De Corazón a corazón: Hech 18,1-8 (en Corinto "Pablo se entregó por completo a la predicación de la Palabra"); Jn 16,16-20 ("Un poco y no me veréis, y otro poco y me veréis… vuestra tristeza se cambiará en gozo")
Contemplación, vivencia, misión: Compartir la cruz y la resurrección de Cristo, significa vivir en sintonía con su Corazón "manso y humilde" (Mt 11,29), abierto en la cruz para comunicar la salvación a toda la humanidad. La presencia de Jesús resucitado da la sensación de ser "ausencia". El dolor de la aparente "ausencia" de Cristo lleva al gozo de compartir su misma "espada" (cfr. Lc 2,35), junto a la cruz (cfr. Jn 19,25) y en el cenáculo de Pentecostés (Hech 1,14ss).
*En el día a día con la Madre de Jesús: "En este mes de mayo, recuerdo la importancia y la belleza de la oración del Rosario. Con su recitación, meditamos los momentos centrales de la vida de Jesucristo, tratando de que Él sea el centro de nuestros pensamientos, atenciones y acciones" (Papa Francisco, 1 mayo 2013)
AÑO DE LA FE: Sólo el que cree en Cristo y lo ama, lo descubre presente donde parece que no está. "Sobre todo, metámonos, y no para luego salir, mas para morar, en las llagas de Cristo, y principalmente en su costado, que allí en su corazón, partido por nos, cabrá el nuestro y se calentará con la grandeza del amor suyo" (S. Juan de Ávila, Carta 74).
Ver Ascensión del Señor el domingo día 12 (o arriba del blog, en Año Litúrgico)