De Corazón a corazón: Hech 11,21-13,3 ("Bernabé era un hombre bondadoso, lleno del Espíritu Santo y de mucha fe"); Mt 10,7-13 ("Lo que habéis recibido gratuitamente, dadlo gratuitamente")
Contemplación, vivencia, misión: Nuestra historia de "comunión" eclesial enraíza en los Apóstoles. Bernabé dejó su huella imborrable. Pablo reencontró o fue "restablecido" en su vocación "ad gentes", gracias a él; Bernabé compartió con Pablo el primer viaje apostólico. Todos los Apóstoles obraron "gratuitamente" en una especie de "itinerancia" espiritual, caminando a la sorpresa de Dios: servir a la comunidad sin servirse de ella. El nombre "cristiano" (surgido en Antioquía) aúna a todos en Cristo, de quien participamos, a quien imitamos, con quien nos relacionamos y por quien compartimos todo con todos. El Espíritu Santo obra siempre en esta línea del amor desinteresado.
*En el día a día con la Madre de Jesús (y AÑO DE LA FE): No hay fecundidad apostólica sin comunión eclesial y sin fidelidad al Espíritu de amor. "La fe eclesial tiene su paradigma en el sí de María" (Benedicto XVI, VDo 29). Es el "sí" al Verbo, la Palabra personal y definitiva del Padre en bien de toda la humanidad.
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