"Saca demonios" liberan a personas de tormentos malignos
Los gritos desgarradores y una voz endemoniada que salía desde el fondo de sus entrañas, se escucharon en medio del sermón del sacerdote, asustando a todos los feligreses que se encontraban en la iglesia.
En 2008, en Honduras trascendió el caso de Marcela del Carmen Reyes, quien fue sometida a varios exorcismos.
La mujer de repente se abalanzó sobre el padre, quien la miraba sin asombro, pero notablemente alerta por aquel supuesto demonio que la poseía y que a través de ella, gritaba improperios y blasfemaba.
Ella convulsionaba, mientras era asida por varios hombres que se encontraban en el templo, mientras los observaba con su mirada desorbitada y echaba espuma por la boca, al tiempo que los maldecía.
El impactante video recorrió las redes sociales y parecía tratarse de una de esas películas de terror basadas en personas presuntamente poseídas por demonios u otros entes que buscan un canal para enviar un mensaje.
Uno de los casos más sonados en el mundo sobre esos fenómenos sobrenaturales es el de la alemana Anneliese Michel, quien murió en 1976 después de someterse a varios exorcismos, cuya historia inspiró la película "El exorcismo de Emily Rose", exhibida en las salas de cine en 2005.
Ella aseguraba estar poseída por seis demonios: Lucifer, Caín, Judas, Nerón, Belial y Legión y después de luchar contra esos espíritus malignos murió y su autopsia atribuyó su deceso a la deshidratación y desnutrición.
Aunque parezcan historias fantásticas, existen muchos casos en el mundo y las víctimas no precisamente suelen ser ateos, sino también aquellos que tienen sus creencias bien cimentadas en Dios.
EMBRUJADA POR CELOS
Uno de los casos más sonados de exorcismo fue el de la alemana Anneliese Michel, en cuya historia se basó una película de terror.
En Honduras, sin duda existen personas que han pasado por ese calvario, pero sus casos no han transcendido, ya que se conoció que la Iglesia Católica protege la identidad de las personas.
Hace algunos años, salió a la luz pública el caso de una mujer que decía estar poseída por dos demonios llamados "Tavo" y "Fredy", quienes la mantenían postrada en una cama y le estaban quitando la vida.
El caso se registró en 2008 en la comunidad de Jutiapa, El Paraíso, y la poseída era Marcela del Carmen Reyes, ahora de 48 años, quien dijo haber sido embrujada por dos mujeres por celos.
Tras conocerse su historia, la mujer fue sometida a varios procesos de exorcismo para liberarla de los demonios que le atormentaban y le estaban matando de a poco, según sus familiares.
El pastor evangélico Francis Adalid Murillo, quien tiene 18 años dedicado a expulsar demonios, apuntó que el termino exorcismo es empleado por la Iglesia Católica, pero los evangélicos prefieren llamarlos procesos de liberación.
"Todos los que somos ministros del Evangelio, Dios nos ha hecho un llamado para predicar el reino y trabajar con la gente y el exorcismo o liberación tiene que ver con las personas", señaló.
ESPÍRITUS DEL MAL
Francis Adalid Murillo (pastor evangélico): "Los espíritus malignos muchas veces andan buscando a una persona o una nación entera, un barrio o una colonia".
Comentó que los demonios son espíritus que andan en busca de un cuerpo donde posesionarse, muchos de ellos influenciados por el "rey de las tinieblas", Satanás, como lo llama la Biblia.
"En mi caso personal he estudiado la angeología, que estudia todo lo que tiene que ver con ángeles y espíritus y en el lado del mal en la Biblia, encontramos diferentes niveles de guerra espiritual", ilustró.
La angelología cristiana es la parte de la teología cristiana que estudia la naturaleza y ordenación de los ángeles. En el cristianismo, los ángeles son criaturas sobrenaturales o supernaturales que median entre Dios y los hombres y se disponen en nueve órdenes llamados coros angélicos o celestiales.
Entre tanto, la guerra espiritual es el desplazamiento permanente de los poderes demoníacos y la eliminación de todos los sistemas que les alimentan, en otras palabras, es quitar y echar fuera demonios arraigados en una persona, ciudad o nación de una forma permanente.
El religioso comentó que la guerra espiritual lucha contra tres niveles malignos: los espíritus territoriales; la hechicería, ocultismo y las sectas y las huestes de maldad en regiones celestes, los cuales se conjugan para influenciar al ser humano en lo malo.
"Estos espíritus muchas veces andan buscando una persona o a una nación entera, un barrio, una colonia, por eso vemos personas más violentas que otras, personas con un problema determinado y de repente es producto de influencias de espíritus del mal", señaló Murillo.
REPRENDEN DEMONIOS
Muchas personas ponen su vida en manos de Dios, para evitar ser presas de las cosas malignas que existen en el mundo.
En el caso de la guerra contra espíritus territoriales, esta tiene que ver con la diversidad de almas malvadas que se posesionan en individuos que les abren las puertas, de los cuales la Biblia menciona varios, según el entrevistado.
"En esta categoría nosotros hemos encontrado entre 17 y 18 espíritus que la Biblia los menciona con nombre y apellido, como el espíritu de la inmundicia, que es el que provoca el deseo hacia las drogas y el alcohol", subrayó.
El predicador de la palabra de Dios explicó que cuando se hace una liberación se reprende al espíritu que está influenciando a la persona y que le motiva a realizar diferentes acciones malignas.
Entre ellos mencionó el espíritu inmundo, que provoca ganas de drogarse o beber alcohol; de adulterio y fornicación; de enfermedad, de vértigo que produce inestabilidad emocional; de ansiedad que provoca depresión, tristeza y ganas de morir; de anticristo, incredulidad a las cosas de Dios y el espíritu de muerte que incita a matar o no tener miedo a morir, entre otros.
"Hay momento en que hay una combinación de espíritus y se dan manifestaciones diabólicas, de esos hemos tenido varias experiencias, la gente se vuelve violenta, especialmente en contra de las leyes de Dios", declaró.
Aunque no parezca, muchas personas son influidas por espíritus territoriales, como el de la inmundicia, que hace que a las personas les den ganas de beber o drogarse.
"Cuando a estas personas se les habla de Dios, tienen mirada fuerte, vociferan en su contra, maldicen y tienen un vocabulario muy fuerte en su contra, porque el espíritu lo rechaza", detalló.
El religioso comentó que ha sido testigo de muchas manifestaciones demoníacas, recordando el caso de una persona que practicaba la brujería y sus familiares buscaron su ayuda para que le hicieran una liberación.
Indicó que mucha gente llega donde él a buscar consejería y aseguró que le han visitado de todo el país para plantearles su situación, debido a que están siendo atemorizadas por algún espíritu.
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