EVANGELIO DEL DÍA

domingo, 7 de noviembre de 2010

«Si tu hermano te ofende... lo perdonarás»

EVANGELIO DEL DÍA: 08/11/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Lunes de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario


Carta de San Pablo a Tito 1,1-9.
Carta de Pablo, servidor de Dios y Apóstol de Jesucristo para conducir a los elegidos de Dios a la fe y al conocimiento de la verdadera piedad,
con la esperanza de la Vida eterna. Esta Vida ha sido prometida antes de todos los siglos por el Dios que no miente,
y a su debido tiempo, él manifestó su Palabra, mediante la proclamación de un mensaje que me fue confiado por mandato de Dios, nuestro Salvador.
A Tito, mi verdadero hijo en nuestra fe común, le deseo la gracia y la paz que proceden de Dios, el Padre, y de Cristo Jesús, nuestro Salvador.
Te he dejado en Creta, para que terminaras de organizarlo todo y establecieras presbíteros en cada ciudad de acuerdo con mis instrucciones.
Todos ellos deben ser irreprochables, no haberse casado sino una sola vez y tener hijos creyentes, a los que no se pueda acusar de mala conducta o rebeldía.
Porque el que preside la comunidad, en su calidad de administrador de Dios, tiene que ser irreprochable. No debe ser arrogante, ni colérico, ni bebedor, ni pendenciero, ni ávido de ganancias deshonestas,
sino hospitalario, amigo de hacer el bien, moderado, justo, piadoso, dueño de sí.
También debe estar firmemente adherido a la enseñanza cierta, la que está conforme a la norma de la fe, para ser capaz de exhortar en la sana doctrina y refutar a los que la contradicen.

Salmo 24(23),1-2.3-4.5-6.
Salmo de David. Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus habitantes,
porque él la fundó sobre los mares, él la afirmó sobre las corrientes del océano.
¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado?
El que tiene las manos limpias y puro el corazón; el que no rinde culto a los ídolos ni jura falsamente:
él recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su Salvador.
Así son los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob.

Evangelio según San Lucas 17,1-6.
Después dijo a sus discípulos: "Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona!
Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños.
Por lo tanto, ¡tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo.
Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: 'Me arrepiento', perdónalo".
Los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe".
El respondió: "Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', ella les obedecería. 
 Lc 17,1-6
Leer el comentario del Evangelio por 
Asterio de Amasea (?- hacia 410), obispo
Homilía 13; PG 40, 355s
«Si tu hermano te ofende... lo perdonarás»
     Vosotros que sois duros e incapaces de suavidad, aprended de la bondad de vuestro Creador y no seáis, para vuestros compañeros de servicio, jueces y árbitros amargos, esperando que venga el que va a desvelar los recovecos del corazón y él mismo, el amo todopoderoso, señalará a cada uno su lugar en la otra vida. No juzguéis severamente para que no seáis juzgados de la misma forma y traspasados por las palabras de vuestra propia boca como si fueran dientes agudos. Porque es contra esta clase de mal que parece nos quiere poner en guardia esta palabra del Evangelio: «No juzguéis y no seréis juzgados» (Lc 6,37). Al decir esto no quiere expulsar ni el discernimiento ni la sabiduría; lo que él llama juicio, es una condenación demasiado severa. Aligera, pues, tanto como te sea posible, el peso de tu medida si quieres que tus actos no pesen demasiado en la balanza cuando nuestra vida será pesada, como sobre una balanza, en el juicio de Dios... No rechaces ser misericordioso a fin que no seas tú excluido del perdón cuando tengas necesidad de él.

lunes 08 Noviembre 2010

Los Cuatros Santos Coronados



Los cuatros mártires  coronados


Que es posible que fueran más, porque en la identificación de estos mártires se mezclan noticias muy confusas. Tal vez se trate de dos grupos diferentes de santos, cinco canteros de la Panonia inferior, en la actual Yugoslavia, y cuatro suboficiales romanos, cornicularii, que llevaban una insignia de metal llamada corniculum (estos últimos explican el nombre de coronados)


Sea como fuere, ya en el siglo IV se levantó en Roma, muy cerca del Coliseo, una iglesia en su honor que fue destruida por los normandos, más tarde rehecha y por fin restaurada en varias ocasiones. Allí se conservan unas reliquias veneradas desde muy antiguo.


Los cinco canteros de Sirmium (Sremska Mitrovica) se llamaban Claudio, Nicostrato, Sinforiano, Castorio y Simplicio, y al negarse a esculpir un ídolo que podía dar ocasión de idolatrar fueron metidos en cajas de plomo selladas que se arrojaron a un río.-


Más incierta parece ser la historia de cuatro hermanos (Severo, Severiano, Carpóforo y Victorino), todos cornicularii, a quienes se exigió que quemaran incienso ante una estatua del dios Esculapio en las termas de Trajano. Se les supone muertos a consecuencia de bárbaros azotes.


Los cuatro (o cinco) canteros - que durante la Edad Media fueron patronos de las cofradías de canteros y albañiles - nos parecen mártires de una concepción muy alta en su oficio, ya que murieron por no creer que el arte es neutral y que lo purifica todo. Por encima del arte - y del deber militar en el caso de los cornicularii - afirmaban una responsabilidad mayor de la que nada ni nadie podía eximirles, y ésta es la razón de su corona de gloria que hoy celebra el calendario.



Oremos


Himno
Espíritus sublimes,
¡Oh mártires gloriosos!,
felices moradores de la inmortal Sión,
rogad por los que luchan
en las batallas recias,
que alcancen la victoria
y eterno galardón.


¡Oh mártires gloriosos
de rojas vestiduras,
que brillan con eternos
fulgores antes Dios!  
Con vuestro riego crezca
de Cristo la semilla,
y el campo de las mieses se cubra ya en sazón.  
Amén.


Dios todopoderosos y eterno, que diste a los cuatro Mártires  coronados la valentía de aceptar la muerte por el nombre de Cristo: concede también tu fuerza a nuestra debilidad para que, a ejemplo de aquellos que no dudaron en morir por ti, nosotros sepamos también ser fuertes, confesando tu nombre con nuestras vidas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.    


I vísperas de la Dedicación de la Basílica de Letrán
Himno
Alta ciudad de piedras vivas,
      Jerusalén;


Visión de paz y cielos nuevos,
      Ciudad del Rey.


Tus puertas se abren jubilosas,
      Visión de paz,


Y penetran los ríos de tus santos
      Hasta el altar.


Baluartes y murallas de oro,
      Jerusalén;


Tus calles, gemas y zafiros,
      Ciudad del Rey.



Jerusalén, Iglesia viva
      De eternidad;


Hacia ti caminan los hombres,
      Sin descansar.


Alta ciudad de Cristo vivo,
      Que es nuestro hogar,


Al que volveremos, ya cansados
      De caminar.


Cielos nuevos y tierra nueva,
      Jerusalén;


Morada de Dios Trino y Uno.
Amén, amén.


Señor, Dios nuestro, que ha congregado tu Iglesia y has hecho de ella el cuerpo de tu Hijo: haz que tu pueblo, reunido en tu nombre, te venere, te ame, te siga y, llevado por ti, alcance el reino que le tiene prometido. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

"If your brother sins... forgive him"

DAILY GOSPEL: 08/11/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68


Monday of the Thirty-second week in Ordinary Time


Letter to Titus 1:1-9.
Paul, a slave of God and apostle of Jesus Christ for the sake of the faith of God's chosen ones and the recognition of religious truth,
in the hope of eternal life that God, who does not lie, promised before time began,
who indeed at the proper time revealed his word in the proclamation with which I was entrusted by the command of God our savior,
to Titus, my true child in our common faith: grace and peace from God the Father and Christ Jesus our savior.
For this reason I left you in Crete so that you might set right what remains to be done and appoint presbyters in every town, as I directed you,
on condition that a man be blameless, married only once, with believing children who are not accused of licentiousness or rebellious.
For a bishop as God's steward must be blameless, not arrogant, not irritable, not a drunkard, not aggressive, not greedy for sordid gain,
but hospitable, a lover of goodness, temperate, just, holy, and self-controlled,
holding fast to the true message as taught so that he will be able both to exhort with sound doctrine and to refute opponents.

Psalms 24(23):1-2.3-4.5-6.
A psalm of David. The earth is the LORD'S and all it holds, the world and those who live there.
For God founded it on the seas, established it over the rivers.
Who may go up the mountain of the LORD? Who can stand in his holy place?
"The clean of hand and pure of heart, who are not devoted to idols, who have not sworn falsely.
They will receive blessings from the LORD, and justice from their saving God.
Such are the people that love the LORD, that seek the face of the God of Jacob." Selah

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Luke 17:1-6.
He said to his disciples, "Things that cause sin will inevitably occur, but woe to the person through whom they occur.
It would be better for him if a millstone were put around his neck and he be thrown into the sea than for him to cause one of these little ones to sin.
Be on your guard! If your brother sins, rebuke him; and if he repents, forgive him.
And if he wrongs you seven times in one day and returns to you seven times saying, 'I am sorry,' you should forgive him."
And the apostles said to the Lord, "Increase our faith."
The Lord replied, "If you have faith the size of a mustard seed, you would say to (this) mulberry tree, 'Be uprooted and planted in the sea,' and it would obey you. 
 Lc 17,1-6
Commentary of the day 
Asterius of Amasea (?-c.410), Bishop
Sermon 13
"If your brother sins... forgive him"
O you who are hard-hearted, incapable of gentleness, learn of your Creator's goodness and do not be bitter judges and arbitrators of your fellow servants as you wait for the coming of him who will disclose the hidden places of the heart and will himself, the all-powerful Lord, determine each one's place in the world to come. Don't assign severe judgements that you may not be judged in the same way and rent by the words of your own mouth as if by sharp teeth. For it is against this kind of crime that these words of the Gospel seem to warn us: «Do not judge and you will not be judged» (Lk 6,37). In saying this he is not doing away with discernment and wisdom; what he is referring to as judgement is over-severe condemnation. So far as possible, then, lighten the weight of your measure if you don't want your actions to weigh too heavy on the scales when our lives are weighed as on a balance at God's judgment... Never refuse to show mercy that you may not be denied forgiveness when you are in need of it yourself.

                    

Monday, 08 November 2010

St. Godfrey, Bishop (1066-1115)



SAINT GODFREY
Bishop
(1066-1115)
        St Godfrey was born in 1066 in the diocese of Soissons (France). At the age of 25, he was ordained priest and became the abbot of the Abbey of Nogent-sous-Coucy.
He was named bishop of Amiens (France) in 1104. He was noted for his rigid austerity with himself, those around him, and in his approach to his mission as bishop.
He was an enforcer of clerical celibacy and an opponent of drunkenness and simony.
        For most of his time as bishop, he wished to resign and retire as a Carthusian monk. In 1114 he moved to a monastery, but a few months later he was called back to his post by the people of Amiens, and he agreed. He also took part in the Council of Chálons.
        He fell sick and took refuge in the abbey of Saint Crépin in Soissons, where he died in 1115.