«¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros: "íLes tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! íEntonamos cantos fúnebres, y no lloraron!"
Porque llegó Juan, que no come ni bebe, y ustedes dicen: "íHa perdido la cabeza!" Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: "Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores." Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras.»