De Corazón a corazón: Ex 40,16-21.34-38 (Moisés coloca el Arca de la Alianza: "La nube cubrió la tienda del encuentro"); Mt 13,47-53 (Parábolas: "El dueño de la casa saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo")
Contemplación, vivencia, misión: En el final de las parábolas de Reino se resume la actitud de Jesús: desde el día de la Encarnación vive nuestra historia como su propia biografía, que él ha de transformar para ser expresión o gloria suya y, por tanto, de Dios Amor. Vivió nuestro "tiempo", nuestro trabajo, nuestros gozos tristezas, como el pastor que busca a la oveja perdida o la esposa que busca las arras de su boda o el Padre que espera con ansia el regreso de hijo que se marchó. Ahora vive con nosotros recordándonos "lo nuevo y lo viejo" de una historia humana salvífica, impregnada de amor eterno.
*En el día a día con la Madre de Jesús: Jesús vivió y sigue viviendo las realidades humanas que contaba en las parábolas, desde dentro (como en Nazaret) y en sintonía con el Corazón de su Madre y nuestra.
AÑO DE LA FE: "En la fe… reconocemos que se nos ha dado un gran Amor, que se nos ha dirigido una Palabra buena, y que, si acogemos esta Palabra, que es Jesucristo, Palabra encarnada, el Espíritu Santo nos transforma, ilumina nuestro camino hacia el futuro, y da alas a nuestra esperanza para recorrerlo con alegría" (Lumen Fidei, n.7)
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