EVANGELIO DEL DÍA: 06/05/2010
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Jueves de la V Semana de Pascua
Libro de los Hechos de los Apóstoles 15,7-21.
Al cabo de una prolongada discusión, Pedro se levantó y dijo: "Hermanos, ustedes saben que Dios, desde los primeros días, me eligió entre todos ustedes para anunciar a los paganos la Palabra del Evangelio, a fin de que ellos abracen la fe.
Y Dios, que conoce los corazones, dio testimonio en favor de ellos, enviándoles el Espíritu Santo, lo mismo que a nosotros.
El no hizo ninguna distinción entre ellos y nosotros, y los purificó por medio de la fe.
¿Por qué ahora ustedes tientan a Dios, pretendiendo imponer a los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos soportar?
Por el contrario, creemos que tanto ellos como nosotros somos salvados por la gracia del Señor Jesús".
Después, toda la asamblea hizo silencio para oír a Bernabé y a Pablo, que comenzaron a relatar los signos y prodigios que Dios había realizado entre los paganos por intermedio de ellos.
Cuando dejaron de hablar, Santiago tomó la palabra, diciendo: "Hermanos, les ruego que me escuchen:
Simón les ha expuesto cómo Dios dispuso desde el principio elegir entre las naciones paganas, un Pueblo consagrado a su Nombre.
Con esto concuerdan las palabras de los profetas que dicen:
Después de esto, yo volveré y levantaré la choza derruida de David; restauraré sus ruinas y la reconstruiré,
para que el resto de los hombres busque al Señor, lo mismo que todas las naciones que llevan mi Nombre. Así dice el Señor, que da
a conocer estas cosas desde la eternidad.
Por eso considero que no se debe inquietar a los paganos que se convierten a Dios,
sino que solamente se les debe escribir, pidiéndoles que se abstengan de lo que está contaminado por los ídolos, de las uniones ilegales, de la carne de animales muertos sin desangrar y de la sangre.
Desde hace muchísimo tiempo, en efecto, Moisés tiene en cada ciudad sus predicadores que leen la Ley en la sinagoga todos los sábados".
Salmo 96(95),1-3.10.
Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre, día tras día, proclamen su victoria.
Anuncien su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre los pueblos.
Digan entre las naciones: "¡El Señor reina! El mundo está firme y no vacilará. El Señor juzgará a los pueblos con rectitud".
Evangelio según San Juan 15,9-11.
Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.
Al cabo de una prolongada discusión, Pedro se levantó y dijo: "Hermanos, ustedes saben que Dios, desde los primeros días, me eligió entre todos ustedes para anunciar a los paganos la Palabra del Evangelio, a fin de que ellos abracen la fe.
Y Dios, que conoce los corazones, dio testimonio en favor de ellos, enviándoles el Espíritu Santo, lo mismo que a nosotros.
El no hizo ninguna distinción entre ellos y nosotros, y los purificó por medio de la fe.
¿Por qué ahora ustedes tientan a Dios, pretendiendo imponer a los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos soportar?
Por el contrario, creemos que tanto ellos como nosotros somos salvados por la gracia del Señor Jesús".
Después, toda la asamblea hizo silencio para oír a Bernabé y a Pablo, que comenzaron a relatar los signos y prodigios que Dios había realizado entre los paganos por intermedio de ellos.
Cuando dejaron de hablar, Santiago tomó la palabra, diciendo: "Hermanos, les ruego que me escuchen:
Simón les ha expuesto cómo Dios dispuso desde el principio elegir entre las naciones paganas, un Pueblo consagrado a su Nombre.
Con esto concuerdan las palabras de los profetas que dicen:
Después de esto, yo volveré y levantaré la choza derruida de David; restauraré sus ruinas y la reconstruiré,
para que el resto de los hombres busque al Señor, lo mismo que todas las naciones que llevan mi Nombre. Así dice el Señor, que da
a conocer estas cosas desde la eternidad.
Por eso considero que no se debe inquietar a los paganos que se convierten a Dios,
sino que solamente se les debe escribir, pidiéndoles que se abstengan de lo que está contaminado por los ídolos, de las uniones ilegales, de la carne de animales muertos sin desangrar y de la sangre.
Desde hace muchísimo tiempo, en efecto, Moisés tiene en cada ciudad sus predicadores que leen la Ley en la sinagoga todos los sábados".
Salmo 96(95),1-3.10.
Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre, día tras día, proclamen su victoria.
Anuncien su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre los pueblos.
Digan entre las naciones: "¡El Señor reina! El mundo está firme y no vacilará. El Señor juzgará a los pueblos con rectitud".
Evangelio según San Juan 15,9-11.
Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.
Jn 15,9-11
Tomás de Celano (hacia 1190-hacia 1260), biógrafo de san Francisco y de santa Clara
Vita secunda de san Francisco, § 125 y 127
«Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros»
San Francisco afirmaba: «Contra todas las maquinaciones y las astucias del enemigo, mi mejor defensa es el espíritu de alegría. Jamás el diablo está tan contento como cuando ha podido quitar del alma de un siervo de Dios, la alegría. Tiene siempre en reserva un polvo que sopla en la conciencia a través de un tragaluz, para hacer volver opaco lo que es puro; pero es en vano que intente introducir su veneno mortal en un corazón henchido de gozo. Nada pueden los demonios contra un servidor de Cristo a quien encuentran lleno de santa alegría; pero lo pueden en un alma apesadumbrada, morosa y deprimida que fácilmente se deja sumergir en la tristeza o acaparar por falsos placeres.»
Por eso el mismo santo se esforzaba siempre en mantener el corazón lleno de gozo, conservar este aceite de alegría cuya alma había recibido esta unción (Sl 44,8). Cuidaba mucho el evitar la tristeza, la peor de las enfermedades, y cuando se daba cuenta que ésa empezaba a infiltrarse en su alma, inmediatamente recurría a la oración. Decía: «En cuanto empieza a experimentar la primera turbación, el siervo de Dios debe levantarse, ponerse a orar y permanecer ante el Padre todo el tiempo necesario hasta que éste no le haya hecho recobrar el gozo del que está salvado» (Sl 50,14)...
Con mis propios ojos lo he visto, a veces, recoger del suelo un trozo de madera, ponérselo debajo del brazo izquierdo y frotarlo con una varilla tensa como si pasara un arco sobre la viola; así cuidaba el acompañamiento de las alabanzas que cantaba al Señor en francés.
Por eso el mismo santo se esforzaba siempre en mantener el corazón lleno de gozo, conservar este aceite de alegría cuya alma había recibido esta unción (Sl 44,8). Cuidaba mucho el evitar la tristeza, la peor de las enfermedades, y cuando se daba cuenta que ésa empezaba a infiltrarse en su alma, inmediatamente recurría a la oración. Decía: «En cuanto empieza a experimentar la primera turbación, el siervo de Dios debe levantarse, ponerse a orar y permanecer ante el Padre todo el tiempo necesario hasta que éste no le haya hecho recobrar el gozo del que está salvado» (Sl 50,14)...
Con mis propios ojos lo he visto, a veces, recoger del suelo un trozo de madera, ponérselo debajo del brazo izquierdo y frotarlo con una varilla tensa como si pasara un arco sobre la viola; así cuidaba el acompañamiento de las alabanzas que cantaba al Señor en francés.
San Felipe
Fiesta de los santos Felipe y Santiago, apóstoles. Felipe, que, al igual que Pedro y Andrés, había nacido en Betsaida y era discípulo de Juan Bautista, fue llamado por el Señor para que lo siguiera. Santiago, por su parte, era hijo de Alfeo, de sobrenombre “Justo”, considerado en Occidente como el pariente del Señor, fue el primero que rigió la Iglesia de Jerusalén, y cuando se suscitó la controversia sobre la circuncisión, se adhirió al parecer de Pedro, para que no fuera impuesto a los discípulos venidos de la gentilidad aquel antiguo yugo. Muy pronto coronó su apostolado con el martirio (s. I).
Oremos
Los hermanos eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. Todo el mundo estaba impresionado por los muchos prodigios y signos que los apóstoles hacían en Jerusalén. Los creyentes vivían todos unidos, y lo tenían todo en común; vendían posesiones y bienes, y lo repartían entre todos según la necesidad de cada uno. Hch 2, 42-45
Concédenos, Señor todopoderoso, que el ejemplo de San Felipe nos estimule a una vida más perfecta y que cuantos celebramos su fiesta sepamos también imitar sus ejemplos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Calendario de Fiestas Marianas: Nuestra Señora de los Milagros en la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz, Roma (1483).
No hay comentarios:
Publicar un comentario