EVANGELIO DEL DÍA

jueves, 25 de noviembre de 2010

«El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán»

EVANGELIO DEL DÍA: 26/11/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Viernes de la XXXIV Semana del Tiempo Ordinario


Apocalipsis 20,1-4.11-15.21,1-2.
Luego vi que un Angel descendía del cielo, llevando en su mano la llave del Abismo y una enorme cadena.
El capturó al Dragón, la antigua Serpiente -que es el Diablo o Satanás- y lo encadenó por mil años.
Después lo arrojó al Abismo, lo cerró con llave y lo selló, para que el Dragón no pudiera seducir a los pueblos paganos hasta que se cumplieran los mil años. Transcurridos esos mil años, será soltado por un breve tiempo.
Entonces vi unos tronos, y los que se sentaron en ellos recibieron autoridad para juzgar. También vi las almas de los que habían sido decapitados a causa del testimonio de Jesús y de la Palabra de Dios, y a todos los que no habían adorado a la Bestia ni a su imagen, ni habían recibido su marca en la frente o en la mano. Ellos revivieron y reinaron con Cristo durante mil años.
Después vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. Ante su presencia, el cielo y la tierra desaparecieron sin dejar rastros.
Y vi a los que habían muerto, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Fueron abiertos los libros, y también fue abierto el Libro de la Vida; y los que habían muerto fueron juzgados de acuerdo con el contenido de los libros; cada uno según sus obras.
El mar devolvió a los muertos que guardaba: la Muerte y el Abismo hicieron lo mismo, y cada uno fue juzgado según sus obras.
Entonces la Muerte y el Abismo fueron arrojados al estanque de fuego, que es la segunda muerte.
Y los que no estaban inscritos en el Libro de la Vida fueron arrojados al estanque de fuego.
Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más.
Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo.

Salmo 84(83),2-3.4.5-6.11.
¡Qué amable es tu Morada, Señor del Universo!
Mi alma se consume de deseos por los atrios del Señor; mi corazón y mi carne claman ansiosos por el Dios viviente.
Hasta el gorrión encontró una casa, y la golondrina tiene un nido donde poner sus pichones, junto a tus altares, Señor del universo, mi Rey y mi Dios.
¡Felices los que habitan en tu Casa y te alaban sin cesar!
¡Felices los que encuentran su fuerza en ti, al emprender la peregrinación!
Vale más un día en tus atrios que mil en otra parte; yo prefiero el umbral de la Casa de mi Dios antes que vivir entre malvados.

Evangelio según San Lucas 21,29-33.
Y Jesús les hizo esta comparación: "Miren lo que sucede con la higuera o con cualquier otro árbol.
Cuando comienza a echar brotes, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano.
Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el Reino de Dios está cerca.
Les aseguro que no pasará esta generación hasta que se cumpla todo esto.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 
 Lc 21,29-33
Leer el comentario del Evangelio por 
Orígenes (hacia 185-253), presbítero y teólogo
Homilías sobre el Génesis, nº 12,5
«El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán»
     «Bebe el agua de tu cisterna, la que brota de tu pozo, que sean para ti solo» (Pr 5,15.17). Tú que me escuchas, procura tener un pozo y una cisterna que sean tuyos; de manera que, cuando cojas el libro de las Escrituras, llegues a descubrir, también tú, de ti mismo, alguna interpretación. Sí, con lo que has aprendido en la Iglesia, procura beber, también tú, de la fuente que mana de tu espíritu. En el interior de ti mismo está... «el agua viva» (Jn 4,10); hay en ti los canales inagotables y les ríos henchidos del sentido espiritual de la Escritura, con tal que no estén obstruidos por la tierra y los escombros. En este caso, lo que hay que hacer, es cavar y limpiar, es decir, quitar la pereza del espíritu y sacudir el adormecimiento del corazón...

     Purifica, pues, tu espíritu para que un día bebas de tus fuentes y saques el agua viva de tus pozos. Porque si has recibido en ti la palabra de Dios, si has recibido de Jesús el agua viva, y si la has recibido con fe, en ti llegará a ser «un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna» (Jn 4,14).


viernes 26 Noviembre 2010

San Leonardo Puerto Mauricio



  San Leonardo Puerto Mauricio


1676-1751
Paolo Girolamo de Casa-Nuova, genovés, hijo de marineros, formado en Roma, franciscano en el convento de San Buenaventura, en el Palatino, donde se conservan sus reliquias, es uno de los grandes santos de la era de la Ilustración, contemporáneo de Voltaire, aunque no fue un combatiente de ideas, sino de piedad.


El siglo XVIII es atronador de ideas, pero san Leonardo no quería discutir con nadie. Y cuando, según la tradición, la Virgen le sanó de una tisis considerada mortal, decidió dedicar todo el resto de su vida - cuarenta y tantos años - a la predicación ambulante, a las misiones que le llevaron a recorrer una y otra vez Italia entera.


«Gran cazador del Paraíso», como le llamaba su amigo el Papa Benedicto XIV, tenía una palabra irresistible, y el ejemplo de sus mortificaciones, de su vida de oración, y la calidez sencilla y emotiva de lo que decía, produjeron efectos inmensos en su auditorio. Descalzo, ardiente, incansable, predicó más de trescientas misiones, empleando el tiempo que le había regalado Nuestra Señora en convertir a los demás.


El centro de sus pláticas solía ser la Pasión, y la práctica de piedad más recomendada, el Vía Crucis, devoción que gracias a él se extendió por todo el mundo, y fue asimismo un celoso propagador de la adoración perpetua del Santísimo Sacramento. Cuando contrajo su última enfermedad se negó a dejar de celebrar la misa, «que vale más que todos los tesoros de la tierra»


San Leonardo no es el hombre de las polémicas filosóficas, intelectuales, del siglo de las luces, pero como tantos otros miles de sacerdotes y religiosos cuidó de la intendencia de la espiritualidad, manteniendo viva la fe del pueblo en medio de la tormenta. Voltaire ignoró su nombre, pero no tenía peor enemigo que este humilde franciscano.



  Oremos



Señor, tú que diste a San Leonardo la abundancia del espíritu de verdad y de amor para que fuera un buen pastor de tu pueblo, concede a cuantos celebramos hoy su fiesta adelantar en la virtud, imitando sus ejemplos, y sentirnos protegidos con su valiosa intercesión. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

"Heaven and earth will pass away, but my words will not pass away"

DAILY GOSPEL: 26/11/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68


Friday of the Thirty-fourth week in Ordinary Time


Book of Revelation 20:1-4.11-15.21:1-2.
Then I saw an angel come down from heaven, holding in his hand the key to the abyss and a heavy chain.
He seized the dragon, the ancient serpent, which is the Devil or Satan, and tied it up for a thousand years
and threw it into the abyss, which he locked over it and sealed, so that it could no longer lead the nations astray until the thousand years are completed. After this, it is to be released for a short time.
Then I saw thrones; those who sat on them were entrusted with judgment. I also saw the souls of those who had been beheaded for their witness to Jesus and for the word of God, and who had not worshiped the beast or its image nor had accepted its mark on their foreheads or hands. They came to life and they reigned with Christ for a thousand years.
Next I saw a large white throne and the one who was sitting on it. The earth and the sky fled from his presence and there was no place for them.
I saw the dead, the great and the lowly, standing before the throne, and scrolls were opened. Then another scroll was opened, the book of life. The dead were judged according to their deeds, by what was written in the scrolls.
The sea gave up its dead; then Death and Hades gave up their dead. All the dead were judged according to their deeds.
Then Death and Hades were thrown into the pool of fire. (This pool of fire is the second death. )
Anyone whose name was not found written in the book of life was thrown into the pool of fire.
Then I saw a new heaven and a new earth. The former heaven and the former earth had passed away, and the sea was no more.
I also saw the holy city, a new Jerusalem, coming down out of heaven from God, prepared as a bride adorned for her husband.

Psalms 84(83):2-3.4.5-6.11.
How lovely your dwelling, O LORD of hosts!
My soul yearns and pines for the courts of the LORD. My heart and flesh cry out for the living God.
As the sparrow finds a home and the swallow a nest to settle her young, My home is by your altars, LORD of hosts, my king and my God!
Happy are those who dwell in your house! They never cease to praise you. Selah
Happy are those who find refuge in you, whose hearts are set on pilgrim roads.
Better one day in your courts than a thousand elsewhere. Better the threshold of the house of my God than a home in the tents of the wicked.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Luke 21:29-33.
He taught them a lesson. "Consider the fig tree and all the other trees.
When their buds burst open, you see for yourselves and know that summer is now near;
in the same way, when you see these things happening, know that the kingdom of God is near.
Amen, I say to you, this generation will not pass away until all these things have taken place.
Heaven and earth will pass away, but my words will not pass away. 
Lc 21,29-33
Commentary of the day 
Origen (c.185-253), priest and theologian
Sermons on Genesis, no.12, 5 (SC 7, p. 307 rev.)
"Heaven and earth will pass away, but my words will not pass away"
«Drink water from your own cistern, running water from your own well: let your fountain be yours alone» (Prv 5,15.17). Try, then, you who are listening to me, to possess a cistern and fountain of your own in such a way that, when you take up the book of the scriptures, you too will discover some sort of interpretation from your own guide. Yes, following what you have learned in the Church, you too must try to drink from the fountain of your spirit. Deep within yourself lies «living water» (Jn 4,10). There lie the inexhaustible canals, the swollen rivers of Scripture's spiritual sense - insofar as they have not become blocked with earth and sediment. If that should be so, then what you have to do is to dig out and clean, that is to say chase away your spirit's lassitude and shake up the heaviness of your heart...

Therefore, purify your spirit that one day you may drink from your own fountain and draw living water from your own well. Because if you have taken God's word to yourself, if you have received living water from Jesus, and if you have received it with faith, if will become in you «water springing up to eternal life» (Jn 4,14).


Friday, 26 November 2010

St. Peter of Alexandria, Bishop & Martyr († 311)



SAINT PETER OF ALEXANDRIA,
Bishop, Martyr
(† 311)
        St. Peter governed the Church of Alexandria during the persecution of Diocletian. The sentence of excommunication that he was the first to pronounce against the schismatics, Melitius and Arius, and which, despite the united efforts of powerful partisans, he strenuously upheld, proves that he possessed as much sagacity as zeal and firmness.
        But his most constant care was employed in guarding his flocks from the dangers arising out of persecution. He never ceased repeating to them that, in order not to fear death, it was needful to begin by dying to self, renouncing our will, and detaching ourselves from all things.
        St. Peter gave an example of such detachment by undergoing martyrdom in the year 311.