De Corazón a corazón: 1Re 19,4-8 ("Un ángel le dijo - a Elías fugitivo- : Levántate y come"); Ef 4,30; 5,2 ("No entristezcáis al Espíritu Santo… Vivid en el amor, como Cristo que nos amó y se entregó por nosotros"); Jn 6,41-52 ("Yo soy el pan vivo… para la vida del mundo")
Contemplación, vivencia y misión: El camino de la vida sólo se puede afrontar con el alimento del "pan de vida" que es Jesús. Los desánimos, la agresividad y la "huida" de la realidad, no proceden del Espíritu Santo. Con Cristo presente, todo se puede sufrir, porque se puede "caminar en el amor", acompañados de quien nada antepuso a nuestro amor.
En el día a día con la Madre de Jesús: No caminamos solos. Somos la Iglesia, familia de Jesús. Él camina con nosotros y da sentido y fuerza a la vida. Somos aprendices de un "sí", que ya María dijo en nombre nuestro.