De Corazón a corazón: Esd 6,7-20 (Orden de reconstruir el templo de Jerusalén); Lc 8,19-21 ("Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen")
Contemplación, vivencia, misión: María compartía con fe, esperanza y amor el anhelo de Jesús de formar su nueva familia. Era una familia que comenzaba a construirse escuchando su palabra y conviviendo con él. Así lo había hecho y lo seguía haciendo ella, hasta el pie de la cruz, donde se le reveló que ella formaba parte de la familia de Jesús de un modo nuevo y, al mismo tiempo, en armonía con lo que ella había vivido siempre guiada por el Espíritu Santo. Jesús habita "en medio" de los suyos, como en su casa ya reconstruida por obra del Espíritu Santo, según el mandado del amor.
*En el día a día con la Madre de Jesús: María guarda en su corazón el encargo de Jesús ("he aquí a tu hijo"), con la resonancia de otras afirmaciones de Jesús: "mis hermanos", "mis ovejas", "mi viña", "mi Iglesia", "mis amigos". Somos "pedazos de sus entrañas" (S.Juan de Ávila)
AÑO DE LA FE: "El creyente es transformado por el Amor, al que se abre por la fe, y al abrirse a este Amor que se le ofrece, su existencia se dilata más allá de sí mismo" (Lumen Fidei, n.21).
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