Los Seminarios de Moyobamba celebraron el Domingo la esperada y preparada solemnidad del Reservado, en la cual cada año damos gracias a Dios por haberse quedado con nosotros reservado en los sagrarios de nuestra casa.

La celebración, muy sencilla, estuvo marcada por la presencia de Jesús sacramentado y ante él, como los discípulos de Emaús, levantamos nuestra petición: ¡Quédate con nosotros, Señor!

A las 2:00 p.m. expusimos el Santísimo en la Capilla del Seminario Mayor y allí fuimos teniendo los distintos turnos de adoración. Al terminar, trabajamos duro en preparar un altar para después la procesión. Aunque es cierto que ya habíamos comenzado mucho antes con lo preparativos de la fiesta.

A las 7.00 p.m. rezamos juntos las vísperas que nos presidió el P. David, formador del seminario mayor. En su homilía nos recordó que todos los preparativos que habíamos hecho no tendrían ningún valor sino fueran una muestra real de cariño, amor y agradecimiento a Dios por haberse quedado entre nosotros. A continuación tuvimos la procesión con Jesús Eucaristía por nuestro Seminario. Fuimos parando en cada uno de los altares que habíamos preparado y ofrecíamos al Señor diversos cánticos que le habíamos estado preparando a lo largo de la semana.

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