De Corazón a corazón: Col 1,21-23 ("El evangelio ha de ser predicado a toda criatura… del que yo soy ministro"); Lc 6,1-5 ("El hijo del hombre es también Señor del sábado")
Contemplación, vivencia, misión: Jesús cumplía todas las normas (fiesta de Pascua, sábado, etc.) con el espíritu que el Padre dejaba entrever en ellas: favorecer el sentido de la vida humana integral. Las aberraciones de rigorismo y de laxismo no tienen que ver nada con el amor. Jesús, Señor del "sábado", ha inspirado la afirmación de San Agustín: "ama y haz lo que quieras". El gozo de la esperanza hace ligeras las normas y las obligaciones. El que ama hace todo lo mandado y mucho más, con el espíritu de un Dios que es mendigo de nuestro amor.
*En el día a día con la Madre de Jesús: María vio a Jesús cumplir con la fiesta del sábado (cf. Lc 4,16ss) y también comenzó a celebrar con la comunidad eclesial primitiva "el primer día de la semana", "el día del Señor". Ahora nos acompaña para ayudarnos a ser libres obedeciendo por el amor.
AÑO DE LA FE: "Precisamente en la contemplación de la muerte de Jesús, la fe se refuerza y recibe una luz resplandeciente, cuando se revela como fe en su amor indefectible por nosotros, que es capaz de llegar hasta la muerte para salvarnos" (Lumen Fidei, n.16).
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