EVANGELIO DEL DÍA

viernes, 2 de julio de 2010

Become a believer and be my apostle

DAILY GOSPEL: 03/07/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68



Saint Thomas, apostle - Feast


Letter to the Ephesians 2:19-22.
So then you are no longer strangers and sojourners, but you are fellow citizens with the holy ones and members of the household of God,
built upon the foundation of the apostles and prophets, with Christ Jesus himself as the capstone.
Through him the whole structure is held together and grows into a temple sacred in the Lord;
in him you also are being built together into a dwelling place of God in the Spirit.

Psalms 117:1.2.
Praise the LORD, all you nations! Give glory, all you peoples!
The LORD'S love for us is strong; the LORD is faithful forever. Hallelujah!

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint John 20:24-29.
Thomas, called Didymus, one of the Twelve, was not with them when Jesus came.
So the other disciples said to him, "We have seen the Lord." But he said to them, "Unless I see the mark of the nails in his hands and put my finger into the nailmarks and put my hand into his side, I will not believe."
Now a week later his disciples were again inside and Thomas was with them. Jesus came, although the doors were locked, and stood in their midst and said, "Peace be with you."
Then he said to Thomas, "Put your finger here and see my hands, and bring your hand and put it into my side, and do not be unbelieving, but believe."
Thomas answered and said to him, "My Lord and my God!"
Jesus said to him, "Have you come to believe because you have seen me? Blessed are those who have not seen and have believed."

Jn 20,24-29
Commentary of the day 
Saint Basil of Seleucia (?-c.468), bishop
Sermon for the Resurrection, 1-4
Become a believer and be my apostle
       «Put your finger into the marks of the nails». You looked for me when I wasn't there, now take advantage of it. I understand your desire despite your silence. Before you tell me them I already know your thoughts. I heard you speak and, even though unseen, I was beside you, beside your doubts. Without revealing myself I made you wait so as better to consider your eagerness. «Put your finger into the marks of the nails. Put your hand into my side; do not be unbelieving any longer, but believe.»

       Then Thomas touched him and all his mistrust fell away. Full of genuine faith and all the love owing to God, he cried out: «My Lord and my God!» And the Lord said to him: «You believe because you have seen me; happy are those who have not seen and yet believe!» Thomas took the news of the resurrection to those who had not seen. Draw the whole earth to believe, not by its own sight but at your word. Go through peoples and cities far away. Teach them to carry the cross rather than weapons on their shoulders. Only proclaim me: they will believe and worship. They will demand no other proof. Tell them they are called by grace and, with your own eyes, behold their faith. Truly, blessed are those who did not see and yet believed!

       This is the army the Lord raises; these are the children of the baptismal font, the works of grace, the fruit of the Spirit. They have followed Christ without having seen him; they sought him and believed. They recognised him with the eyes of faith not those of the body. They have not put their finger into the mark of the nails but they have bound themselves to his cross and embraced his sufferings. They have not seen the Lord's side but, by grace, they have become members of his body and have made his words their own: «Happy are those who have not seen and yet believe!»


Saturday, 03 July 2010

St. Thomas, Apostle -Feast



SAINT THOMAS
Apostle
        St. Thomas was one of the fishermen on the Lake of A Galilee whom our Lord called to be his apostles. By nature slow to believe, too apt to see difficulties, and to look at the dark side of things, he had withal a most sympathetic, loving, and courageous heart.
        Once when Jesus spoke of the mansions in his Father's house, St. Thomas, in his simplicity, asked: "Lord, we know not whither you go, and how can we know the way?"
        When Jesus turned to go toward Bethany to the grave of Lazarus, the desponding apostle at once feared the worst for his beloved Lord, yet cried out bravely to the rest: "Let us also go and die with him"
        After the Resurrection, incredulity again prevailed, and whilst the wounds of the crucifixion were imprinted vividly on his affectionate mind, he would not credit the report that Christ had indeed risen. But at the actual sight of the pierced hands and side, and the gentle rebuke of his Saviour, unbelief was gone forever; and his faith and ours has ever triumphed in the joyous utterance into which he broke: "My Lord and my God!"

Sé creyente y sé mi apóstol

EVANGELIO DEL DÍA: 03/07/2010

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68



Santo Tomás, apóstol - Fiesta


Carta de San Pablo a los Efesios 2,19-22.
Por lo tanto, ustedes ya no son extranjeros ni huéspedes, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios.
Ustedes están edificados sobre los apóstoles y los profetas, que son los cimientos, mientras que la piedra angular es el mismo Jesucristo.
En él, todo el edificio, bien trabado, va creciendo para constituir un templo santo en el Señor.
En él, también ustedes son incorporados al edificio, para llegar a ser una morada de Dios en el Espíritu.

Salmo 117,1.2.
¡Alaben al Señor, todas las naciones, glorifíquenlo, todos los pueblos!
Porque es inquebrantable su amor por nosotros, y su fidelidad permanece para siempre. ¡Aleluya!

Evangelio según San Juan 20,24-29.
Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús.
Los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!". El les respondió: "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré".
Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!".
Luego dijo a Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe".
Tomas respondió: "¡Señor mío y Dios mío!".
Jesús le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!". 
Jn 20,24-29
Leer el comentario del Evangelio por 
Basilio de Seleucia (?- hacia 468), obispo
Sermón para la Resurrección, 1-4
Sé creyente y sé mi apóstol
     «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos con la señal de los clavos». Me buscabas cuando no estaba aquí; aprovéchate ahora. Conozco tu deseo a pesar de tu silencio. Antes que me lo digas, sé lo que piensas. Te he oído hablar y, aunque invisible, estaba junto a ti, junto a tus dudas, sin dejarme ver; te he hecho esperar para percibir mejor tu impaciencia. «Mete tu dedo en la señal de mis clavos. Mete tu mano en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente».

     Tomás le toca y cae toda su desconfianza; lleno de una fe sincera y de todo el amor que debe a Dios, exclama: «¡Señor mío y Dios mío!». Y el Señor le dice: «¿Por qué me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto». Tomás, lleva la nueva de mi resurrección a los que no me han visto. Arrastra a toda la tierra a creer no lo que ven, sino a tu palabra. Recorre pueblos y ciudades lejanas. Enséñales a llevar sobre sus hombros, no las armas, sino la cruz. No ceses de anunciarme: creerán y me adorarán. No exigirán otras pruebas. Diles que son llamados por la gracia, y tú, contempla su fe: ¡Dichosos, en verdad, los que crean sin haber visto».

     Este es el ejército seducido por el Señor; estos son los hijos de la piscina bautismal, las obras de la gracia, la cosecha del Espíritu. Han seguido a Cristo sin haberle visto, le han buscado y han creído. Le han reconocido con los ojos de la fe, no con los del cuerpo. No han puesto su dedo en las marcas de los clavos, sino que se han unido a su cruz y han abrazado sus sufrimientos. No han visto el costado abierto del Señor, pero por la gracia han llegado a ser miembros de su cuerpo y han hecho suya su palabra: «¡Dichosos los que crean sin haber visto!»



sábado 03 Julio 2010

Santo Tomás Apóstol




Santo Tomás Apóstol
Poco se recuerda de Sto. Tomás Apóstol, no obstante, gracias al cuarto Evangelio, su personalidad está más clara para nosotros que la de algunos otros de los Doce.
Su nombre aparece en todas las listas de los Sinópticos (Mateo 10:3; Marcos 3:18; Lucas 6, cf. Hechos 1:13), pero en San Juan desempeña un papel característico.    Primero, cuando Jesús anuncia su intención de regresar a Judea para visitar a Lázaro, Tomas, que es llamado «Didimo» (el mellizo), dice a los otros discípulos: «Vayamos también nosotros a morir con Él» (Jn 11:16). De nuevo es Tomás quien,  durante el discurso antes de la Última Cena, pone una objeción: «Le dice Tomás: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» (Jn 14:5).
Pero Tomás es especialmente recordado por su incredulidad, cuando los otros Apóstoles le anuncian la Resurrección de Cristo: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré» (Jn 20:25); pero, ocho días después, hizo su acto de fe, acatando el reproche de Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído. « (Jn 20:29).
Esto agota todo nuestro conocimiento cierto con respecto al Apóstol; pero su nombre es el punto de partida de una considerable literatura apócrifa, y hay también ciertos datos históricos que sugieren que algunos de estos materiales apócrifos pueden contener gérmenes de verdad.
El documento principal acerca de él es el "Acta Thomae", conservada para nosotros, con algunas variaciones,  en griego y en siríaco, y con signos inconfundibles de su origen gnóstico. Puede ser de hecho obra del propio Bardesanes. La historia en muchos de sus detalles es absolutamente extravagante, pero es el dato más antiguo, fue fechado por Harnack (Chronologie, 2, 172) al principio del tercer siglo, en el 220 d,C.  
Si el lugar de su origen es realmente Edessa, como Harnack y otros sostienen con legítimas razones (ibid., pág. 176), esto daría una considerable probabilidad a la afirmación, explícitamente hecha en el  "Acta" (Bonet cap. 170, p.286), de que las reliquias del Apóstol Tomás, que sabemos que eran veneradas en Edessa, realmente habían venido de Oriente. La extravagancia de la leyenda puede juzgarse por el hecho de que en más de un lugar (cap. 31, pág., 148) representa a Tomás (Judas Tomás, como es nombrado aquí y en otras lugares de tradición siríaca) como el hermano gemelo de Jesús.
Tomás en siríaco es el equivalente al didymos en griego, y significa mellizo. Rendel Harris, que exagera mucho el culto de los Dioscuros, lo considera una transformación de un culto pagano en Edessa pero este punto es, como poco,  problemático.    La historia transcurre como sigue: Tras la separación de los Apóstoles, India fue la porción de Tomás, pero manifestó su incapacidad para ir;  tras lo cual, su Maestro Jesús se apareció de un modo sobrenatural a Abban, enviado de Gundafor, un rey hindú, y le vendió a Tomás como esclavo, para servir a Gundafor como carpintero.
Entonces Abban y Tomás navegaron hasta llegar a Andrápolis dónde desembarcaron y asistieron a la fiesta de las bodas de la hija del gobernador. Siguieron extraños sucesos y Cristo, bajo la apariencia de Tomás,  exhortó a la novia a permanecer virgen. Llegado a India Tomás emprendió la construcción de un palacio para Gundafor, pero gastó el dinero a él confiado con los pobres. Gundafor lo encarceló; pero el apóstol escapó milagrosamente y Gundafor se convirtió. Recorriendo el país para predicar, Tomás se encontró con extrañas aventuras de dragones y asnos salvajes.
Entonces llegó a la ciudad de rey Misdai (en siríaco Mazdai), dónde convirtió a Tertia, la esposa de Misdai,  y a Vazan, su hijo. Después de ello fue condenado a muerte, llevado fuera de la ciudad a una colina, y atravesado por las lanzas de cuatro soldados. Fue enterrado en la tumba de los antiguos reyes pero sus restos fueron después llevados a occidente.    Ahora bien, es ciertamente un hecho notable que, alrededor del año 46 d.C.,  gobernaba un rey sobre la zona de Asia al sur del Himalaya, representada actualmente por Afganistán, Beluchistan, el Pundjab, y Sind, que llevaba el nombre de Gondophernes o Guduphara. Lo sabemos por el descubrimiento de monedas, algunas de estilo parto con las leyendas griegas, otras hindúes con  las leyendas en un dialecto hindú en caracteres kharoshthi.
A pesar de las pequeñas variaciones la identificación del nombre con el Gundafor del "Acta Thomae"  es inequívoca y apenas se discute. Más aún, tenemos la evidencia de la inscripción Takht-i-Bahi,  que está fechada y qué los mejores especialistas aceptan para establecer que el rey Gunduphara probablemente empezó a reinar sobre el  20 d.C. y todavía estaba reinando en el 46.
Hay excelentes razones de nuevo para creer que Misdai o Mazdai bien pueden ser la transformación de un nombre hindú hecha en tierra Iraní. En este caso probablemente representaría a un cierto rey Vasudeva de Mathura, sucesor de Kanishka. No hay duda de que no se puede deducir que el narrador gnóstico que escribió el "Acta Thomae" pudiera haber adoptado algunos nombres históricos hindúes para dar verosimilitud a su obra;  pero, como el Sr. Fleet  deduce en sus severamente críticos escritos,  " los nombres puestos aquí  en relación con Sto. Tomás son característicos, no tal y como han existido en la historia y tradición hindú" (Joul. of R.Asiátic. Soc., 1905, p.235).
Por otro lado, la tradición de que Sto. Tomás predicó en "India"  se extendió ampliamente por  Oriente y Occidente y aparece en escritores como Efraim,  Siro, Ambrosio, Paulino, Jerónimo y más tarde en Gregorio de Tours y otros, es difícil todavía descubrir algún fundamento adecuado para la creencia, largamente aceptada, de que Sto. Tomás realizó sus viajes misioneros por el lejano sur de Mylapore, no lejos de Madrás, y allí sufrió el martirio.
En esta región todavía se encuentra una cruz en un bajorrelieve de granito con una inscripción en  pahlavi (persa antiguo) datada en el siglo séptimo, y la tradición de que fue allí donde Sto. Tomás entregó su vida es localmente muy fuerte. Es cierto también que en el Malabar o costa oeste del sur de la India, todavía existe un grupo de cristianos que aún usan un tipo de siríaco como lengua litúrgica. Parece difícil determinar si esta Iglesia data del tiempo de Sto. Tomás Apóstol (hubo un obispo Siro-Caldeo, Juan,  "de India y Persia" que asistió al Concilio de Nicea en el 325) o si el Evangelio fue por primera vez predicado allí en el 345 bajo la persecución persa de Shapur (o Sapor), o si lo fue por los misioneros sirios que acompañaron un cierto Tomás Cana y penetraron en la costa Malabar alrededor del año 745.
Sólo sabemos que en el siglo sexto Cosmas Indicopleustes habla de la existencia de cristianos en Male (¿Malabar?) bajo un obispo que había sido consagrado en Persia. El rey Alfredo el Grande aparece en la "Crónica" anglosajona» enviando una expedición para establecer relaciones con estos cristianos del lejano Oriente.    Por otro lado las reputadas reliquias de Sto. Tomás estaban ciertamente en Edessa en el siglo cuarto, y allí permanecieron hasta que fueron trasladadas a Chios en 1258 y a Ortona. La improbable sugerencia de que Sto.
Tomás predicó en América (American Eccles ., 1899, pp.1-18) está basada en una interpretación equivocada del texto de los Hechos de los Apóstoles (1, 8;  cf. Berchet, "Fonte italiane per la storia della scoperta del Nuovo Mondo", II, 236, y I, 44).    Además del "Acta Thomae" de la que existe una redacción, diferente y notablemente más corta, en etíope y latín, tenemos un breve formulario de un,  así llamado, «Evangelio de Tomás", originalmente gnóstico, y, tal y como ahora lo conocemos, meramente una historia fantástica de la niñez de Jesús, sin ningún notablemente tinte herético.
Hay también una "Revelatio Thomae", condenada como apócrifo por el Decreto del Papa Gelasio  que se ha recuperado recientemente de diversas fuentes de modo fragmentado  (vease el texto completo en la Revista benedictina, 1911, el pp. 359-374).




Oremos  

Concédenos, Señor celebrar con alegría la fiesta de Santo Tomás; que la intercesión de este apóstol, que reconoció y confesó a Cristo como a su Señor y su Dios, nos haga crecer en la fe, para que así, creyendo en Jesús, el Mesías, tengamos vida en su nombre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

At table with Jesus

DAILY GOSPEL: 02/07/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68



Friday of the Thirteenth week in Ordinary Time


Book of Amos 8:4-6.9-12.
Hear this, you who trample upon the needy and destroy the poor of the land!
"When will the new moon be over," you ask, "that we may sell our grain, and the sabbath, that we may display the wheat? We will diminish the ephah, add to the shekel, and fix our scales for cheating!
We will buy the lowly man for silver, and the poor man for a pair of sandals; even the refuse of the wheat we will sell!"
On that day, says the Lord GOD, I will make the sun set at midday and cover the earth with darkness in broad daylight.
I will turn your feasts into mourning and all your songs into lamentations. I will cover the loins of all with sackcloth and make every head bald. I will make them mourn as for an only son, and bring their day to a bitter end.
Yes, days are coming, says the Lord GOD, when I will send famine upon the land: Not a famine of bread, or thirst for water, but for hearing the word of the LORD.
Then shall they wander from sea to sea and rove from the north to the east In search of the word of the LORD, but they shall not find it.

Psalms 119:2.10.20.30.40.131.
Happy those who observe God's decrees, who seek the LORD with all their heart.
With all my heart I seek you; do not let me stray from your commands.
At all times my soul is stirred with longing for your edicts.
The way of loyalty I have chosen; I have set your edicts before me.
See how I long for your precepts; in your justice give me life.
I sigh with open mouth, yearning for your commands.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Matthew 9:9-13.
As Jesus passed on from there, he saw a man named Matthew sitting at the customs post. He said to him, "Follow me." And he got up and followed him.
While he was at table in his house, many tax collectors and sinners came and sat with Jesus and his disciples.
The Pharisees saw this and said to his disciples, "Why does your teacher eat with tax collectors and sinners?"
He heard this and said, "Those who are well do not need a physician, but the sick do.
Go and learn the meaning of the words, 'I desire mercy, not sacrifice.' I did not come to call the righteous but sinners."
Mt 9,9-13
Commentary of the day 
Saint Bede the Venerable (c.673-735), monk, Doctor of the Church
Homilies on the Gospels, I, 21 ; CCL 122, 149-151
At table with Jesus
       «While he was at table in the house, many tax collectors and sinners came and sat with Jesus and his disciples.» Let us try to understand what we are told here at a deeper level. Matthew did not simply offer a material meal to the Lord in his earthly home but, even more importantly, he prepared a feast in the house of his heart through his faith and love like the one who bore witness, saying: «I stand at the door and knock: if anyone hears my voice and opens the door, I will enter his house and dine with him and he with me» (Rv 3,20).

       Our Lord does indeed stand at the door and knock when he makes our hearts attentive to his will, whether through the words of teachers or through an interior inspiration. We open our door to the sound of his voice when we freely accept his teachings, whether interior or exterior, and when, after understanding what we are to do, we carry them out. And he comes in to share our meal, he with us and we with him, because he dwells in the hearts of his friends, thanks to his love, to feed them constantly with his own hand by the light of his presence. Thus he causes their desires to rise up by degrees while he himself feeds on their earnest desire for heaven as on the most delicious food.
                    

Friday, 02 July 2010

St. Bernardino Realino, Priest (1530-1616)



SAINT BERNARDINO REALINO
Priest
(1530-1616)
        St. Bernardino Realino was born into a noble family of Capri, Italy in 1530. After receiving a thorough and devout Christian education at the hands of his mother, he went on to study medicine at the University of Bologna, but after three years he switched to law and received his doctorate in 1563. Word of his learning, dedication, and legal brilliance spread rapidly, and in 1554 he was summoned to Naples to assume the position of auditor and lieutenant general.
        Shortly afterward, his exemplary young man came to the realization that he had a religious vocation and, aided by our Lady's appearance to him, joined the Society of Jesus, being ordained in 1567. For three years he labored unstintingly at Naples, devoting himself wholeheartedly to the service of the poor and the youth, and then he was sent to Lecce where he remained for the last forty-two years of his life.
        St. Bernardino won widespread recognition as a result of his ceaseless apostolic labors. He was a model confessor, a powerful preacher, a diligent teacher of the Faith to the young, a dedicated shepherd of souls, as well as Rector of the Jesuit college  in Lecce and Superior of the Community there. His charity to the poor and the sick knew no bounds and his kindness brought about the end of vendettas and public scandals that cropped up from time to time.
        So greatly was this saint loved and appreciated by his people that in 1616, as he lay on his death bed the city's magistrates formally requested that he should take the city under his protection. Unable to speak, St. Bernardino bowed his head. He died with the names of Jesus and Mary on his lips.


«En la mesa con Jesús»

EVANGELIO DEL DÍA: 02/07/2010


¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68



Viernes de la XIII Semana del Tiempo Ordinario


Libro de Amós 8,4-6.9-12.
Escuchen esto, ustedes, los que pisotean al indigente para hacer desaparecer a los pobres del país.
Ustedes dicen: "¿Cuándo pasará el novilunio para que podamos vender el grano, y el sábado, para dar salida al trigo? Disminuiremos la medida, aumentaremos el precio, falsearemos las balanzas para defraudar;
compraremos a los débiles con dinero y al indigente por un par de sandalias, y venderemos hasta los desechos del trigo".
Aquel día -oráculo del Señor- yo haré que el sol se ponga al mediodía, y en pleno día cubriré la tierra de tinieblas;
cambiaré sus fiestas en duelo y todos sus cantos en lamentaciones; haré que todos se ciñan un sayal y que se rapen todas las cabezas; haré que estén de duelo como por un hijo único, y su final será como un día de amargura.
Vendrán días -oráculo del Señor- en que enviaré hambre sobre el país, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de escuchar la palabra del Señor.
Se arrastrarán de un mar a otro e irán errantes del norte al este, buscando la palabra del Señor, pero no la encontrarán.

Salmo 119,2.10.20.30.40.131.
Felices los que cumplen sus prescripciones y lo buscan de todo corazón,
Yo te busco de todo corazón: no permitas que me aparte de tus mandamientos.
Mi alma se consume, deseando siempre tus decisiones.
Elegí el camino de la verdad, puse tus decretos delante de mí.
Yo deseo tus mandamientos: vivifícame por tu justicia.
Abro mi boca y aspiro hondamente, porque anhelo tus mandamientos.

Evangelio según San Mateo 9,9-13.
Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme". El se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos.
Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?".
Jesús, que había oído, respondió: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.
Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores". 
Mt 9,9-13
Leer el comentario del Evangelio por 
San Beda el Venerable (hacia 673-735), monje, doctor del a Iglesia
Homilías sobre los Evangelios, I, 21 ; CCL 122, 149-151
«En la mesa con Jesús»
     «Estando Jesús a la mesa en su casa, de entre los muchos que lo seguían, un grupo de recaudadores y otra gente de mala fama se sentaron con Jesús y sus discípulos». Procuremos penetrar más profundamente el significado de estos hechos. Mateo no sólo ofreció al Señor un banquete temporal en su casa terrena, sino que le preparó, por su fe y su amor, otro banquete mucho más grato en la casa de su corazón tal como lo dicen aquellas palabras: «Estoy a la puerta y llamo: si alguno escucha mi voz y me abre, entraré y comeremos juntos» (Ap 3,20).
     Sí, el Señor está a al puerta y llama cuando nuestro corazón está pronto y atento a cumplir su voluntad, ya sea a través de una palabra de los que enseñan, ya por una inspiración interior. Abrimos la puerta a la llamada de su voz cuando, libremente, habiendo comprendido lo que debemos hacer, lo realizamos. Él entra para comer con nosotros y nosotros con él porque habita en el corazón de sus amigos a través de la gracia de su amor, para, sin cesar, alimentarlos con la luz de su presencia. De esta manera sus deseos tienden cada vez más hacia las cosas celestiales, y él mismo se deleita en esos deseos como en manjar más delicioso.




viernes 02 Julio 2010

San Bernardino



Santos Bernardino Realino, S.J. y otros santos jesuitas

En este día la Iglesia recuerda varios santos y beatos sacerdotes de la Compañía de Jesús queestuvieron dedicados al apostolado en distintas partes de Europa.

 San Juan Francisco de Régis. Francés, nace 1597, † el 31 de diciembre de 1640, canonizado por Clemente XII en 1737. San Francisco de Gerónimo. Italiano, nace 1642, † el 11 de mayo 1716, canonizado por Gregorio XVI en 1839. Beato Julián Maunoir. Francés, nace 1606, † el 28 de enero de 1683, beatificado por Pío XII en 1951. Beato Antonio Baldinucci. Italiano, nace 1665, † el 7 de noviembre de 1717, beatificado por León XIII en 1893.
 San Bernardino Realino. Italiano, nace 1530, † 2 de julio de 1616, canonizado por Pío XII en 1947.
Bernardino Realino nació el 1 de diciembre de 1530 en una ilustre familia de Carpi (MO) y de sus primeros estudios de los profesores que entran en la casa.

Durante 16 años asistió a la Academia de Modena, en uno de los más destacados centros culturales de Italia, donde fue fuertemente atraído por las humanidades. Estudio, entonces, la filosofía y medicina en la Universidad de Bolonia, y, por último, a la edad de 26 años, se graduó en "utruque jure", es decir, tanto en el derecho canónico que civile.

Su padre, un colaborador del cardenal Cristoforo Madruzzo que, como obispo de Trento, era el "dueño" del famoso Consejo y uno de los protagonistas, el 1556 es el Gobernador de Milán para el rey Philip II de España.

Bajo su protección el producto Bernardino empieza en las calles de "cargo público". Empiece por hacer una Felizzano el alcalde de Monferrato, y luego ir a Alejandría como un "abogado tributario" (el fiscal).

Después de las cesiones en el Piamonte, pasa al servicio del marqués Ferdinando Francesco d'Avalos, virrey de Sicilia y se traslada a Nápoles, la ciudad también está sujeto a España con su reino.

Aquí, sin embargo, deja su carrera. Bernardino Realino asistieron a los jesuitas, recién llegados de la ciudad, y decide ser uno de ellos, el abandono de los códigos y las carreras. Ella le da la bienvenida en 1564 Salmeron Alonso, uno de los iniciadores de la Compañía de Jesús con Ignacio de Loyola.

Bernardino, en 1567 fue ordenado sacerdote y se convierten en el maestro de novicios de los jesuitas. Siete años después, en Lecce, crear una universidad a la que se dedican a la muerte.

Al mismo tiempo se dedicó a la gente de Lecce, ricos y pobres, educados e ignorantes, todos asombrados por su paciencia en el tratamiento irreductible de situaciones, necesidades, problemas.

Muere  el 2 de julio de 1616 a la edad de 86 años.

Pope Pius XII proclamó santo en 1947.

Significado del nombre Bernard, Bernard, "como valiente oso" (alemán
).
Fonti: santiebeati; gesuiti.it; wikipendia («RIV.»).