EVANGELIO DEL DÍA

jueves, 13 de enero de 2011

«Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa»

EVANGELIO DEL DÍA: 14/01/201
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Viernes de la I Semana del Tiempo Ordinario


Carta a los Hebreos 4,1-5.11.
Temamos, entonces, mientras permanece en vigor la promesa de entrar en el Reposo de Dios, no sea que alguno de ustedes se vea excluido.
Porque también nosotros, como ellos, hemos recibido una buena noticia; pero la Palabra que ellos oyeron no les sirvió de nada, porque no se unieron por la fe a aquellos que la aceptaron.
Nosotros, en cambio, los que hemos creído, vamos hacia aquel Reposo del cual se dijo: Entonces juré en mi indignación: Jamás entrarán en mi Reposo. En realidad, las obras de Dio estaban concluidas desde la creación del mundo,
ya que en cierto pasaje se dice acerca del séptimo día de la creación: Y Dios descansó de todas sus obras en el séptimo día;
y en este, a su vez, se dice: Jamás entrarán en mi Reposo.
Esforcémonos, entonces, por entrar en ese Reposo, a fin de que nadie caiga imitando aquel ejemplo de desobediencia.

Salmo 78,3.4.6-7.8.
Lo que hemos oído y aprendido, lo que nos contaron nuestros padres,
no queremos ocultarlo a nuestros hijos, lo narraremos a la próxima generación: son las glorias del Señor y su poder, las maravillas que él realizó.
Así las aprenderán las generaciones futuras y los hijos que nacerán después; y podrán contarlas a sus propios hijos,
para que pongan su confianza en Dios, para que no se olviden de sus proezas y observen sus mandamientos.
Así no serán como sus padres, una raza obstinada y rebelde, una raza de corazón inconstante y de espíritu infiel a Dios:

Evangelio según San Marcos 2,1-12.
Unos días después, Jesús volvió a Cafarnaún y se difundió la noticia de que estaba en la casa.
Se reunió tanta gente, que no había más lugar ni siquiera delante de la puerta, y él les anunciaba la Palabra.
Le trajeron entonces a un paralítico, llevándolo entre cuatro hombres.
Y como no podían acercarlo a él, a causa de la multitud, levantaron el techo sobre el lugar donde Jesús estaba, y haciendo un agujero descolgaron la camilla con el paralítico.
Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: "Hijo, tus pecados te son perdonados".
Unos escribas que estaban sentados allí pensaban en su interior:
"¿Qué está diciendo este hombre? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?"
Jesús, advirtiendo en seguida que pensaban así, les dijo: "¿Qué están pensando?
¿Qué es más fácil, decir al paralítico: 'Tus pecados te son perdonados', o 'Levántate, toma tu camilla y camina'?
Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados
-dijo al paralítico- yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".
El se levantó en seguida, tomó su camilla y salió a la vista de todos. La gente quedó asombrada y glorificaba a Dios, diciendo: "Nunca hemos visto nada igual". 
Mc 2,1-12
Leer el comentario del Evangelio por 
San Hilario (hacia 315-367), obispo de Poitiers y doctor de la Iglesia
Comentario al evangelio de Mateo, 8,5
«Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa»
     [En el evangelio de Mateo, Jesús acaba de curar, en territorio pagano, a dos extranjeros.] En este paralítico, es la totalidad de los paganos que se presenta ante Cristo para ser curados. Pero incluso las mismas palabras de la curación deben ser estudiadas: no dice al paralítico: «Queda sano», ni tampoco: «Levántate y anda», sino «¡Ánimo, hijo, tus pecados están perdonados» (Mt 9,2). Por un solo hombre, Adán, los pecados se transmitieron a todas las naciones. Es por eso que, el que es llamado hijo, es presentado para ser curado..., porque él es la primera obra de Dios...; ahora recibe la misericordia que viene del perdón de la primera desobediencia. En efecto, no vemos que este paralítico haya cometido algún pecado; y en otra parte el Señor había dicho que la ceguera de nacimiento no se había contraído como consecuencia de un pecado personal o hereditario (Jn 9,3)...

     Nadie que no sea Dios puede perdonar pecados, así pues, el que los perdona es Dios... Y para que se pueda comprender que había tomado nuestra carne para perdonar a las almas sus pecados y para dar la resurrección a los cuerpos, dice: «Para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados, dice al paralítico: 'Levántate», pero... añade: «Coge tu camilla y vete a tu casa». Primero concedió el perdón de los pecados, seguidamente mostró el poder de la resurrección, después, haciéndole coger la camilla, enseñó que la debilidad y el dolor ya no afectarán más al cuerpo. Finalmente, mandando al hombre curado que regresara a su casa, enseñó que los creyentes deben encontrar el camino que conduce de nuevo al paraíso; ése camino que Adán, padre de todos los hombres, abandonó cuando quedó roto por la mancha del pecado.


viernes 14 Enero 2011

San Felix de Nola

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Natural de Nola, abrazó el servicio apostólico desde muy joven. Al morir su padre, Feliz distribuyó su herencia entre los pobres y fue ordenado sacerdote por San Máximo, Obispo de Nola. Al iniciarse una cruel persecución contra la Iglesia, Máximo huyó al desierto para continuar al servicio de su rebaño.

Al no ser encontrado por los soldados romanos, Felix, quien lo sustituía en sus deberes pastorales, fue tomado preso, azotado, cargado de cadenas y encerrado en el calabazo cuyo piso estaba lleno de vidrios.

Sin embargo, el Ángel del Señor se le apareció y le ordenó ir en ayuda de su Obispo, quien yacía medio muerto de hambre y de frío. Ante su capacidad de hacerlo volverlo en sí, el Santo acudió a la oración y al punto apareció un racimo de uvas, cuyas gotas derramó sobre los labios del maestro, el cual recuperó el conocimiento siendo conducido luego a su Iglesia.


Felix permaneció escondido orando permanente por la Iglesia hasta la muerte de Decio; sin embargo, continuó siendo perseguido hasta que se estableció la paz de la Iglesia. Murió en medio de la pobreza y el servicio de los más necesitados, a pesar de que fue elegido como Obispo de Nola.




Oremos


Señor, Dios todopoderoso, que nos has revelado que el amor a Dios y al prójimo es el compendio de toda tu ley, haz que, imitando la caridad de San Felix seamos contados un día entre los elegidos de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.





Nuestra Señora de la Palabra, Montserrat, España (1514).

"Rise, pick up your mat, and go home"

DAILY GOSPEL: 14/01/2011
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68


Friday of the First week in Ordinary Time


Letter to the Hebrews 4:1-5.11.
Therefore, let us be on our guard while the promise of entering into his rest remains, that none of you seem to have failed.
For in fact we have received the good news just as they did. But the word that they heard did not profit them, for they were not united in faith with those who listened.
For we who believed enter into (that) rest, just as he has said: "As I swore in my wrath, 'They shall not enter into my rest,'" and yet his works were accomplished at the foundation of the world.
For he has spoken somewhere about the seventh day in this manner, "And God rested on the seventh day from all his works";
and again, in the previously mentioned place, "They shall not enter into my rest."
Therefore, let us strive to enter into that rest, so that no one may fall after the same example of disobedience.

Psalms 78:3.4.6-7.8.
We have heard them, we know them; our ancestors have recited them to us.
We do not keep them from our children; we recite them to the next generation, The praiseworthy and mighty deeds of the LORD, the wonders that he performed.
That the next generation might come to know, children yet to be born. In turn they were to recite them to their children,
that they too might put their trust in God, And not forget the works of God, keeping his commandments.
They were not to be like their ancestors, a rebellious and defiant generation, A generation whose heart was not constant, whose spirit was not faithful to God,

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Mark 2:1-12.
When Jesus returned to Capernaum after some days, it became known that he was at home.
Many gathered together so that there was no longer room for them, not even around the door, and he preached the word to them.
They came bringing to him a paralytic carried by four men.
Unable to get near Jesus because of the crowd, they opened up the roof above him. After they had broken through, they let down the mat on which the paralytic was lying.
When Jesus saw their faith, he said to the paralytic, "Child, your sins are forgiven."
Now some of the scribes were sitting there asking themselves,
Why does this man speak that way? He is blaspheming. Who but God alone can forgive sins?
Jesus immediately knew in his mind what they were thinking to themselves, so he said, "Why are you thinking such things in your hearts?
Which is easier, to say to the paralytic, 'Your sins are forgiven,' or to say, 'Rise, pick up your mat and walk'?
But that you may know that the Son of Man has authority to forgive sins on earth"--
he said to the paralytic, "I say to you, rise, pick up your mat, and go home."
He rose, picked up his mat at once, and went away in the sight of everyone. They were all astounded and glorified God, saying, "We have never seen anything like this." 
Mc 2,1-12
Commentary of the day 
Saint Hilary (c.315-367), Bishop of Poitiers, Doctor of the Church
Commentary on Saint Matthew's gospel, 8,5 (cf. SC 254, p. 199 rev.)
"Rise, pick up your mat, and go home"
[In Matthew's gospel Jesus has just cured two foreigners in pagan territory.] In this one paralytic all the pagans are presented before Christ to be healed. But even the terms of the healing need to be studied: what he says to the paralysed man is not: «Be healed» nor «Get up and walk» but «Courage, child, your sins are forgiven» (Mt 9,2). Sin had been transmitted among all nations in one man, Adam, and that is why he who is called 'child' is presented to be healed...: because he is God's first work... he now receives the mercy that comes from the forgiveness of that first disobedience. Indeed, we don't see that this paralytic had committed any sin; and the Lord also said that blindness from birth had not been contracted as a result of a personal or hereditary sin (Jn 9,3)...

None can forgive sins except God alone, and so he who healed them is God... And so that people might understand that he had taken flesh for the remission of their sins and to gain resurrection for their bodies, he said: «That you may know that the Son of Man has authority on earth to forgive sins on earth» – he then said to the paralytic: «Rise, pick up your stretcher». It would have been enough to have said: «Rise», but... he added: «Pick up your stretcher and go home.» First he granted remission of sins, then he manifested the power of the resurrection, and then, by making him take up his stretcher, he taught that weakness and pain will no longer afflict the body. Finally, by sending this man home healed, he showed that believers must rediscover the road to paradise, the same road that Adam, the father of all, abandoned when he was spoiled by the stain of sin.


Friday, 14 January 2011

St. Sava, Abbot and patron of Serbia (+ 1255)



SAINT SAVA
Abbot and Patron of Serbia
(+ 1255)
        Sava was the son of Stephen I, founder of the Nemanydes dynasty, and also known as Sabas. He became a monk on Mount Athos in Greece when he was seventeen. With his father, who abdicated in 1196, he founded Khilandrai Monastery on Mount Athos for Serbian monks and became Abbot.
        He returned home in 1207 when his brothers, Stephen II and Vulkan, began to quarrel, and civil war broke out. Sava brought many of his monks with him, and from the headquarters he established at Studenitsa Monastery, he founded several monasteries and began the reformation and education of the country, where religion and education had fallen to a low estate.
        He was named metropolitan of a new Serbian hierarchy by Emperor Theodore II Laskaris at Nicaea; was consecrated, though for political reasons unwillingly, by Patriarch Manuel I in 1219; returned home bringing more monks from Mount Athos; and in 1222 crowned his brother Stephen II King of Serbia.
        Through his efforts, he finished the uniting of his people that had been begun by his father, translated religious works into Serbian, and gave his people a native clergy and hierarchy.
        He made a pilgrimage to the Holy Land, was later sent on a second visit there on an ecclesiastical mission, and died on the way back at Tirnovo, Bulgaria, on January 14.
        He is the patron of Serbia.