De Corazón a corazón: Ex 20,1-17 (Mandamientos: "Yo, el Señor, soy tu Dios que te he sacado del país de Egipto"); Mt 13,18-23 ("Lo sembrado en tierra buena, es el que oye la Palabra la comprende… da fruto")
Contemplación, vivencia, misión: El sembrador es Jesús, la buena semilla es su Palabra, la tierra buena es el corazón bueno… Sólo Dios es bueno y nos ama porque él es bueno, para hacernos a nosotros buenos. No quiere hacernos buenos sin nuestra cooperación. Si él es el bueno, todo lo creado es bueno, pero el corazón del hombre sólo es bueno cuando refleja el corazón de Dios en la verdad de la donación. Dios es "celoso", mendigo de nuestro amor. "¿Quién, estudiando a Jesús a la luz del Evangelio... no siente amarlo sobre todas las cosas, no siente su alma arrebatada tras él, y no hace un esfuerzo supremo por imitarle?" (Bta. Mª Inés-Teresa Arias).
*En el día a día con la Madre de Jesús: "La Iglesia, cuando busca a Cristo, llama siempre a la casa de la Madre y le pide: «Muéstranos a Jesús». De ella se aprende el verdadero discipulado. He aquí por qué la Iglesia va en misión siguiendo siempre la estela de María" (Papa Francisco, JMJ, Aparecida, 24 julio 2013). Ver San Joaquín y Santa Ana: en Año Litúrgico (Santos)
AÑO DE LA FE: "La fe, que recibimos de Dios como don sobrenatural, se presenta como luz en el sendero, que orienta nuestro camino en el tiempo … es la luz de una memoria fundante, la memoria de la vida de Jesús, donde su amor se ha manifestado totalmente fiable, capaz de vencer a la muerte" (Lumen Fidei, n.4)
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