elegido como obispo de Rávena (entre 424 y 431), la antigua ciudad se hallaba en el apogeo de su grandeza imperial, bajo el gobierno de Gala Placidia.    El obispo Pedro   dio pruebas de ser un político de valer, permaneciendo totalmente fiel a las tareas de su oficio pastoral.
Predicó mucho. Han llegado hasta nosotros cerca de 180 de sus sermones. Se trata de breves exhortaciones (Pedro predicaba menos de un cuarto de hora), de homilías acerca de la Escritura o del año litúrgico, preparadas para instruir con sencillez e impulsar al pueblo cristiano a vivir conforme al Evangelio.
No se advierten ellas ni la inspiración literaria de Agustín, ni la teología de León Magno - los dos contemporáneos de Pedro -, pero el pueblo de Rávena, altos dignatarios de la corte o marinos del puerto de Classe, veían en ellas unas palabras henchidas del calor adecuado a la vez que una enseñanza que nunca se apartaba de su vida.
El obispo se imponía a sí mismo voluntariamente el predicar de una manera tan sencilla: «Nuestras palabras, dice, han sido sepultadas con Cristo», «Hay que hablar al pueblo con el lenguaje del pueblo». Según la Crónica pontifical de Rávena, el obispo Pedro I murió un 31 de julio (antes del 451).




Oremos

Oh Dios, que hiciste a San Pedro Crisólogo, obispo, insigne predicador del Verbo encarnado, concédenos meditar siempre este misterio de salvación y manifestarlo en nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

miércoles, 28 de julio de 2010

«Whoever believes in me will live»

DAILY GOSPEL: 29/07/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68



Saint Martha - Memorial


First Letter of John 4:7-16.
Beloved, let us love one another, because love is of God; everyone who loves is begotten by God and knows God.
Whoever is without love does not know God, for God is love.
In this way the love of God was revealed to us: God sent his only Son into the world so that we might have life through him.
In this is love: not that we have loved God, but that he loved us and sent his Son as expiation for our sins.
Beloved, if God so loved us, we also must love one another.
No one has ever seen God. Yet, if we love one another, God remains in us, and his love is brought to perfection in us.
This is how we know that we remain in him and he in us, that he has given us of his Spirit.
Moreover, we have seen and testify that the Father sent his Son as savior of the world.
Whoever acknowledges that Jesus is the Son of God, God remains in him and he in God.
We have come to know and to believe in the love God has for us. God is love, and whoever remains in love remains in God and God in him.

Psalms 34(33):2-3.4-5.6-7.8-9.10-11.
I will bless the LORD at all times; praise shall be always in my mouth.
My soul will glory in the LORD that the poor may hear and be glad.
Magnify the LORD with me; let us exalt his name together.
I sought the LORD, who answered me, delivered me from all my fears.
Look to God that you may be radiant with joy and your faces may not blush for shame.
In my misfortune I called, the LORD heard and saved me from all distress.
The angel of the LORD, who encamps with them, delivers all who fear God.
Learn to savor how good the LORD is; happy are those who take refuge in him.
Fear the LORD, you holy ones; nothing is lacking to those who fear him.
The powerful grow poor and hungry, but those who seek the LORD lack no good thing.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint John 11:19-27.
And many of the Jews had come to Martha and Mary to comfort them about their brother.
When Martha heard that Jesus was coming, she went to meet him; but Mary sat at home.
Martha said to Jesus, "Lord, if you had been here, my brother would not have died.
(But) even now I know that whatever you ask of God, God will give you."
Jesus said to her, "Your brother will rise."
Martha said to him, "I know he will rise, in the resurrection on the last day."
Jesus told her, "I am the resurrection and the life; whoever believes in me, even if he dies, will live,
and everyone who lives and believes in me will never die. Do you believe this?"
She said to him, "Yes, Lord. I have come to believe that you are the Messiah, the Son of God, the one who is coming into the world."
Jn 11,19-27
Commentary of the day 
Saint Augustine (354-430), Bishop of Hippo (North Africa) and Doctor of the Church
Sermons on St John's Gospel, n° 49,15
«Whoever believes in me will live»
«Whoever believes in me, even if he dies, will live; and everyone who lives and believes in me will never die.» What is being said? «Whoever believes in me, even if he is dead like Lazarus, will live» because God is not God of the dead but God of the living. Already concerning Abraham, Isaac and Jacob, those long-dead patriarchs, Jesus had given the same reply: «He is the God of Abraham, the God of Isaac and the God of Jacob; he is not God of the dead but of the living, for to him all are alive» (Lk 20,37-38). Believe, then; and though you were dead, you will live! But if you do not believe, then although you may be living, actually, you are dead... From where comes death in the soul? From the fact that faith is no longer there. From where comes the death of the body? From the fact that the soul is no longer there. The soul's soul is faith.

       «Whoever believes in me, even though he die in body will be alive in soul until the body itself rises again to die no more. And whoever lives in the flesh and believes in me, although he must die in his body for a season, will not die for ever because of the life of the Spirit and immortality of the resurrection.»

     That is what Jesus' reply to Martha meant... «Do you believe this» «Yes, Lord,» she answered, «I have come to believe that you are the Messiah, the Son of God, the one who is coming into the world. Believing this, I have believed you are the resurrection; I have believed you are the life; I have believed that whoever believes in you, though he die, will live; I have believed that whoever lives and believes in you will never die eternally.»


Thursday, 29 July 2010

St. Martha - Memorial



SAINT MARTHA
Virgin
(1st century)
        St. John tells us that "Jesus loved Martha and Mary and Lazarus," and yet but few glimpses are vouchsafed us of them. First, the sisters are set before us with a word. Martha received Jesus into her house, and was busy in outward, loving, lavish service, while Mary sat in silence at the feet she had bathed with her tears. Then, their brother is ill, and they send to Jesus, "Lord, he whom Thou lovest is sick." And in His own time the Lord came, and they go out to meet Him; and then follows that scene of unutterable tenderness and of sublimity unsurpassed: the silent waiting of Mary; Martha strong in faith, but realizing so vividly, with her practical turn of mind, the fact of death, and hesitating: "Canst Thou show Thy wonders in the grave?" And then once again, on the eve of His Passion, we see Jesus at Bethany. Martha, true to her character, is serving; Mary, as at first, pours the precious ointment, in adoration and love, on His divine head.
        According the tradition we find the tomb of St. Martha, at Tarascon, in Provence. When the storm of persecution came, the family of Bethany, with a few companions, were put into a boat, without oars or sail, and borne to the coast of France. St. Mary's tomb is at St. Baume; St. Lazarus is venerated as the founder of the Church of Marseilles; and the memory of the virtues and labors of St. Martha is still fragrant at Avignon and Tarascon.
Reflection.-When Martha received Jesus into her house, she was naturally busy in preparations for such a Guest. Mary sat at His feet, intent alone on listening to His gracious words. Her sister thought that the time required other service than this, and asked our Lord to bid Mary help in serving. Once again Jesus spoke in defence of Mary. "Martha, Martha," He said, "thou art lovingly anxious about many things; be not over-eager; do thy chosen work with recollectedness. Judge not Mary. Hers is the good part, the one only thing really necessary. Thine will be taken away, that something better be given thee." The life of action ceases when the body is laid down; but the life of contemplation endures and is perfected in heaven.


Lives of the Saints, by Alban Butler, Benziger Bros. ed. [1894]



Father,
your Son honoured Saint Martha
by coming to her home as a guest.
By her prayers
may we serve Christ in our brothers and sisters
and be welcommed by you into heaven, our true home.

«El que cree en mí, aunque haya muerto vivirá»

EVANGELIO DEL DÍA: 29/07/2010

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68



Santa Marta - Memoria


Epístola I de San Juan 4,7-16.
Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos Vida por medio de él.
Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados.
Queridos míos, si Dios nos amó tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros.
Nadie ha visto nunca a Dios: si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y el amor de Dios ha llegado a su plenitud en nosotros.
La señal de que permanecemos en él y él permanece en nosotros, es que nos ha comunicado su Espíritu.
Y nosotros hemos visto y atestiguamos que el Padre envió al Hijo como Salvador del mundo.
El que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios, y Dios permanece en él.
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios permanece en él.

Salmo 34(33),2-3.4-5.6-7.8-9.10-11.
Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mis labios.
Mi alma se gloría en el Señor; que lo oigan los humildes y se alegren.
Glorifiquen conmigo al Señor, alabemos su Nombre todos juntos.
Busqué al Señor: él me respondió y me libró de todos mis temores.
Miren hacia él y quedarán resplandecientes, y sus rostros no se avergonzarán.
Este pobre hombre invocó al Señor: él lo escuchó y lo salvó de sus angustias.
El Angel del Señor acampa en torno de sus fieles, y los libra.
¡Gusten y vean qué bueno es el Señor! ¡Felices los que en él se refugian!
Teman al Señor, todos sus santos, porque nada faltará a los que lo temen.
Los ricos se empobrecen y sufren hambre, pero los que buscan al Señor no carecen de nada.

Evangelio según San Juan 11,19-27.
Muchos judíos habían ido a consolar a Marta y a María, por la muerte de su hermano.
Al enterarse de que Jesús llegaba, Marta salió a su encuentro, mientras María permanecía en la casa.
Marta dijo a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas".
Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará".
Marta le respondió: "Sé que resucitará en la resurrección del último día".
Jesús le dijo: "Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá;
y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?".
Ella le respondió: "Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo". 
Jn 11,19-27
Leer el comentario del Evangelio por 
San Agustín (354-430), obispo de Hipona (Norte de África) y doctor de la Iglesia
Sermones sobre el evangelio de Juan, nº 49,15
«El que cree en mí, aunque haya muerto vivirá»
     «El que cree en mí, aunque haya muerto vivirá; y el que vive y cree en mí no morirá para siempre». ¿Qué es lo que dice? «El que en mí, aunque haya muerto como Lázaro, vivirá» porque Dios no es un Dios de muertos sino de vivos. Ya, respecto a Abraham, Isaac y Jacob, los patriarcas muertos hacía tiempo, Jesús había dado a los judíos la misma respuesta: «Yo soy el Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob. No Dios de muertos sino de vivos, porque para él todos están vivos» (Lc 20,38). ¡Cree, pues, que aunque mueras, vivirás! Pero si no crees, aunque estés vivo, estás realmente muerto... ¿De dónde le viene la muerte al alma? De que ya no tiene fe. ¿De dónde le viene la muerte al cuerpo? De que el alma ya no está en él. El alma de tu alma es la fe.

     «El que cree en mí, aunque su cuerpo esté muerto, tendrá vida en su alma hasta que el cuerpo mismo resucite para no morir ya nunca más. Y cualquiera que vive en su carne y cree en mí, aunque su cuerpo deba morir por un tiempo, vivirá para la eternidad a causa de la vida del Espíritu y de la inmortalidad de la resurrección».

     Esto es lo que quiere decir Jesús al responder a Marta... «¿Crees tú esto?». «Sí, Señor, le responde ella, creo que tú eres el Cristo, el hijo de Dios, venido a este mundo. Creyendo esto he creído que tú eres la resurrección, que tú eres la vida, que el que cree en ti, aunque muera, vivirá; he creído que el que vive y cree en ti, no morirá eternamente». 



jueves 29 Julio 2010

Santa Marta




Santa Marta
Santa Marta (S. I )  aparece tres veces en el Evangelio: en el banquete de Betania en que, junto con su hermana María, recibe a Jesús en su casa;  cuando la resurrección de su hermano Lázaro, en que hace profesión de su fe en Jesús «el Hijo de Dios», y en la comida ofrecida a Jesús seis días antes de la Pascua (Jn 12, 2).
En los dos banquetes, Marta se ocupa del servicio, en tanto que María unge los pies del Señor con perfume precioso o se sienta a sus pies para escucharle. Cuando Marta se queja a Jesús de que su hermana no le ayuda, el Señor no rechaza «su solicitud caritativa», pero la reprende por su inquietud y agitación, que tiene el peligro de dejar de lado lo esencial, que es su presencia ante él.    «Pocas cosas son necesarias, y aun una sola»: «Ella ha elegido la mejor parte», dice Jesús de María, que no está «ociosa», sino «atenta». Supuso un honor para Marta el recibir a Jesús a su mesa y servirle.
Pero cada uno de nosotros puede, a su vez, ejercitar la misma hospitalidad: cuando servimos a nuestros hermanos, lo hacemos a Cristo».




Oremos  

Dios todopoderoso y eterno, cuyo Hijo quiso aceptar la hospitalidad que Santa Marta le ofreció en su casa, haz que nosotros, por intercesión de esta santa, estemos siempre dispuestos a servirte en cada uno de nuestros hermanos y así merezcamos ser recibidos por ti en las moradas eternas, al final de nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

martes, 27 de julio de 2010

The pearl of great price

DAILY GOSPEL: 28/07/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68



Wednesday of the Seventeenth week in Ordinary Time


Book of Jeremiah 15:10.16-21.
Woe to me, mother, that you gave me birth! a man of strife and contention to all the land! I neither borrow nor lend, yet all curse me.
When I found your words, I devoured them; they became my joy and the happiness of my heart, Because I bore your name, O LORD, God of hosts.
I did not sit celebrating in the circle of merrymakers; Under the weight of your hand I sat alone because you filled me with indignation.
Why is my pain continuous, my wound incurable, refusing to be healed? You have indeed become for me a treacherous brook, whose waters do not abide!
Thus the LORD answered me: If you repent, so that I restore you, in my presence you shall stand; If you bring forth the precious without the vile, you shall be my mouthpiece. Then it shall be they who turn to you, and you shall not turn to them;
And I will make you toward this people a solid wall of brass. Though they fight against you, they shall not prevail, For I am with you, to deliver and rescue you, says the LORD.
I will free you from the hand of the wicked, and rescue you from the grasp of the violent.

Psalms 59(58):2-3.4-5.10-11.17.18.
Rescue me from my enemies, my God; lift me out of reach of my foes.
Deliver me from evildoers; from the bloodthirsty save me.
They have set an ambush for my life; the powerful conspire against me. For no offense or misdeed of mine, LORD,
for no fault they hurry to take up arms. Come near and see my plight!
My strength, for you I watch; you, God, are my fortress,
my loving God.
But I shall sing of your strength, extol your love at dawn, For you are my fortress, my refuge in time of trouble.
My strength, your praise I will sing; you, God, are my fortress, my loving God.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Matthew 13:44-46.
The kingdom of heaven is like a treasure buried in a field, which a person finds and hides again, and out of joy goes and sells all that he has and buys that field.
Again, the kingdom of heaven is like a merchant searching for fine pearls.
When he finds a pearl of great price, he goes and sells all that he has and buys it. 
 Mt 13,44-46
Commentary of the day 
Saint Bonaventure (1221-1274), Franciscan, Doctor of the Church
Life of Saint Francis, Legenda major, ch. 7 (©Classics of Western Spirituality)
The pearl of great price
Among the gifts of grace which Francis received from God the generous Giver, he merited as a special privilege to grow in the riches of simplicity through his love of the highest poverty. The holy man saw that poverty was the close companion of the Son of God, and now that it was rejected by the whole world, he was eager to espouse it in everlasting love. For the sake of poverty he not only left his father and "mother, but also gave away everything he had. No one was so greedy for gold as he was for poverty; nor was anyone so anxious to guard his treasure as he was in guarding this pearl of the Gospel.

In this especially would his sight be offended if he saw in the friars anything which did not accord completely with poverty. Indeed, from the beginning of his religious life until his death, his only riches were a tunic, a cord and underclothes; and with this much he was content. He used to frequently call to mind with tears the poverty of Jesus Christ and his mother, claiming that it was the queen of the virtues because it shone forth so preeminently in the King of kings (1Tm 6,15) and in the Queen, his mother.

When the friars asked him at a gathering what virtue does more to make one a friend of Christ, he replied as if opening the hidden depths of his heart: "Know, brothers, that poverty is the special way to salvation, as the stimulus of humility and the root of perfection, whose fruit is manifold but hidden. This is the Gospel's treasure «hidden in a field» (Matt. 13:44); to buy this we should sell everything, and in comparison to this we should spurn everything we cannot sell."

                    

Wednesday, 28 July 2010

St. Victor, Pope and Martyr († 198)



Saint Victor I
Pope and Martyr
(† 198)
Third Class
        Pope St. Victor governed the Church in the time of the Emperor Severus. He confuted Theodotus Coriarius and wrote on the question of Easter.
       Crowned with martyrdom, he was buried on Vatican hill on the fifth day before the Calends of August.

La perla de gran valor

EVANGELIO DEL DÍA: 28/07/2010

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68



Miércoles de la XVII Semana del Tiempo Ordinario


Libro de Jeremías 15,10.16-21.
¡Qué desgracia, madre mía, que me hayas dado a luz, a mí, un hombre discutido y controvertido por todo el país! Yo no di ni recibí nada prestado, pero todos me maldicen.
Cuando se presentaban tus palabras, yo las devoraba, tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo soy llamado con tu Nombre, Señor, Dios de los ejércitos.
Yo no me senté a disfrutar en la reunión de los que se divierten; forzado por tu mano, me mantuve apartado, porque tú me habías llenado de indignación.
¿Por qué es incesante mi dolor, por qué mi llaga es incurable, se resiste a sanar? ¿Serás para mí como un arroyo engañoso, de aguas inconstantes?
Por eso, así habla el Señor: Si tú vuelves, yo te haré volver, tú estarás de pie delante de mí; si separas lo precioso de la escoria, tú serás mi portavoz. Ellos se volverán hacia ti, pero tú no te volverás hacia ellos.
Yo te pondré frente a este pueblo como una muralla de bronce inexpugnable. Te combatirán, pero no podrán contra ti, porque yo estoy contigo para salvarte y librarte -oráculo del Señor-.
Yo te libraré de la mano de los malvados y te rescataré del poder de los violentos.

Salmo 59(58),2-3.4-5.10-11.17.18.
Líbrame de mis enemigos, Dios mío, defiéndeme de los que se levantan contra mí;
líbrame de los que hacen el mal y sálvame de los hombres sanguinarios.
Mira cómo me están acechando: los poderosos se conjuran contra mí; sin rebeldía ni pecado de mi parte, Señor,
sin culpa mía, se disponen para el ataque. Despierta, ven a mi encuentro y observa,
Yo miro hacia ti, fuerza mía, porque Dios es mi baluarte;
él vendrá a mi encuentro con su gracia y me hará ver la derrota de mis enemigos.
Pero yo cantaré tu poder, y celebraré tu amor de madrugada, porque tú has sido mi fortaleza y mi refugio en el peligro.
¡Yo te cantaré, fuerza mía, porque tú eres mi baluarte, Dios de misericordia!

Evangelio según San Mateo 13,44-46.
El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas;
y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró. 
Mt 13,44-46
Leer el comentario del Evangelio por 
San Buenaventura (1221-1274), franciscano, doctor de la Iglesia
Vida de san Francisco, Leyenda mayor, c. 7
La perla de gran valor
     Entre los dones espirituales recibidos de la generosidad de Dios, Francisco obtuvo, particularmente, el de enriquecer siempre su tesoro de simplicidad gracias a su gran amor a la pobreza. Viendo que aquella que había sido la compañera habitual del Hijo de Dios había llegado a ser, a partir de entonces, objeto de una animadversión universal, la cogió como esposa y se consagró a ella con un amor eterno. No contentándose con «dejar por ella al padre y a la madre» (Gn 2,24), repartió entre los pobres todo lo que podía tener (Mt 19,21). Nadie ha guardado su dinero tan celosamente como Francisco conservó su pobreza; nunca nadie ha vigilado su tesoro más cuidadosamente como él ésta perla de la que habla el Evangelio.

     Nada le producía una herida mayor que encontrar en sus hermanos alguna cosa que no fuera conforme a la pobreza de los religiosos. Desde el inicio de su vida religiosa hasta su muerte, no tuvo otra riqueza que su túnica, una cuerda como cinturón, unos pantalones; no le hacía falta nada más. A menudo, pensando en la pobreza de Jesucristo y de su Madre, lloraba: «He aquí, decía, el porque la pobreza es la reina de las virtudes; es ella la que ha brillado en el Rey de reyes (1Tm 6,15) y en la Reina, su madre».

     Un día que los hermanos le preguntaron cuál es la virtud que nos hace más amigos de Cristo, abriendo, por así decir, el secreto de su corazón, les respondió: «Saben, hermanos, que la pobreza espiritual es el camino privilegiado para la salvación, porque es la savia de la humildad y la raíz de la perfección; sus frutos son innumerables aunque escondidos. Ella es ese «tesoro escondido en el campo» que, para comprarlo, dice el Evangelio, es preciso venderlo todo y cuyo valor nos debe empujar a despreciar toda otra cosa». 



miércoles 28 Julio 2010

Beata María Teresa Kowalska



Beata María Teresa Kowalska
Pertenecía al Convento de las Monjas Clarisas Capuchinas de Przasnysz. Si bien su vida transcurrió en silencio, el recuerdo de su muerte heroica - cosa única en la memoria de este monasterio - sigue siendo aún hoy muy vivo. Son pocas las noticias biográficas que se conservan de Sor Teresa.
Nació en Varsovia en 1902. No se conocen los nombres de sus padres y es probable que tuviera hermanos y hermanas. Hizo la primera comunión el 21 de junio de 1915 y la confirmación el 21 de mayo de 1920. Su padre, simpatizante socialista, se fue con la familia a la Unión Soviética por los años veinte. Desde entonces no se sabe nada de la familia de la Beata.
Por las notas escritas en su librito religioso El  libro de la vida,sabemos que se inscribió en la asociación del "Rosario", del "Escapulario de la Inmaculada Concepción", del "Corazón de Jesús", de "San José", de la "Pasión del Señor", de la "Virgen de los Dolores". Pertenecía también a la cofradía de la "Madre de Dios de la Buena Muerte", a la "Archicofradía de la Guardia de Honor", al "Apostolado por los enfermos". Todo esto hace suponer que antes de entrar en la Orden de las Capuchinas llevaba una vida piadosa y ejemplar.
A los 21 años Mieczyslawa recibió la gracia de la vocación religiosa. Entró en el monasterio de las Monjas Clarisas Capuchinas de Przasnysz el 23 de enero de 1923, con la conciencia de reparar la culpa de su familia, contagiada por el ateísmo. Al tomar el hábito el 12 de agosto de 1923 recibió el nombre de Sor Teresa del Niño Jesús. Hizo la primera profesión el 15 de agosto de 1924, y la perpetua el 26 de julio de 1928.
Era una persona delicada y enfermiza, pero muy dispuesta para todo y para todos. En el monasterio servía a Dios con devoción y solicitud. Con su modo de hacer se conquistaba la confianza de todos - cuenta una de las religiosas. Gozaba de grande respeto y consideración por parte de los superiores y de las hermanas. Desempeñó uno tras otro diversos cargos: portera, sacristana, bibliotecaria, maestra del noviciado y consejera.
Sor Teresa vivió su vida religiosa en el silencio, totalmente dedicada a Dios, distinguiéndose por su total entrega. El 2 de abril de 1941 los alemanes irrumpieron en el monasterio y arrestaron a todas las religiosas, llevándolas al campo de concentración de Dzialdawo. Entre ellas iba Sor Teresa, enferma ya de tuberculosis. Todas las 36 hermanas fueron encerradas en un único local y sometidas a condiciones de vida humanamente afrentosas e indignas: ambiente sucio, hambre tremenda, terror continuo. Las religiosas sufrían además sabiendo que en aquel mismo campo eran torturadas personas, como los obispos de Plock Antonio Nowowiejski y León Wetmanski, y tantos otros sacerdotes.
Después de un mes transcurrido en aquellas condiciones de vida, hasta las hermanas con más salud comenzaron a enfermar. La que más se resintió fue Sor Teresa, que no era ya capaz de mantenerse en pie. Aquejada de hemorragias pulmonares, le faltó cualquier clase de socorro médico e, incluso, el agua para aplacar la sed y para las exigencias fundamentales de la higiene.
Pero todos los sufrimientos los soportó con gran valor y, mientras le fue posible, acompañó a las hermanas en los rezos, además de su oración personal. En medio de tan duras pruebas, consciente de que su muerte estaba cercana, decía: Yo no saldré ya de aquí, ofrezco mi vida  por que las hermanas puedan retornar al convento. De vez en cuando  preguntaba a la Abadesa: Madre, ¿falta mucho todavía? ¿Moriré pronto? Se  extinguió en la noche del 25 de julio 1941. Su cuerpo fue llevado de allí sin  que se sepa qué fue de él.
Su muerte hizo reflexionar mucho a las hermanas. Estaban convencidas de que Sor Teresa había concluido su vida santamente y que moraba ya en la gloria de los bienaventurados; por ella sentían una particular veneración. Según lo que había predicho, dos semanas después de su muerte, el 7 de agosto de 1941 las monjas fueron dejadas libres. Aquella liberación la interpretaron como una gracia recibida de Dios por intercesión de sor Teresa. Hecho realmente singular, pues normalmente los alemanes no dejaban salir a nadie de los campos de concentración.
Las religiosas no pudieron volver entonces al monasterio de Przasnysz, pero quedaron libres hasta su retorno en 1945. En ellas se ha mantenido siempre vivo el recuerdo de la santa vida y de la muerte como mártir de su hermana. De ello queda constancia en el "Libro de  las difuntas" del monasterio de Przasnysz. Las noticias sobre Sor Teresa Mieczyslawa Kowalska eran comunicadas a las nuevas candidatas, lo mismo que a los parientes o amigos que visitaban el monasterio. En la crónica del monasterio, cuando se describen los acontecimientos del arresto y de la permanencia de las monjas en Dzialdowo, se da mucho espacio a la suerte de Sor Teresa. Pero a causa de las condiciones de los monasterios contemplativos bajo el régimen comunista, no ha habido hasta ahora publicaciones sobre Sor Teresa Mieczyslawa Kowalska. Pero, con el proceso de beatificación, se fue difundiendo más la fama de su martirio.
A nuestra Beata Teresa Mieczyslawa Kowalska, monja clarisa capuchina, tratada de manera inhumana en el campo de concentración de Dzialdowo, se pueden atribuir las palabras de la Imitación  de Cristo. Plenamente resignada a la voluntad de Dios, su ardiente deseo  era unirse a Cristo: Si fuera probada y afligida por tantas adversidades, no tendré miedo del mal, porque Tú estás conmigo. Tu gracia es mi fuerza, me da consejo y me conforta. Es más poderosa que todos mis enemigos.
He aquí por qué Sor Teresa Mieczyslawa Kowalska vivió y testimonió a Cristo con su santa vida y sobre todo con su valerosa muerte.
Fue beatificada por Juan Pablo II el 13 de junio de 1999 en Varsovia junto con otros cinco capuchinos en el grupo de 108 mártires del nazismo. Su memoria no ha sido integrada con la de sus hermanos mártires capuchinos el 16 de junio, sino puesta como celebración personal el día 28 de julio.





Himno

Teresa Kowalska,
violeta escondida,
la sangre ha sellado
tu sí de novicia.

Al pie del altar
tu anhelo decías,
y Dios inmolado
don suyo lo hacía.

Entre tus hermanas
tú fuiste escogida,
Jesús, el Esposo,
buscaba una víctima.

Todas juntas erais
pan de Eucaristía,
la voz de la Iglesia,
que alaba y expía.

Y por tus hermanos
tu vida vertías;
en tu corazón
Dios los bendecía.