El próximo domingo, 1 de junio,
día de la Ascensión del Señor,
se celebra la 48ª Jornada Mundial
de las Comunicaciones Sociales
con el lema:
«La comunicación al servicio
La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, única celebración mundial impulsada directamente por el Concilio Vaticano II (Inter mirifica, 1963), se celebra en casi todos los países, por decisión de los Obispos del mundo, el domingo anterior a Pentecostés. El anuncio del tema se realiza el 29 de septiembre, fiesta de los Arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, este último Patrón de los que trabajan en la radio. Tradicionalmente, el Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial se hace público el 24 de enero, día dedicado a la memoria de San Francisco de Sales, Patrón de los periodistas. Las Conferencias Episcopales y las Oficinas Diocesanas cuentan así con tiempo para preparar el material necesario para las celebraciones nacionales y locales.
El papa Francisco entregó su mensaje para la 48ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales
"Comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro" se llama el mensaje de la Jornada de este año que se celebra el 1 de junio.
La posibilidad que ofrecen los medios de comunicación de ayudar a que nos sintamos más cerca los unos de los otros, y a que "percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos", fueron aspectos que reconoció el papa Francisco en su mensaje para la 48ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.
En el escrito, el Santo Padre destaca que la cultura del encuentro requiere que estemos dispuestos no sólo a dar, sino también a recibir de los otros y es en este escenario, en el que los medios pueden ayudar, "especialmente hoy, cuando las redes de la comunicación humana han alcanzado niveles de desarrollo inauditos".
Aunque el Papa también recoge algunos aspectos problemáticos como la velocidad con la que se suceden las informaciones, que "no permite una expresión mesurada y correcta de uno mismo". Límites que a juicio del Santo Padre sobre reales, pero que no justifican un rechazo de los medios de comunicación social.
Entonces, se pregunta el Pontífice, ¿cómo se puede poner la comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro? Y la respuesta estaría en la parábola del buen samaritano, porque éste "no sólo se acerca, sino que se hace cargo del hombre medio muerto que encuentra al borde del camino". "En efecto, quien comunica se hace prójimo, cercano", dice Francisco.
No basta con estar conectados -agrega- sino que es necesario que la conexión vaya acompañada de un verdadero encuentro. "No podemos vivir solos, encerrados en nosotros mismos. Necesitamos amar y ser amados. Necesitamos ternura".
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