De Corazón a corazón: Ez 34,11-16 ("Yo mismo apacentaré mi rebaño… buscaré la oveja perdida"); Rom 5,5-11 ("el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones"); Lc 15,3-7 ("va a buscar a la oveja que se perdió… cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros")
Contemplación, vivencia, misión: Contemplación Vivencia Misión: Cuando Jesús habló de su Corazón "manso y humilde" (Mt 11,29), anticipó ese resumen de su vida que es el momento en que abrieron su costado con una lanza y del que salió "sangre y agua" (Jn 19,34). Su vida fue siempre "donada" ("sangre"), para comunicarnos una vida nueva, su misma vida divina ("agua viva"). Así nos ama Dios, dándose él, con "lazos de amor" (Os 11,4) y corazón materno. Nuestra sed de verdad y de bien, sed de Dios, sólo se puede saciar en esa fuente de amor, que "supera todo conocimiento" (Ef 3,19).
* En el día a día con la Madre de Jesús (en el AÑO DE LA FE): El compromiso de vivir en sintonía de fe con los latidos del Corazón de Jesús, comporta vivir en sintonía con su Madre y nuestra, rogando por la santificación de todos los bautizados y especialmente de todos los sacerdotes: "Padre… los que tú me has dado… YO ME INMOLO POR ELLOS para que sean santos... que sean uno como nosotros… les amas como a mí… yo estoy en ellos" (Jn 17,10-28).
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