EVANGELIO DEL DIA"¿Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna." Jn 6, 68 Todavía estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con él. Yo veía esta admirable obra maestra salida de las manos de Dios, la Santa Virgen, llena del Espíritu Santo desde su nacimiento…, y las operaciones que el Espíritu Santo hacía en ella y cómo se le comunicaba en plenitud. Y consideraba a esta santa alma de María dando a Dios Padre, desde su nacimiento, todo lo que le es debido. Me parecía verla ofreciéndose a Dios y ofreciendo, con ella, a toda la Iglesia, como sabiendo que un día sería su Madre; de manera que, en esta voluntad, estábamos comprendidos todos nosotros, santificados y consagrados a Dios por la ofrenda que María había hecho de sí misma consagrando a Dios todo lo que era y lo que sería para siempre. Según lo que veía, me pareció que nosotros debíamos ratificar esta ofrenda, dedicarnos a Dios tal como ella se había dedicado, y consagrarnos a él con la misma fidelidad que ella lo había hecho, por ella y por nosotros. ¡Qué gozo en el corazón de Dios, me decía a mi mismo, por una ofrenda tan santa como la de la Virgen María! ¡Qué dulce presente el de un corazón tan amoroso y tan ancho que, él solo contiene más amor y presenta más obsequios que los que le hacen los ángeles todos juntos! Porque María presenta a Dios su alma que contiene a Jesús y a toda la Iglesia… * El Evangelio del Día es enviado cada día a miles de personas en el mundo, en más de 10 idiomas www.evangelizo.org. |
EVANGELIO DEL DÍA
martes, 23 de julio de 2013
El Evangelio del Día
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