EVANGELIO DEL DÍA

viernes, 3 de diciembre de 2010

«El Reino de los cielos está cerca»

EVANGELIO DEL DÍA: 04/12/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Sábado de la I Semana de Adviento


Libro de Isaías 30,19-21.23-26.
Sí, pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, ya no tendrás que llorar: él se apiadará de ti al oír tu clamor; apenas te escuche, te responderá.
Cuando el Señor les haya dado el pan de la angustia y el agua de la aflicción, aquel que te instruye no se ocultará más, sino que verás a tu maestro con tus propios ojos.
Tus oídos escucharán detrás de ti una palabra: "Este es el camino, síganlo, aunque se hayan desviado a la derecha o a la izquierda".
El Señor te dará lluvia para la semilla que siembres en el suelo, y el pan que produzca el terreno será rico y sustancioso. Aquel día, tu ganado pacerá en extensas praderas.
Los bueyes y los asnos que trabajen el suelo comerán forraje bien sazonado, aventado con el bieldo y la horquilla.
En todo monte elevado y en toda colina alta, habrá arroyos y corrientes de agua, el día de la gran masacre, cuando se derrumben las torres.
Entonces, la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces más intensa -como la luz de siete días- el día en que el Señor vende la herida de su pueblo y sane las llagas de los golpes que le infligió.

Salmo 147(146),1-2.3-4.5-6.
¡Aleluya! ¡Qué bueno es cantar a nuestro Dios, qué agradable y merecida es su alabanza!
El Señor reconstruye a Jerusalén y congrega a los dispersos de Israel;
sana a los que están afligidos y les venda las heridas.
El cuenta el número de las estrellas y llama a cada una por su nombre:
nuestro Señor es grande y poderoso, su inteligencia no tiene medida.
El Señor eleva a los oprimidos y humilla a los malvados hasta el polvo.

Evangelio según San Mateo 9,35-38.10,1.6-8.
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias.
Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos.
Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha."
Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia.
Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.
Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.
Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. 
Mt 9,35-38#Mt 10,1-1#Mt 10,6-8
Leer el comentario del Evangelio por 
San Cipriano (hacia 200-258), obispo de Cartago y mártir
La oración del Señor, 94
«El Reino de los cielos está cerca»
     «Que venga a nosotros tu reino» (Mt 6,10). Pedimos que el reino de Dios venga a nosotros, en el mismo sentido que pedimos que su nombre sea santificado en nosotros. En efecto, ¿cuándo es que no reina el Señor? Y ¿cuándo ha comenzado lo que en él siempre ha existido y no dejará de existir jamás? Pedimos, pues, que venga nuestro reino, el que Dios nos ha prometido, el que Cristo nos ha obtenido con su Pasión y su sangre. Así es que, después de haber sido esclavos en este mundo, seremos reyes, cuando Cristo será soberano, tal como él mismo nos lo promete cuando dice: «Venid vosotros, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo» (Mt 25,34).

    Mas, es posible, queridos hermanos, que Cristo en persona sea él mismo este reino de Dios, cuya venida deseamos cada día, cuyo acontecimiento deseamos se presente pronto a nosotros. Porque, igualmente que él «es la resurrección» (Jn 11,25), puesto que resucitaremos en él, se puede igualmente comprender que él es el reino de Dios, puesto que es en él que reinaremos.


sábado 04 Diciembre 2010

Santa Barbara



Santa Bárbara






Según una antigua tradición, Santa Bárbara era hija de un hombre muy rudo llamado Dióscoro. Como ella no quería creer en los ídolos paganos de su padre, éste la encerró en un castillo, al cual le había mandado colocar dos ventanas, pero la santa mandó a los obreros a que añadieran una tercera ventana para acordarse de las Tres Divinas personas que conforman la Santísima Trinidad.

Sin embargo, este acto enfureció más a su incrédulo padre, quien permitió que la martirizaran cortándole la cabeza con una espada.-

De esta manera, Santa Bárbara es representada con una espada, una palma (señal de que obtuvo la palma del martirio) y con una corona porque se ganó el reino de los cielos.-

La misma tradición señala además, que cuando Dióscoro bajaba del monte donde habían matado a su hija, le cayó un rayo y lo mató, y es por este hecho, que muchas personas rezan a la santa para pedir su intersección y verse libre de los rayos de las tormentas.

En su sepulcro se obraron muchos milagros.



Oremos




Señor, ya que por don tuyo la fuerza se realiza en la debilidad, concede a cuantos estamos celebrando la victoria de Santa Bárbara que obtengamos la fortaleza de vencer nuestras dificultades como ella venció los tormentos del martirio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

"The kingdom of heaven is at hand"

DAILY GOSPEL: 04/12/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68


Saturday of the First week of Advent


Book of Isaiah 30:19-21.23-26.
O people of Zion, who dwell in Jerusalem, no more will you weep; He will be gracious to you when you cry out, as soon as he hears he will answer you.
The Lord will give you the bread you need and the water for which you thirst. No longer will your Teacher hide himself, but with your own eyes you shall see your Teacher,
While from behind, a voice shall sound in your ears: "This is the way; walk in it," when you would turn to the right or to the left.
He will give rain for the seed that you sow in the ground, And the wheat that the soil produces will be rich and abundant. On that day your cattle will graze in spacious meadows;
The oxen and the asses that till the ground will eat silage tossed to them with shovel and pitchfork.
Upon every high mountain and lofty hill there will be streams of running water. On the day of the great slaughter, when the towers fall,
The light of the moon will be like that of the sun and the light of the sun will be seven times greater (like the light of seven days). On the day the LORD binds up the wounds of his people, he will heal the bruises left by his blows.

Psalms 147(146):1-2.3-4.5-6.
Hallelujah! How good to celebrate our God in song; how sweet to give fitting praise.
The LORD rebuilds Jerusalem, gathers the dispersed of Israel,
Heals the brokenhearted, binds up their wounds,
Numbers all the stars, calls each of them by name.
Great is our Lord, vast in power, with wisdom beyond measure.
The LORD sustains the poor, but casts the wicked to the ground.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Matthew 9:35-38.10:1.5-8.
Jesus went around to all the towns and villages, teaching in their synagogues, proclaiming the gospel of the kingdom, and curing every disease and illness.
At the sight of the crowds, his heart was moved with pity for them because they were troubled and abandoned, like sheep without a shepherd.
Then he said to his disciples, "The harvest is abundant but the laborers are few;
so ask the master of the harvest to send out laborers for his harvest."
Then he summoned his twelve disciples and gave them authority over unclean spirits to drive them out and to cure every disease and every illness.
Jesus sent out these twelve after instructing them thus, "Do not go into pagan territory or enter a Samaritan town.
Go rather to the lost sheep of the house of Israel.
As you go, make this proclamation: 'The kingdom of heaven is at hand.'
Cure the sick, raise the dead, cleanse lepers, drive out demons. Without cost you have received; without cost you are to give.
Mt 9,35-38#Mt 10,1-1#Mt 10,5-8
Commentary of the day 
Saint Cyprian (c.200-258), Bishop of Carthage and martyr
The Lord's prayer, 13 (©The Fathers of the Church)
"The kingdom of heaven is at hand"
«Thy kingdom come» (Mt 6,10). We seek also that God's kingdom be manifested to us, just as we ask that his name be sanctified in us. For when does God not reign, or when does that begin in him that both always was and does not cease to be? We petition that our kingdom come which was promised us by God, which was acquired by Christ's blood and passion, so that we who formerly served in the world may afterwards reign with Christ as Lord, as he himself promises and says: «Come, blessed of my Father, take possession of the kingdom prepared for you from the foundation of the world» (Mt 25,34).

Indeed, most beloved brethren, even Christ himself can be the kingdom of God whom we daily desire to come, whose coming we wish to be quickly presented to us. For since he himself is «the resurrection» (Jn 11,25), because in him we rise again, so too the kingdom of God can be understood as himself, because in him we are to reign. 


Saturday, 04 December 2010

St. Barbara, Virgin and Martyr (3rd century)



SAINT BARBARA
Virgin and Martyr
(3rd century)
        St. Barbara was brought up a heathen. A tyrannical father, Dioscorus, had kept her jealously secluded in a lonely tower which he had built for the purpose. Here in her forced solitude, she gave herself to prayer and study, and contrived to receive instruction and Baptism by stealth from a Christian priest.
        Dioscorus, on discovering his daughter's conversion, was beside himself with rage. He himself denounced her before the civil tribunal. Barbara was horribly tortured, and at last was beheaded, her own father, merciless to the last, acting as her executioner. God, however, speedily punished her persecutors. While her soul was being borne by angels to Paradise, a flash of lightning struck Dioscorus, and he was hurried before the judgment-seat of God.