EVANGELIO DEL DÍA

domingo, 5 de septiembre de 2010

The day of the Lord: the day of resurrection and new creation.

DAILY GOSPEL: 06/09/2010
«Lord, to whom shall we go? You have the words of eternal life.» John 6,68


Monday of the Twenty-third week in Ordinary Time


First Letter to the Corinthians 5:1-8.
It is widely reported that there is immorality among you, and immorality of a kind not found even among pagans--a man living with his father's wife.
And you are inflated with pride. Should you not rather have been sorrowful? The one who did this deed should be expelled from your midst.
I, for my part, although absent in body but present in spirit, have already, as if present, pronounced judgment on the one who has committed this deed,
in the name of (our) Lord Jesus: when you have gathered together and I am with you in spirit with the power of the Lord Jesus,
you are to deliver this man to Satan for the destruction of his flesh, so that his spirit may be saved on the day of the Lord.
Your boasting is not appropriate. Do you not know that a little yeast leavens all the dough?
Clear out the old yeast, so that you may become a fresh batch of dough, inasmuch as you are unleavened. For our paschal lamb, Christ, has been sacrificed.
Therefore let us celebrate the feast, not with the old yeast, the yeast of malice and wickedness, but with the unleavened bread of sincerity and truth.

Psalms 5:5-6.7.12.
You are not a god who delights in evil; no wicked person finds refuge with you;
the arrogant cannot stand before you. You hate all who do evil;
you destroy all who speak falsely. Murderers and deceivers the LORD abhors.
Then all who take refuge in you will be glad and forever shout for joy. Protect them that you may be the joy of those who love your name.

Holy Gospel of Jesus Christ according to Saint Luke 6:6-11.
On another sabbath he went into the synagogue and taught, and there was a man there whose right hand was withered.
The scribes and the Pharisees watched him closely to see if he would cure on the sabbath so that they might discover a reason to accuse him.
But he realized their intentions and said to the man with the withered hand, "Come up and stand before us." And he rose and stood there.
Then Jesus said to them, "I ask you, is it lawful to do good on the sabbath rather than to do evil, to save life rather than to destroy it?"
Looking around at them all, he then said to him, "Stretch out your hand." He did so and his hand was restored.
But they became enraged and discussed together what they might do to Jesus. 
Lc 6,6-11
Commentary of the day 
Catechism of the Catholic Church
§ 2174-2175
The day of the Lord: the day of resurrection and new creation.
Jesus rose from the dead "on the first day of the week" (Mt 28,1; Mk 16,2; Lk 24,1; Jn 20,1). Because it is the "first day," the day of Christ's Resurrection recalls the first creation. Because it is the "eighth day" following the sabbath, it symbolizes the new creation ushered in by Christ's Resurrection. For Christians it has become the first of all days, the first of all feasts, the Lord's Day (he kuriake hemera, dies dominica) «Sunday».

Sunday - fulfillment of the Sabbath: Sunday is expressly distinguished from the sabbath which it follows chronologically every week; for Christians its ceremonial observance replaces that of the sabbath. In Christ's Passover, Sunday fulfills the spiritual truth of the Jewish sabbath and announces man's eternal rest in God. 

                    

Monday, 06 September 2010

St. Eleutherius, Confessor († c. 585)



SAINT ELEUTHERIUS
Confessor
(† c. 585)
        Wonderful simplicity and spirit of compunction were the distinguishing virtues of this holy man. He was chosen abbot of St. Mark's near Spoleto, and favored by God with the gift of miracles. A child who was possessed by the devil, being delivered by being educated in his monastery, the abbot said one day: "Since the child is among the servants of God, the devil dares not approach him." These words seemed to savor of vanity, and thereupon the devil again entered and tormented the child. The abbot humbly confessed his fault, and fasted and prayed with his whole community till the child was again freed from the tyranny of the fiend.
        St. Gregory the Great not being able to fast on Easter-eve on account of extreme weakness, engaged this Saint to go with him to the church of St. Andrew's and put up his prayers to God for his health, that he might join the faithful in that solemn practice of penance. Eleutherius prayed with many tears, and the Pope, coming out of the church, found his breast suddenly strengthened, so that he was enabled to perform the fast as he desired. St. Eleutherius raised a dead man to life.
        Resigning his abbacy, he died in St. Andrew's monastery in Rome, about the year 585.

El día del Señor: día de la Resurrección, de la nueva creación

EVANGELIO DEL DÍA: 06/09/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68


Lunes de la XXIII Semana del Tiempo Ordinario


Carta I de San Pablo a los Corintios 5,1-8.
Es cosa pública que se cometen entre ustedes actos deshonestos, como no se encuentran ni siquiera entre los paganos, ¡a tal extremo que uno convive con la mujer de su padre!
¡Y todavía se enorgullecen, en lugar de estar de duelo para que se expulse al que cometió esa acción!
En lo que a mí respecta, estando ausente con el cuerpo pero presente con el espíritu, ya lo he juzgado, como si yo mismo estuviera allí.
Es necesario que ustedes y yo nos reunamos espiritualmente, en el nombre y con el poder de nuestro Señor Jesús,
para que este hombre sea entregado a Satanás: así se perderá su carne, pero se salvará su espíritu en el Día del Señor.
¡No es como para gloriarse! ¿No saben que "un poco de levadura hace fermentar toda la masa"?
Despójense de la vieja levadura, para ser una nueva masa, ya que ustedes mismos son como el pan sin levadura. Porque Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Celebremos, entonces, nuestra Pascua, no con la vieja levadura de la malicia y la perversidad, sino con los panes sin levadura de la pureza y la verdad.

Salmo 5,5-6.7.12.
Tú no eres un Dios que ama la maldad; ningún impío será tu huésped,
ni los orgullosos podrán resistir delante de tu mirada. Tú detestas a los que hacen el mal
y destruyes a los mentirosos. ¡Al hombre sanguinario y traicionero lo abomina el Señor!
Así se alegrarán los que en ti se refugian y siempre cantarán jubilosos; tú proteges a los que aman tu Nombre, y ellos se llenarán de gozo.

Evangelio según San Lucas 6,6-11.
Otro sábado, entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada.
Los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si curaba en sábado, porque querían encontrar algo de qué acusarlo.
Pero Jesús, conociendo sus intenciones, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: "Levántate y quédate de pie delante de todos". El se levantó y permaneció de pie.
Luego les dijo: "Yo les pregunto: ¿Está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?".
Y dirigiendo una mirada a todos, dijo al hombre: "Extiende tu mano". El la extendió y su mano quedó curada.
Pero ellos se enfurecieron, y deliberaban entre sí para ver qué podían hacer contra Jesús. 
Lc 6,6-11
Leer el comentario del Evangelio por 
Catecismo de la Iglesia católica
§ 2174-2175
El día del Señor: día de la Resurrección, de la nueva creación
     Jesús resucitó de entre los muertos «el primer día de la semana» (Mt 28,1; Mc 16,2; Lc 24,1; Jn 20,1). En cuanto es el «primer día», el día de la Resurrección de Cristo recuerda la primera creación. En cuanto es el «octavo día» que sigue al sábado, significa la nueva creación inaugurada con la resurrección de Cristo. Para los cristianos vino a ser el primero de todos los días, la primera de todas las fiestas, el día del Señor («dies dominica»), el domingo.

     El domingo, plenitud del sábado. El domingo se distingue expresamente del sábado, al que sucede cronológicamente cada semana, y cuya prescripción litúrgica reemplaza para los cristianos. Realiza plenamente, en la Pascua de Cristo, la verdad espiritual del sábado judío y anuncia el descanso eterno del hombre en Dios



lunes 06 Septiembre 2010

San Eleuterio




San Eleuterio


(s. VI)

Fue un santo abad del monasterio de San Marcos Evangelista en Espoleto. Debió ser un hombre de grandes y probadas virtudes por los relatos que se conocen de su vida a través del gran papa Gregorio Magno que fue contemporáneo, conocido personal, amigo y hasta una de las personas que salió beneficiada del trato con el santo abad.


De hecho, cuenta San Gregorio de su amigo que, un buen día y con una sola bendición, el abad Eleuterio consiguió curarlo de un vehemente deseo de ingerir alimentos que él sufría. Además, refiere el mismo Papa, su santidad era tan grande que hasta llegó a resucitar un muerto.


Pero lo que llama la atención al relator de la vida del santo es un acontecimiento que tiene valor de ejemplaridad y estímulo para los hombres que, llenos de dificultades, limitaciones y pecados, viven soportando sus faltas de virtud y sufriendo los propios fracasos. Por eso la figura de este santo es más cercana, al ser víctima de su propio desmoronamiento.


Unas monjas habían confiado al santo abad la custodia de un niño atormentado por el Diablo. Como pasaran varios días sin notarse fenómenos extraños, el abad comentó a sus monjes que Satanás tenía asustadas a las pobres monjas, pero que ahora estaba con miedo y por eso no se manifestaba.


Al punto, el Mal Espíritu se apoderó del niño y de inmediato comenzó a maltratarlo.


Eleuterio calló en la cuenta de que su expresión fue de soberbia y presunción. Lloró dolorido su pecado y pidió a los monjes oraciones y penitencias para que cesaran los embates del Demonio.




Oremos


Tú, Señor, que nos has dado un modelo de perfección evangélica en la vida ejemplar de San Eleuterio, abad, concédenos, en medio de los acontecimientos de este mundo, que sepamos adherirnos, con todo nuestro corazón, a los bienes de tu reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.