De Corazón a corazón: Is 66,10-14 ("Alegraos con Jerusalén… os consolaré como una madre"); Sal 66,1; Gal 6,14-18 ("No me gloriaré si no es la cruz de Nuestro Señor Jesucristo"); Lc 10,1-12.17-20 ("Los envió de dos en dos… La mies es mucha… Volvieron llenos de gozo")
Contemplación, vivencia, misión: La vida recupera su sentido cuando en las pruebas y dificultades experimentamos la cercanía de Dios Amor. A todos nos lleva en su corazón, con el cariño de padre y madre. La "cruz" la llevamos en solidaridad con Cristo, hombro con hombro. El mejor premio que nos puede tocar es el de experimentar a Cristo Amigo que nos dice: te acompaño, ¿me quieres completar? Esta experiencia lleva necesariamente a la misión de anunciar este amor a todos los hermanos, compartiendo con ellos la cruz.
* En el día a día con la Madre de Jesús: El mayor gozo del apóstol consiste en gastar la vida para que todos conozcan y amen a Cristo. Este gozo es contagioso de vocaciones porque es "pascual". María es "causa de nuestra alegría" porque nos comunica a Cristo Resucitado.
AÑO DE LA FE: "El Año de la fe, ocasión importante para fortalecer nuestra amistad con el Señor y nuestro camino como Iglesia que anuncia el Evangelio con valentía" (Mensaje Domund 2013). "En lugar de hacernos intolerantes, la seguridad de la fe nos pone en camino y hace posible el testimonio y el diálogo con todos" (Papa Francisco, encíclica Lumen Fidei, 34).