Juan Esquerda Bifet publicó:"De Corazón a corazón: Hab 1,2-3; 2,2-4 ("El justo vivirá por su fe"); 2Tim 1,6-8.13-14 ("En la fe y en la caridad de Cristo Jesús"); Lc 17,5-10 ("Si tuvierais fe como un grano de mostaza") Contemplación, vivencia, misión: Por la "fe" aceptamos, con el co"
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EVANGELIO DEL DÍA
sábado, 5 de octubre de 2013
Lectura de la profecía de Malaquías 3, 13-20a
Entonces se hablaron unos a otros los que temen al Señor . El Señor prestó atención y escuchó: ante él se escribió un memorial, en favor de los que temen al Señor y respetan su Nombre. Ellos serán mi propiedad exclusiva, dice el Señor de los ejércitos, en el Día que yo preparo. Yo tendré compasión de ellos, como un hombre tiene compasión de su hijo que lo sirve. Ustedes volverán a ver la diferencia entre el justo y el impío, entre el que sirve a Dios y el que no lo sirve.
Porque llega el Día, abrasador como un horno. Todos los arrogantes y los que hacen el mal serán como paja; el Día que llega los consumirá, dice el Señor de los ejércitos, hasta no dejarles raíz ni rama. Pero para ustedes, los que temen mi Nombre, brillará el sol de justicia que trae la salud en sus rayos.
El Evangelio del Día
EVANGELIO DEL DIA"¿Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna." Jn 6, 68 Los setenta y dos volvieron y le dijeron llenos de gozo: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre". "Y una multitud considerable se adhirió al Señor" (Hch 11,24) —, cuando vio aquella multitud, se alegró. "Al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró" (Hch 11,23). Es la alegría propia del evangelizador. Es, como decía Pablo VI, "la dulce y consoladora alegría de evangelizar" (cf. Exort. Ap. Evangelii nuntiandi, 80). Y esta alegría comienza con una persecución, con una gran tristeza, y termina con alegría. Y así, la Iglesia va adelante, como dice un santo, entre las persecuciones del mundo y los consuelos del Señor (cf. San Agustín, De civitate Dei, 18,51,2: PL 41,614). Así es la vida de la Iglesia. Si queremos ir por la senda de la mundanidad, negociando con el mundo —como se quiso hacer con los Macabeos, tentados en aquel tiempo—, nunca tendremos el consuelo del Señor. Y si buscamos únicamente el consuelo, será un consuelo superficial, no el del Señor, será un consuelo humano. La Iglesia está siempre entre la Cruz y la Resurrección, entre las persecuciones y los consuelos del Señor. Y este es el camino: quien va por él no se equivoca. * El Evangelio del Día es enviado cada día a miles de personas en el mundo, en más de 10 idiomas www.evangelizo.org. |